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“Cavallo debería aclarar cuáles son sus políticas”

El titular del Fondo Monetario,
Horst Kölher, efectuó una llamativa declaración desde Washington. En medio de la crisis, pidió a Cavallo
que �dé a conocer cuanto antes su programa de trabajo�.

Ayuda: �El gobierno argentino,
y el ministro Cavallo en particular, deberían aclarar con mayor especificidad cuáles son sus políticas�, dijo Kölher.

Director gerente del Fondo
Monetario, Horst Kölher.

El titular del Fondo Monetario Internacional, el alemán Horst Kölher, admitió ayer que de los países latinoamericanos es Argentina el que más le preocupa, porque “atraviesa por una situación difícil”. Y le pidió al ministro de Economía, Domingo Cavallo, que “dé a conocer cuanto antes su programa de trabajo”, como si no lo hubiese anunciado hasta ahora. “Los mercados y todos nosotros estamos esperando a ver lo que pasa y cómo pone en marcha esas políticas”, afirmó. En tanto, negó que esté previsto líneas de crédito adicionales para socorrer al país.
Cuando los operadores de los principales bancos y fondos de inversión internacionales están poniendo los ojos en una eventual crisis financiera en Argentina, el director gerente del FMI no parece haber elegido las mejores palabras para calmar los ánimos. Como parte de las reuniones preparatorias para las tradicionales Asambleas de Primavera, que organizan en forma conjunta el Fondo y el Banco Mundial en Washington, Kölher ofreció una conferencia de prensa con expresiones sorprendentes.
Primero dijo que la economía mundial está en un estado “crítico”. “Pero no hay que tener pánico”, aclaró. Y auguró una recuperación para “más adelante este año”. En la visión de Köhler ningún región del mundo podía compensar la caída de la economía norteamericana, “más rápida de lo previsto”, aún si el crecimiento en Europa seguía siendo “robusto”, señaló. Tal vez, en ese caso, sus declaraciones apuntaran a presionar sobre el Banco Central Europeo para que reduzca las tasas de interés. “No es un secreto que el FMI y yo mismo pensamos que una baja de las tasas del Banco Central Europeo sería benéfica no solamente para Europa sino para el conjunto de la economía mundial –recoció– pero aclaró que tengo un respeto absoluto por la independencia de esa institución”, aclaró.
Sin embargo, todavía más llamativas fueron sus declaraciones sobre Argentina, que contrastan con la cautela con que se manejaron los funcionarios del organismo que están por estos días en Buenos Aires.
Por un lado, Köhler admitió que Argentina estaba en el epicentro de la crisis actual. “Argentina está en una situación difícil, sin duda”, sostuvo. En tanto, le reclamó al gobierno y en particular a Cavallo que fueran más claros y específicos con su plan para salir de la crisis.
“El gobierno argentino, y el ministro Cavallo en particular, deberían aclarar con mayor especificidad cuáles son sus políticas”, dijo Köhler, desconcertante. Sólo después de haber dicho esto, esbozó un tibio elogio al ministro: “Yo creo que su enfoque cuando ingresó al gobierno, de concentrarse en la competitividad de la economía argentina, es correcto”, apuntó.
Que el titular del FMI se haya expresado con tanta reserva sobre un país que está en el medio de una crisis financiera resulta de por más sorprendente. Porque no hace otra cosa que alentar los rumores y especulaciones entre los financistas sobre la capacidad de repago de la deuda en las próximas semanas. Lo cierto es que el Fondo no vio con buenos ojos, desde un principio, que Cavallo se haya apartado del programa acordado con el organismo y hasta haya criticado en público a sus técnicos.
Por eso, ahora ofrecería un apoyo condicionado a la reprogramación de las metas fiscales que negocian por estas funcionarios del Fondo con integrantes del equipo de Cavallo en Buenos Aires. De hecho, el jefe de la misión, el chileno Tomás Reichmann, se mostró muy cuidadoso de no criticar y avalar la política de Cavallo ayer frente a la prensa, tras reunirse con el secretario de Hacienda, Jorge Baldrich (ver aparte). “Me gustaría hablar porque hay algunas cosas para decir, pero creo que no es el momento”, se excusó, enigmático.
Consultado sobre si el FMI podría aumentar las líneas de crédito acordadas con Argentina, Köhler replicó que nadie se lo pidió. “El mismo ministro Cavallo ha dicho que él no espera tener que pedir recursos adicionales. Yo pienso que deberíamos escuchar al ministro Cavallo”, aseguró. Pero admitió que podría haber una línea abierta de diálogo eneste aspecto durante el fin de semana: “Escucharemos al ministro Cavallo cuando venga a las reuniones, y discutiremos en detalle cómo el FMI puede brindar apoyo para hacer que la economía argentina vuelva a crecer y encuentre una salida”, sostuvo.

 


 

LA MISION DEL FONDO TIENE OBJECIONES A ECONOMIA
El silencio es mucho más fuerte

La misión del FMI que audita en Buenos Aires las cuentas fiscales del primer trimestre está poniendo más reparos de lo que Domingo Cavallo esperaba. “Me gustaría hablar, porque hay algunas cosas para decir. Pero en estas circunstancias prefiero no opinar”, fue el sugerente comentario del jefe de la delegación del Fondo, Tomás Reichmann. El economista chileno suele escapar a las preguntas de la prensa sin siquiera abrir la boca. Para lo que es su estilo, que haya dejado entrever que tiene algunas cosas para objetar es toda una definición. Más directo fue el propio director gerente del organismo, Horst Koehler, quien afirmó desde Washington que de los países latinoamericanos la Argentina es el que más le preocupa (ver nota central).
De todos modos, en el Palacio de Hacienda descuentan que Cavallo cerrará sin problemas un nuevo acuerdo con el FMI, reprogramando las metas del convenio vigente que Argentina no pudo cumplir. El ministro estará el fin de semana en Washington participando de las sesiones de primavera del Fondo y el Banco Mundial. Y allí negociará directamente con Koehler las bases del nuevo programa.
“La misión del Fondo tiene que hacer un poco de ruido, para salvar su imagen. Pero políticamente está resuelto que el FMI otorgará un waiver (perdón) por el desfase de las metas fiscales del primer trimestre”, comentó a Página/12 una fuente de Economía. De acuerdo con los datos oficiales entregados por el Palacio de Hacienda, las cuentas públicas tuvieron en el primer trimestre un rojo de 3022 millones de pesos, 1022 millones más de lo que se había previsto.
Para el FMI no es tan fácil disculpar semejante incumplimiento, superior a los 1000 millones de pesos, cuando la pauta para todo el año es de un déficit no mayor a 6500 millones. Ahora más que nunca necesita los desembolsos del organismo para cubrir los vencimientos de deuda. El FMI accederá a que el Gobierno compense en lo que queda del año el déficit excedente del período enero-marzo. Cavallo explicó que eso será posible gracias a un ajuste de gastos de 700 millones y a la recaudación del nuevo impuesto a las transacciones financieras, que estimó en 2300 millones.
La reformulación de las metas para los próximos trimestres será definida, a grandes rasgos, esta semana en Buenos Aires, y Cavallo sellará el nuevo acuerdo durante el fin de semana en Washington. Reichmann estuvo reunido ayer con el secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, y planteó sus objeciones por las proyecciones fiscales de Cavallo. Pero el tema es más político que técnico, por lo cual en Economía aseguran que el ministro no tendrá mayores dificultades para cerrar el acuerdo en los próximos días.

 

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