Parece
que las intenciones de San Lorenzo de salir campeón son realmente
serias. Ganó otro partido clave, de esos que en los torneos anteriores
perdía, y aprovechó el empate de River para llegar a la
punta. Con una tarea muy sólida en todas sus líneas, el
equipo de Manuel Pellegrini derrotó 3-0 a Talleres y ahora realmente
se calzó el rol de candidato. Bernardo Romeo, en dos ocasiones,
y Juan José Serrizuela marcaron los goles de San Lorenzo. Más
allá de haber alcanzado a River en el liderazgo, la victoria tiene
una gran importancia, ya que Talleres había perdido un solo partido
a lo largo de toda la temporada.
La contundente
victoria de San Lorenzo se cimentó en el orden que aportó
Eduardo Tuzzio (entró a los 18 minutos del primer tiempo por la
lesión de Guillermo Rivarola) y en el interminable oportunismo
de Romeo, razones que además fueron favorecidas por la actitud
timorata que mostró Talleres pese a jugar en el estadio Olímpico.
El equipo de Juan José López sólo inquietó
durante los primeros 7 minutos del encuentro a través de un desborde
de Pablo Cuba, que Rodrigo Astudillo no pudo conectar frente al arco,
y por intermedio de un zapatazo desde afuera del área de Darío
Alaniz, que se fue cerca. El resto del desarrollo perteneció a
San Lorenzo, que apostó al contraataque para sacar provecho de
los errores cordobeses. Fue así que Romeo abrió el marcador
luego de una falla de Dante Unali que fue usufructuada por Tuzzio. El
ex delantero de Estudiantes recibió el regalo y definió
al palo derecho de Gustavo Cuenca.
Si bien la ventaja parcial era justa, en el arranque del segundo tiempo
se tornó demasiado excesiva. Recién habían pasado
dos minutos cuando otra vez surgió la figura del goleador. Romagnoli
envió un preciso centro desde la izquierda y Romeo conectó
de cabeza para colocar el 2-0. Exagerado, teniendo en cuenta lo hecho
por uno y otro, pero justicia para el oportunismo del máximo artillero
del campeonato con doce tantos. Esa conquista también marcó
muy fuerte el ánimo de ambos equipos. San Lorenzo terminó
de tranquilizarse, con lo que no tuvo inconvenientes para consolidar la
victoria. Por el contrario, a Talleres lo desmoralizó por completo
y lo dejó sin resto para ir a buscar aunque sea el descuento.
Para colmo, San Lorenzo tenía otro mazazo para aplicarle a los
locales. Sobre los quince, Romagnoli tocó corto en un tiro libre
para Serrizuela, y el ex defensor de Lanús sacó un derechazo
furibundo que se clavó en un ángulo de Cuenca. Si a alguien
le quedaba alguna duda sobre quién iba a llevarse el triunfo, el
zapatazo de Serrizuela la despejó. Incluso Romagnoli con un tiro
libre ejecutado por encima del travesaño y Sebastián Abreu
(ingresó en el segundo tiempo por Romeo), cara a cara con el arquero
de Talleres, desperdiciaron la chance de aumentar el tanteador.
Así, San Lorenzo sumó su quinta victoria consecutiva como
visitante en el Clausura, ya que venció sucesivamente a Almagro,
Lanús, Vélez, Central y ayer a Talleres. Además,
desde que perdió con River en la octava fecha, el conjunto de Pellegrini
sacó los quince puntos que disputó. Por el contrario, Talleres
cayó por tercera vez seguida, luego de perder frente a Estudiantes
y Los Andes, y también sumó la segunda derrota como local
en lo que va de la temporada. Pero lo que más le importa al hincha
de San Lorenzo es que su equipo sacó pecho en una cancha difícil
y se subió a la cima del Clausura. Ni más ni menos que eso.
LA
VISION DE BERNARDO ROMEO SOBRE EL TORNEO
Palo
y palo hasta el final
Bernardo
Romeo tiene mucho que ver en el presente victorioso de San Lorenzo. Más
allá de ser el goleador del campeonato con 12 goles, tres más
que Martín Cardetti, el ex delantero de Estudiantes anotó
tantos fundamentales para las aspiraciones de su equipo, como el que le
dio la victoria agónica sobre Independiente la semana pasada. Ayer
en Córdoba no fue la excepción y sus dos conquistas en momentos
clave sirvieron para asegurar una victoria trascendente para el transcurso
del Clausura. Por eso, Romeo no intentó ocultar su euforia.
Siempre que vine a Córdoba marqué goles: en la temporada
anterior le hice también dos a Talleres. Sin dudas que jugar en
Córdoba me sienta muy bien, dijo Romeo, que a pesar de la
alegría analizó la victoria. Fue un partido raro,
en el que el fuerte viento durante el primer tiempo hizo difícil
controlar la pelota. Pero en el segundo período tocamos bien y
tuvimos espacios para jugar. Además manejamos el medio campo y
nos consolidamos como un equipo sólido de atrás hacia adelante,
señaló Romeo, que sobre la definición con River consideró
que será un palo y palo hasta el final. Tan determinante
está siendo Romeo, que lleva goles en tres partidos consecutivos,
que su compañero Gustavo Campagnuolo lo consideró el principal
argumento de San Lorenzo para quedarse con el torneo. Bernardo es
el que marca la diferencia, remarcó el arquero.
En el vestuario
ganador también se mostró muy contento el entrenador Manuel
Pellegrini. El técnico destacó la actitud que exhibieron
sus dirigidos y consideró que su equipo mereció haber ganado
por más diferencia. Jugamos bien gran parte del encuentro
y, en la segunda mitad, con la ventaja obtenida, pudimos manejarnos con
mayor tranquilidad y tuvimos varias posibilidades de aumentar la cifra
en el resultado, comentó Pellegrini, que incluso le dio más
valor a la victoria por haberla conseguido de visitante en una cancha
donde muy pocos pudieron vencer.
Llevamos cinco victorias seguidas y nunca importó si se jugaba
de local o visitante remarcó el técnico. Siempre
le dimos prioridad a un esquema de juego y, por eso, tampoco tengo un
equipo ideal. Dispongo de un plantel rico en variantes y con el cual me
manejo en dos competencias a la vez, acotó Pellegrini. El
primer objetivo de San Lorenzo ya está cumplido. Pese a perder
en el enfrentamiento mano a mano con River, ya lo alcanzó en la
punta del torneo y volvió a depender de sí mismo. Por eso,
el plantel ya se mentalizó en que quedan seis finales para dar
pelea hasta el último instante. Ese es el desafío.
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