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Por José Natanson
 En su breve paso por la Argentina (estuvo menos de una semana), Antonio de la Rúa dio el okay a una idea que vienen barajando algunos de sus amigos en el Gobierno: realizar una reunión de dirigentes delarruistas el próximo 25 de Mayo en algún lugar del interior del país bajo la sigla GEN, Gran Encuentro Nacional. El objetivo es doble: fortalecerse hacia adentro de la administración frente a la voracidad de Domingo Cavallo y, al mismo tiempo, ir preparándose para las elecciones. �La Alianza crece�, debería ser, a juicio de los integrantes del grupo sushi, el eje conceptual de la campaña para octubre.
Dispersos por diferentes ministerios, los jóvenes funcionarios siguen contando con Antonio como factor aglutinante: aunque básicamente está dedicado a montar su consultora y pasa poco tiempo en la Argentina (ver recuadro), el hijo mayor del Presidente continúa siendo el eje alrededor del cual giran los movimientos del grupo sushi.
Cada vez se juntan más seguido. En una de las últimas reuniones, los jóvenes funcionarios acordaron aunar esfuerzos para encarar una ofensiva político-mediática: uno de los primeros en animarse fue el ministro de Educación, Andrés Delich, que insistirá con la necesidad de instalar un debate sobre las universidades. Se irán sumando otros funcionarios �como el secretario de Turismo, Hernán Lombardi, o el viceministro del Interior, Lautaro García Batallán� que, aunque manejan lugares importantes en la administración, se vienen concentrando en las cuestiones específicas de sus áreas. �La idea es tomar los temas más políticos�, aseguran, con la memoria clavada en las maratones de prensa matutinas de Carlos Corach. �Falta eso: alguien que ponga la cara�, argumentan.
La estrategia tendría su corolario en una gran reunión de dirigentes de todo el país. Durante su reciente paso por la Argentina, Antonio dio el okay a la idea de García Batallán �el integrante del grupo sushi con más experiencia política y el único con cierto peso partidario� que ya comenzó a sondear a algunos sectores del delarruismo para el próximo 25 de Mayo. Aunque el Presidente aún no fue consultado, la idea es convocarla para la fecha patria aprovechando que ese día De la Rúa no podrá ir por el Tedéum. De esa forma, nadie podrá comprometer al Presidente en un acto de carácter electoralista.
El Gran Encuentro se haría en alguna provincia �para darle un tono federal a un movimiento fundamentalmente arraigado en la Capital� y estarían invitadas las líneas internas delarruistas �como el Movimiento Participación que conduce Rafael Pascual� y otros sectores que, sin responder directamente a De la Rúa, se encuentran bastante cerca, como los que lideran los gobernadores Angel Rozas y Oscar Castillo.
Además de la necesidad de no descuidar el frente interno, el esfuerzo apunta a las elecciones de octubre, en la que los jóvenes funcionarios ya comenzaron a pensar seriamente (y con bastante preocupación). Según sostienen, el discurso electoral debería girar en torno a la idea básica de una Alianza en permanente crecimiento. ��La Alianza crece� debería ser el común denominador de los discursos en las diferentes provincias�, sostiene un secretario de Estado muy cercano al Presidente.
Esta supuesta ampliación incluiría a sectores del peronismo (en Formosa, por ejemplo, confían en sumar a Gabriel Hernández, el taquillero intendente de la capital), a partidos provinciales (como el Movimiento Popular Neuquino) y, fundamentalmente, a Domingo Cavallo. En realidad, ésta es la clave de la estrategia. Según explica un importante integrante del grupo sushi, la idea básica es cerrar acuerdos con el ministro de Economía en la mayor cantidad posible de distritos, cuestión de obligarlo a hacer campaña por la Alianza y bloquear sus negociaciones con el peronismo. No será sencillo. Por ejemplo, Raúl Alfonsín ya adelantó que no quiere saber nada. Conscientes de las dificultades, otros delarruistas analizan la posibilidad de convocar a elecciones para vicepresidente y candidatear a Cavallo (ver nota aparte). Una hipótesis que, aunque tiene su lógica, los operadores del grupo sushi no terminan de digerir por el daño que provocaría en la autoridad presidencial, su obsesión de todos los días.
Una por acá, tres en Miami
Sigue siendo el líder del grupo, aunque cada vez está menos presente: actualmente, Antonio de la Rúa pasa en promedio de una semana en Buenos Aires y tres en Miami, ciudad que recorre y recorre en busca de una oficina para instalar su empresa. Será una consultora de comunicación y marketing, orientada a la política pero también a las empresas, y que aún no tiene un nombre definido. Según explicó uno de sus amigos en el Gobierno, en principio se llamará como sus iniciales: �ADR�. Aunque la idea es montar oficinas en Miami y Buenos Aires, la consultora operará fundamentalmente en Estados Unidos. �Supongamos que consigo a McDonald�s en Argentina, ¿quién me va a creer que es porque hice una buena propuesta y no porque soy el hijo de De la Rúa?�, es la justificación de Antonio, que no quiere presentar en sociedad su nuevo emprendimiento hasta tanto no consiga un buen cliente. �La idea es arrancar con alguna cuenta�, le comentó a un funcionario la semana pasada, durante su breve paso por la Argentina: llegó el fin de semana, pasó Semana Santa con su familia y luego voló de vuelta a Miami. De todos modos, su corta estadía le alcanzó para conversar con sus amigos en el Gobierno sobre la conveniencia de cerrar acuerdos con Domingo Cavallo como la mejor estrategia de cara a las elecciones octubre. �Eso es la principal�, recomendó el hijo del Presidente. |
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