La residencia se llama �El Paraíso� y está en Funes, cerca de Rosario. En el lugar vive el hasta ayer jefe de la policía rosarina, Francisco Previtera, quien �se comprobó� estaba �enganchado� ilegalmente a la red de alumbrado público. La noticia, de gran repercusión periodística, provocó el fin de la carrera de Previtera, quien cayó junto con el segundo de la repartición, comisario Roberto Jesús Roldán. En realidad se trató de la gota que rebasó el vaso, ya que la jefatura estaba sospechada de manejar dinero negro por coimas e ilícitos varios que eran la comidilla de la prensa. Ayer, sin caer en �prejuzgamiento alguno� y sólo para �facilitar la plena libertad de acción de la Justicia�, el gobierno de Santa Fe desplazó a los dos comisarios y designó interventor al comisario Ricardo Milicic, subjefe de la jefatura provincial.
Esta semana arreciaron los rumores sobre la existencia de un vasto circuito de corrupción policial para recaudar dinero ilícito por coimas, sobrefacturación de compras, cobro de servicios adicionales nunca cumplidos y connivencia con la prostitución y el juego clandestino. Los montos rondarían los cientos de miles de pesos. Ante las versiones, el secretario de Seguridad Pública Enrique Alvarez negó a
Rosario/12 conocer que haya �cajas negras�. Pero al saberse del robo de luz por parte del comisario Previtera, el gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann, decidió remover a la cúpula para acotar el escándalo. Anoche no se descartaba que la purga se ampliara a buena parte de las 30 comisarías de Rosario.
El secretario de Obras Públicas, Osvaldo Scoccia, confirmó que la conexión ilegal había sido realizada �por su cuenta� por el alto jefe policial removido ayer. Tanto él como voceros de la Empresa Provincial de Energía Eléctrica (EPEC) confirmaron que el año pasado había sido descolgada otra conexión clandestina en la misma residencia. Para colmo de males, en Funes, supuestos familiares del comisario amenazaron a la corresponsal local del diario La Capital de Rosario, Delcia Karamoschon.
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