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Final del juego para los hijos descarriados de la gran familia

En Dinamarca, tres participantes demandaron al canal que emite �Gran Hermano�, con el objetivo de anular sus respectivos contratos.

Un grupo de tres participantes de la versión danesa del reality-show “Gran Hermano” demandó judicialmente al canal que lo emite, llamado TvDanmark, sentando un precedente importante para la historia de este programa globalizado, que se ha visto ya en 18 países, incluyendo la Argentina. Soren, de 25 años, Christian, de 24, y Pil, de 32, convertidos en famosos en todo Dinamarca, accionaron contra el canal para lograr la anulación de los contratos, que les prohíben expresamente hacer declaraciones públicas sin consentimiento de la emisora hasta que termine el programa. Los expertos daneses en el tema consideran que la demanda tiene posibilidades de prosperar en vista de que la suspensión del derecho a la libre expresión “atenta contra las buenas costumbres”. Unos días atrás, los tres jóvenes abandonaron la casa en la que convivían con otros cuatro participantes y en la que sus vidas eran seguidas las 24 horas por decenas de cámaras.
El canal aseguró que su “huida” se debió a la negativa de la productora a concederles más alcohol y cigarrillos. Los tres afectados, sin embargo, señalaron que se fueron porque no soportaban tener que designar a otros participantes para que salieran de la casa, exigencia clave en la estructura del programa. En la Argentina, anteayer un nuevo participante optó por irse de la casa: Gustavo Jodurcha, de 30 años, separado, pizzero e hincha de Quilmes, dijo que se fue porque extrañaba mucho a su hijo, de un año y medio. En la primera semana del programa, se había tenido que ir (y no por su voluntad) la cordobesa Patricia. Ahora, en la sexta semana del ciclo, los televidentes “eliminaron” a Natalia, la marplatense de 27 años que sueña con un lugar un poco más estable en la televisión. Hizo todo lo posible para quedarse en “Gran Hermano”: se puso de novia con Santiago, y así en su momento precipitó que sacaran del juego a Alejandro, su contrincante, pero evidentemente, ni adentro ni afuera de la casa creyeron demasiado en su amor súbito. La reglamentación del programa, nacido en Holanda y exportado ya a otros 17 países, prevé que en caso de abandonos los participantes pueden ser suplantados, y ese mecanismo se pondrá en marcha durante el programa especial de hoy: uno de los suplentes que la producción mantiene en reserva, reemplazará a Gustavo.
El ganador del “Gran Hermano” danés, que será elegido por el público tras cien días en la casa, el próximo 10 de mayo, recibirá un premio de 500.000 coronas (unos 60.000 dólares). En la Argentina, el triunfador recibirá l00 mil, al concluir los 112 días de encierro. El incidente en Dinamarca es en realidad uno más de una larga serie en el mundo, que comenzó cuando uno de los eliminados en Holanda, en la primera edición, se suicidó, tras la depresión que le produjo la decisión de sus compañeros, avalada por el público. En Alemania, dos de los personajes de la primera edición se casaron el mes pasado. En varios países los eliminados están en tratamiento psicológico, y algunos de ellos se muestran muy deprimidos.
Los participantes del “Gran Hermano” argentino, que teóricamente no se conocían antes de reunirse en la casa pero aparecieron fotografiados juntos en la tapa de una revista, firmaron un contrato similar al que ahora producirá un juicio en Dinamarca. Por ese contrato, están comprometidos a no hablar una palabra en público sobre su experiencia en los cinco años siguientes al abandono de la casa, salvo que la producción del ciclo los autorice. Por ahora, los personajes eliminados desfilan por los programas y los medios del grupo Telefónica de España. La joven que reemplazó a Patricia, contó a sus compañeros que cuando ingresó fue instruida especialmente para no revelar detalles de la repercusión del programa a sus compañeros de encierro obligado. Y agregó que dos días después del ingreso fue severamente amonestada, en el confesionario, por haber pronunciado unas palabras ilustrativas. Durante la semana, dos de los varones en la casa fueron amenazados con la expulsión por haber leído unos recortes de diarios, que alguien había tirado desde afuera al césped del jardín. Ese mismo truco había sido usado en España, para informar a los varones sobre el resultado de un partido entre Real Madrid y Barcelona. Aquí, los recién salidos de la casa se enteraron de que Argentina tiene un nuevo ministro de economía.

 

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