Página/12
en Perú
Por
Carlos Noriega
Desde Lima
La
candidatura presidencial de Alejandro Toledo recibió fuego granado
que apunta a minar la credibilidad
y la conducta moral del candidato presidencial de frente al ballottage
que enfrentará al centro derechista con el socialdemócrata
Alan García. Pero lo más grave, e inesperado, fue que los
disparos salieron de su entorno más íntimo. El periodista
Alvaro Vargas Llosa, hijo del novelista Mario Vargas Llosa y uno de los
asesores más cercanos a Toledo, descargó su artillería
más pesada. Lo acusó de desleal, de mentiroso, de pagar
para ocultar expedientes que lo podían incriminar en el consumo
de drogas, de maniobrar para controlar los medios de comunicación
y hasta de ser un peligroso Fujimori en potencia si llegaba a la presidencia.
Una de las acusaciones más gruesas fue la acusación de Vargas
Llosa, poco sutil, de que Toledo había hecho mal uso de una donación
de un millón de dólares que le había entregado el
financista y filántropo norteamericano George Soros para su lucha
contra la dictadura de Fujimori durante el año 2000, y que por
eso se negó a seguir apoyándolo. En diálogo con Página/12,
el periodista Gustavo Gorriti, quien estuvo presente en la cita en la
que se convino el aporte económico de Soros, sostuvo que .se ha
hecho una escrupulosa rendición de cuentas sobre el uso de ese
dinero..
Durante una hora y media Vargas Llosa lanzó todo tipo de ataques
en un programa que dirige el periodista Jaime Bayly, íntimo amigo
suyo, y que se transmite los sábados por la noche en el canal Frecuencia
Latina. Pero Vargas Llosa a quien en el Perú llaman con sorna
Alvarito también la emprendió contra Baruch Ivcher,
el propietario de Frecuencia Latina, a quien acusó de haber realizado
.un monstruoso contubernio. con Toledo en pro de un apoyo de ese canal
de televisión al candidato de Perú Posible. .Me siento brutalmente
decepcionado del comportamiento ético de Alejandro Toledo. Me arrepiento
de no haberlo visto antes porque estamos a las puertas de una elección
que puede llevarlo a la presidencia., disparó quien hasta ese minuto
era uno de los más cercanos colaboradores de Toledo. Las declaraciones
remecieron el comando de campaña del candidato.
Apenas terminada la sorprendente y explosiva entrevista, algunos de sus
más cercanos colaboradores .-que hasta esa noche habían
trabajado en estrecho contacto con Vargas Llosa-. comenzaron a llegar
a la casa de Toledo. Eran poco más de las once de la noche. Eliane
Karp, esposa de Toledo; Raúl Diez Canseco, candidato a la vicepresidencia;
Guillermo Gonzales Arica, jefe de prensa; el periodista Gustavo Gorriti
y los asesores chilenos de la campaña de Toledo fueron algunos
de los presentes en la reunión de emergencia que se prolongó
más allá de las tres de la madrugada. Había sorpresa,
indignación y preocupación en el ambiente. Se acordó
salir a responder con la mayor rapidez posible los graves cargos lanzados
por quien fuera uno de los miembros de ese equipo de campaña. Al
borde de la seis de la tarde de ayer, Vargas Llosa llegó a la casa
de Toledo. Lo hizo acompañado de Jaime Bayly y en medio de una
gran expectativa de la prensa. Toledo se negó a recibir a Bayly,
a quien no había invitado a la cita, y dialogó por cerca
de 20 minutos con Vargas Llosa, quien a la salida calificó la reunión
como .muy amistosa. y habló de su .inmensa gratitud y afecto. hacia
Toledo, pero inmediatamente volvió a la carga repitiendo los ataques
que había lanzado la noche anterior. .Yo no he hecho denuncias,
esa es una interpretación de ustedes., fue la increíble
respuesta con la que se escudó cuando fue confrontado por la prensa
para que muestre alguna prueba sobre las acusaciones que hizo.
Esta historia se inició cuando antes de las elecciones del pasado
ocho de abril Bayly, amigo íntimo de Vargas Llosa, invitó
a su programa a lasupuesta hija no reconocida de Toledo y a la madre de
ésta e inició una campaña sobre el tema para que
el candidato se sometiera a una prueba de ADN para zanjar el asunto, algo
que Toledo se ha negado a hacer hasta el momento. Alvaro Vargas Llosa
estaba al tanto del reportaje desde una semana antes que saliera al aire
y asegura que mantuvo informado a Toledo y que le transmitió una
invitación de Bayly para discutir el tema antes que se emita el
programa, algo que éste niega. Pero a pesar de este desencuentro
ambos siguieron trabajando estrechamente juntos. En la noche del viernes
se reunieron Toledo, Ivcher, Adam Pollack un empresario amigo de
ambos que hacía las veces de intermediario, Bayly, Jimmy
Arteaga gerente general de Frecuencia Latina y Fernando Viaña
-director general de prensa de ese canal. Esa reunión desató
las iras de Vargas Llosa, quien no fue invitado, y al día siguiente
salió a decir, en el programa de Bayly, que la cita había
sido .un complot. para negociar su cabeza a cambio de la reconciliación
entre Ivcher y Toledo y para poner Frecuencia Latina al servicio del candidato.
En diálogo con Página/12, Viaña niega esa versión
de los hechos: .Nadie habló de complot ni se acusó a Vargas
Llosa de nada. Quedó muy claro que se trataba de recomponer una
relación personal entre Ivcher y Toledo, deteriorada por lo que
Bayly, con absoluta libertad, dijo en su programa, pero que la línea
periodística del canal no es negociable y que la misma seguirá
siendo equidistante de ambos candidatos.. Vargas Llosa asegura que antes
de salir a la televisión con su carga de ataques intentó
hablar telefónicamente con Toledo pero éste no le quiso
contestar. Sin embargo, en esta historia de versiones contradictorias
los colaboradores de Toledo aseguran que el candidato estuvo llamando
a Vargas Llosa durante todo el sábado y que éste nunca se
puso al teléfono.
Este duro golpe recibido desde el interior de su círculo más
íntimo en momentos que la campaña presidencial ingresa a
una etapa decisiva, puede tener consecuencias impredecibles para las aspiraciones
presidenciales de Toledo. Según diversos analistas, lo que Toledo
necesitaba para asegurar un triunfo era, precisamente, mejorar su imagen
en el tema de la credibilidad y la cohesión de su equipo de trabajo.
Vargas Llosa ha disparado directo contra ese punto débil de su
ex jefe.
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