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EL GOBIERNO QUIERE VER COMO REACCIONAN HOY LOS MERCADOS
Bajar el tono, pero pegarle a Menem

Si hay tranquilidad, el Gobierno se olvidará de la �trama política económica� que estaría detrás de los ataques al peso. El futuro de Pou se llena de nubarrones y la pelea con Menem seguirá por los réditos políticos.

Por Fernando Cibeira

El comportamiento que hoy muestren los mercados será decisivo para la continuidad de la lucha del Gobierno contra lo que el sábado definió “una trama político-económica” que tendría como objetivo atacar al peso. Antes que seguir en una pelea de dudoso beneficio, el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y el ministro de Economía, Domingo Cavallo, prefirieron ayer reunirse para bajar los decibeles y anunciar cuáles serán sus próximos pasos. La respuesta sobre si es más conveniente confrontar o consensuar la tendrán hoy al cierre de la Bolsa.
En la Rosada aceptaban que nunca habían tenido muy bien detallados los integrantes de la supuesta conspiración de operadores, economistas y políticos que se habrían juntado, aunados en su común odio hacia el peso. “Desde la semana pasada sabemos de sectores financieros que apuntaban a que la Argentina caiga en default y que no cambian de postura pese a la información en contrario que le podamos dar”, sostenía anoche un vocero del Gobierno que estaba al tanto de lo conversado por Colombo y Cavallo. “Si a eso le agregamos la actitud que tomaron algunos bancos de inversión, más lo escrito por algunos economistas y las opiniones de algunos políticos que están a favor de la dolarización, da como resultado algo parecido a una lista de conspiradores. Pero ayer esa idea se descartó”, agregaba.
Al clima de distensión sirvió de mucho el nuevo apoyo que recibió la administración delarruista de parte del presidente de Estados Unidos, George W. Bush (ver página 2). “Eso nos va a venir muy bien, es una señal fuerte”, festejaban ayer en Gobierno. “Seguro que habrá más tranquilidad y confianza”, se esperanzó desde Quebec el presidente Fernando de la Rúa.
Antes de eso, el sábado, y luego de un jueves y viernes de terror para el gobierno en los mercados, el vicejefe de Gabinete, Armando Caro Figueroa, fue el primero en salir a denunciar la supuesta trama que, prometió, sería develada en su totalidad en un debate especial que se realizaría esta semana en el Senado. “Es el típico apriete para que los mercados hoy se porten bien”, resumía ayer un vocero radical. Además, recordaba un antecedente no muy feliz: cuando sufrió el golpe de los mercados que terminó con su gobierno, Raúl Alfonsín tuvo la misma idea de difundir una nómina de conspiradores.
La movida sería paralela a la salida de Pedro Pou –a quien apoyan los mercados– de la presidencia del Banco Central. Según todo parece indicar, y luego de muchas vueltas, finalmente esta semana De la Rúa haría caso al informe condenatorio que tiene preparada la comisión legislativa que debía estudiar la actuación de Pou y firmaría su remoción. Ayer, la decisión volvió a quedar en la nebulosa. “Es importante combinar el informe que pase la comisión con la autonomía de la autoridad monetaria, que yo respeto mucho, porque en esta materia económica financiera hay que actuar con previsibilidad y responsabilidad”, dijo el Presidente ayer en Canadá, en una declaración que sonó más cerca de la continuidad de Pou que su alejamiento.
En definitiva, en Gobierno concluyeron que denunciar una trama anti-peso no le reportaría ganancias, porque podría ser percibido como un nuevo gesto de debilidad de la gestión delarruista. Y que declaraciones como la de Carlos Menem, que podrían generar inquietud en los mercados del exterior, se terminaban cayendo solas por el rechazo generalizado que provocaban.
Aunque lo de la lista quedó momentáneamente desactivado, hubo algunos de los grandes candidatos a figurar que salieron a defenderse por anticipado. Fue el caso del ex ministro de Economía, Roque Fernández, quien indicó que no formaba parte de ninguna trama. “No creo que exista movimiento conspirativo alguno”, apuntó Roque, quien viene acompañando a Menem en su cruzada dolarizadora (ver página 3).
A propósito, lo que el Gobierno no piensa terminar así nomás es la pelea con Menem –quien viene recomendando cambiar los pesos por dólares–porque esa sí es una discusión que puede dejar réditos políticos y debilitar a la oposición. “Es una de las expresiones más desafortunadas de los últimos tiempos, cualquiera que haya sido la intención del ex presidente me parece que ha dado un paso enormemente dañino para la Argentina”, indicó Caro Figueroa.
Menem ayer no habló, pero sí lo hizo su lugarteniente, el ex secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan. “El mundo se maneja en dólares y eso es algo que da tranquilidad”, insistió el ex funcionario menemista. “Si lo que queremos es asegurarnos, aliémonos con la moneda más fuerte del mundo, que es en definitiva el dólar. Más allá de los consejos de Menem, creo que todo el mundo ya salió a comprar dólares”, agregó.

 

 

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