Después de que en la última semana recrudeciera la ola de violencia en Medio Oriente, ayer se echó un manto de piedad al concretarse una reunión de seguridad entre palestinos e israelíes que estos últimos calificaron al salir como muy �seria y positiva�. El encuentro se concertó con la mediación de Estados Unidos �que también organizó dos reuniones anteriores� y se llevó a cabo en el paso fronterizo de Erez (en la frontera entre Israel y la franja de Gaza). La reunión se produjo precisamente después de que Israel entró por tercera vez en la semana en la Franja de Gaza.
Ayer el ejército israelí entró en la zona de control palestino de Rafah, al sur de la Franja, con el fin de destruir una estación policial desde la que presuntos extremistas palestinos habrían disparado a soldados israelíes. El lunes, Israel había ocupado dos kilómetros cuadrados de territorio bajo control palestino e impuesto bloqueos que dividieron la región en tres partes. El miércoles , en las inmediaciones de Rafah, soldados israelíes habían destruido un puesto policial.
Las últimas reuniones de seguridad entre israelíes y palestinos habían sido el 4 y 11 de abril, para intentar ponerle fin a la violencia que sacude la región. Un tercer encuentro pensado para el 16 se había pospuesto cuando el ejército de Israel ocupó un sector de la Franja de Gaza controlado por la Autoridad Palestina, al que abandonó 24 horas después. Se infiere que este tipo de reunión es un efecto de una misma causa: la ocupación israelí de territorio controlado por palestinos y el temor de un agravamiento de la situación. Ayer el primer ministro Ariel Sharon declaró una vez más que sólo negociará con Yasser Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina cuando �éste acabe con el terrorismo�. Y aclaró que el retiro de su ejército de Gaza no tuvo que ver con presiones de Estados Unidos, que �son aliados nuestros�.
La reunión de ayer coincide además con una serie de entrevistas secretas que el canciller Shimon Peres reconoció estar manteniendo con representantes oficiales palestinos. Al mismo tiempo aseguró que no habrá negociaciones de paz hasta que se reduzca la violencia en Cisjordania y Gaza. Peres dijo que �hemos decidido que no negociaremos un acuerdo de paz hasta que se frene la escalada de violencia, pero no significa que también hayamos decidido dejar de hablar con los palestinos�. Por su parte, el ministro palestino para Asuntos Exteriores, Ziad Abu Ziad, acusó al gobierno de Sharon de boicotear tentativas de diálogos de paz con su decisión de expandir los asentamientos judíos en Cisjordania. �La ampliación de asentamientos demuestra que la derecha israelí es la que dirige e impone sus ideas al gobierno�, disparó Abu Ziad.
Pese a todo, Cisjordania vive una relativa calma que se interrumpe con esporádicos incidentes de violencia, mientras la más violenta es la región de Gaza, donde en las últimas semanas hubo múltiples disparos de mortero desde las zonas palestinas contra posiciones israelíes. Arafat dio un giro a esta situación al ordenar a sus fuerzas un cese del fuego el miércoles pasado. Hay recientes registros de tiroteos alrededor de Rafah, y sobre todo, es el blanco de incursión del ejército israelí en zonas de ocupación palestina. Los enfrentamientos entre ambas partes se iniciaron el 28 de setiembre último y todavía no hay indicios concretos que ninguno vaya a ceder fácilmente a sus posiciones, pero la reunión de ayer indica un posible paso adelante.
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