Por
Romina Calderaro
Mi
padre murió a los 94 años y hasta el último día
de su vida no había mes en que no se despertara a la noche gritando
¡Ahí vienen los turcos!, dijo a Página/12 Pedro
Martín Tateosian, hijo de un sobreviviente del genocidio que sufrió
el pueblo armenio entre 1915 y 1923 y presidente del Consejo Nacional
Armenio de Sudamérica. Queremos justicia porque la justicia
es la única garante de la dignidad humana, sostuvo Pedro
Mouratian, nieto de un exiliado y director ejecutivo del Consejo Nacional
Armenio de Sudamérica. Hoy, a 86 años de la masacre en la
que fueron asesinados un millón y medio de armenios, los descendientes
de ese pueblo siguen recordando y piden justicia por el exterminio que
los turcos hasta ahora no reconocieron.
¿Cómo enmarcan el genocidio turco en el siglo XX?
T.: Si hacemos una evaluación cronológica fue el primer
genocidio importante del siglo XX. Si hacemos una evaluación cuantitativa
no fue el más grande, pero tal vez fue uno de los más importantes
en cuanto a la proporción de víctimas sobre población
existente. Un millón y medio de muertos sobre una población
real que no llegaba a los tres millones.
¿Por qué el pueblo turco nunca reconoció el
genocidio?
T.: Sigue negándolo y hasta ahora ha contado con la impunidad
que ha generado una situación en la cual otros países también
permanecieron en silencio. Este silencio se ha ido rompiendo sobre todo
en los últimos años, a partir de reconocimientos del parlamento
europeo, del parlamento belga, del parlamento y del gobierno francés,
de la ONU, que han cambiado la situación internacional con respecto
a la interpretación que se debería hacer de un hecho histórico.
Esperamos una reacción de Turquía.
M.: El genocidio cometido contra el pueblo armenio generó
un antecedente. Porque la impunidad de la que gozó y goza el estado
turco sirvió como fundamento para el Holocausto. Hay una frase
que nosotros reiteramos permanentemente que dijo Hitler en Auschwitz,
que es ¿Quién se acuerda hoy del genocidio contra
los armenios? Eso significa que el hecho de que no se haya condenado implicó
de alguna manera una vía libre para que Hitler planifique y ejecute
lo que después hizo.
¿Nunca hubo un turco preso por el genocidio?
M.: Los ajusticiados que hubo fueron ajusticiados de la mano de
los mismos sobrevivientes del genocidio, pero no por el Estado. Inclusive
una de esas personas que ajustició a uno de los responsables del
genocidio fue sometido a juicio y absuelto.
¿Cuál fue la intención de Turquía con
el genocidio?
T.: Fue una estrategia de ocupación territorial.
¿Qué valor tienen los reconocimientos internacionales
del conflicto?
T.: Como antecedente, para un paso posterior que debe ser la Justicia.
¿Vive algunos de los responsables del genocidio?
No, pero el responsable ahora es el estado de Turquía. Turquía,
en ese momento, era el Imperio Otomano. Turquía es la heredera
jurídica del Imperio Otomano. Ellos se han declarado herederos
de ese imperio.
M.: hay que dejar bien claro que esto no se trató de un tema
religioso, sino que fue un tema netamente político y que tenía
un objetivo preciso que en ese momento era la unión de lo que se
llamó la Gran Turquía, que era la unificación de
todos los pueblos turcos desde el ASIA menor hacia el Asia Central.
¿Cuántos armenios emigraron a la Argentina después
del genocidio?
M.: Habrán sido 20 mil. Pero fue por etapas. Porque primero
hubo un primer momento en el que la gente emigraba, los refugiados iban
hacia los países más cercanos. Tampoco existían los
medios de locomoción que existen hoy en donde uno puede tomarse
un avión e irse.
¿Cómo definiría al pueblo armenio?
T.: Yo diría que es un pueblo que es, fue y sigue siendo
laborioso, creativo en todos los aspectos de la cultura, profundamente
amante de sutierra y de sus costumbres, y con un sentido de la justicia
y de la libertad muy profundo porque fue la añoranza durante muchos
siglos.
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