Por Claudio Zlotnik
La corrida contra los bonos
argentinos tuvo ayer una tregua. El riesgo país terminó
1195 puntos, al bajar 89 puntos respecto de la jornada anterior. Y las
acciones subieron en promedio 2,1 por ciento. Con ese alivio de los mercados,
en Economía culminaron los últimos detalles del diseño
de la estrategia para enfrentar la crisis. Según informó
un estrecho colaborador de Domingo Cavallo a Página/12, esa estrategia
incluye, en su etapa final, un megacanje de bonos de por lo menos 20.000
millones de dólares para desahogar los vencimientos de corto y
mediano plazo, tal como anticipó este diario el domingo pasado
en el suplemento económico Cash.
La disparada del riesgo a niveles record tuvo como telón de fondo
la pulseada entre Domingo Cavallo y los mercados. Para los financistas,
la Argentina se encuentra al borde de la cesación de pagos y, por
ese motivo, salieron a liquidar títulos de deuda a precios de remate.
En el otro rincón, Cavallo culpó a esos inversores por no
entender la realidad del país, los llamó miopes
y negó la posibilidad del default o de la reestructuración
compulsiva de la deuda. En realidad, lo que está estudiando es
una refinanciación voluntaria de la deuda, que es el canje de bonos.
Lo cierto es que la corrida de los inversores alejó las chances
de una recuperación económica en el corto plazo. En este
marco, la lectura que hicieron en el equipo económico es que rápidamente
deben darse señales claras de que la Argentina es viable y así
dejar atrás la actual emergencia. El objetivo: lograr una caída
sustancial del riesgo país, retornar al mercados de crédito
e ilusionarse con una futura reactivación.
La estrategia de Domingo Cavallo contempla cuatro capítulos, tal
como lo detalló el funcionario de Economía ante Página/12.
1. Situación fiscal. El próximo fin de semana, en Washington,
Domingo Cavallo buscará la bendición del Fondo Monetario
a su programa. Las negociaciones entre la misión técnica
que se encuentra en Buenos Aires y Economía vienen siendo ásperas.
Los expertos del FMI pusieron en duda que la Argentina logre cumplir con
la meta de déficit fiscal para este año, de 6500 millones
de dólares. Si bien los funcionarios explicaron que ese objetivo
se logrará gracias a los 2300 millones que recaudaría el
impuesto a las transacciones bancarias y a los 700 millones de un nuevo
ajuste en el gasto de distintos organismos, Tomás Reichmann, jefe
de la misión del Fondo, sugirió una reducción del
gasto más importante para compensar la menor recaudación
impositiva, dado el parate de la economía. Por otra parte, quedó
descartada la posibilidad de ampliar el déficit permitido. No
sería serio volver a cambiar la Ley de Responsabilidad Fiscal,
confió ese colaborador del ministro a este diario. En Economía
confían en dos cosas: una, que Cavallo logrará convencer
al Fondo sobre la inviabilidad política de un recorte adicional
del gasto público. Y, dos, en la permeabilidad del FMI. Es
impensable que dejen caer a la Argentina, añadió el
funcionario.
2. Un prolijo cambio en la cúpula del Banco Central. La ofensiva
del ministro sobre la entidad monetaria fue uno de los disparadores de
la última corrida. De hecho, fueron los propios banqueros quienes
pidieron que el reemplazante de Pedro Pou fuera alguien del mismo palo
de los financistas (Roque Maccarone). Por otra parte, en el Palacio de
Hacienda están seguros de que la lupa de los inversores estará
puesta en la nueva conformación del directorio del BC.
3. Fijar reglas claras en el Banco Central. Es decir, ofrecer garantía
de que los cambios que se produzcan en la Carta Orgánica de la
entidad serán los definitivos, y que no habrá sorpresas.
Las modificaciones realizadas por el Ejecutivo a través de un decreto
fueron frenadas por Pedro Pou. Así y todo, en la city aducen que
esa propuesta era confusa y que Cavallo tendrá que dejar bien en
claro qué porción de los encajes podráncomputarse
con títulos públicos. La intención del ministro es
que los bancos puedan cubrir hasta un 33 por ciento de los encajes con
bonos y que se contabilice también como encajes al efectivo que
las entidades disponen en las cajas de sus sucursales. Esta medida liberaría
unos 2500 millones de dólares al sistema.
4. Megacanje de la deuda. Este es el principal objetivo de Cavallo. La
hipótesis del equipo económico es que una vez controlada
la crisis por la sucesión de Pedro Pou y rubricado el nuevo acuerdo
con el Fondo, los mercados se normalizarán y volverán a
prestarle a la Argentina. Los funcionarios creen que la calma retornará
hacia mediados de mayo. Y que en ese momento volverán a colocarse
títulos de deuda entre los inversores, operaciones que por ahora
se encuentran suspendidas. Entonces, será tiempo de negociar un
megacanje de por lo menos 20.000 millones de dólares con los principales
bancos. El objetivo de la operación es alargar los plazos de la
deuda, aliviando los vencimientos de los próximos tres a cuatro
años. De esta manera, con tasas de interés más bajas
por la normalización de la situación financiera y ante la
descompresión de los vencimientos de la deuda, los inversores aceptarían
tomar papeles argentinos de largo plazo. Incluso, no se descarta que se
implemente un mecanismo por el cual el Banco Mundial sea garante de este
lanzamiento, tal como se adelantó el domingo pasado en el suplemento
económico Cash. Hasta ahora, los canjes propuestos por Economía
fueron por entre 3000 y 4000 millones. El objetivo es que esta megaoperación
ayude a regenerar la confianza de los inversores, acotaron en Economía.
¿Hay posibilidades de una reestructuración compulsiva
de la deuda? -preguntó Página/12 al miembro del equipo económico.
De ninguna manera. Sería muy costoso para la Argentina porque
los inversores interpretarían que no queremos pagar. No que no
podemos. Pese a la crisis, en los mercados internacionales aprecian que
somos un país viable. Y si sacamos los pies del plato, nos llevaría
años recuperarnos.
SUPER,
SHOPPING Y CONSTRUCCION
Para arriba y para abajo
El nivel de consumo en supermercados
y shoppings registró en marzo, en relación a igual mes del
año anterior, incrementos de 2,6 y 0,1 por ciento, respectivamente.
En tanto, la actividad de la construcción continuó en baja
durante marzo. Cayó 13,1 por ciento respecto a igual período
de 2000 acumulando quince meses consecutivos de variaciones interanuales
negativas.
Respecto a febrero, las compras en hipermercados crecieron 16,8 por ciento
pero en el acumulado del trimestre se mantuvo una caída de 0,3
por ciento, siempre en relación a igual período del año
pasado. En shoppings, las ventas subieron 28 por ciento respecto a febrero
y el balance trimestral también conservó una pérdida
que, según la medición del INDEC, fue de 4,7 por ciento.
Las variaciones surgen de ventas en supermercados por 1.239 millones de
pesos un aumento del 4,4 por ciento en cantidades físicas
y de 135,9 en los centros de compras. El informe destacó que en
términos de cantidades físicas los supermercados incrementaron
interanualmente sus ventas en un 4,4 por ciento.
Por su parte, el Indicador Sintético de la Construcción
(SAC) presentó durante marzo una caída del 11,6 por ciento
respecto de febrero, acumulando una merma trimestral del 7,9 por ciento.
La encuesta cualitativa mostró que las expectativas de reactivación
de los empresarios están centradas en el potencial lanzamiento
del plan de infraestructura.
Una tregua en el recinto
El riesgo país terminó ayer en 1195 puntos, un nivel
altísimo que cierra cualquier posibilidad de crecimiento
de la economía. Pero después de la estampida que experimentó
en la última semana, con una suba del 50 por ciento, que
ayer haya bajado 6,9 por ciento descomprimió un poco la tensión.
El panel de acciones líderes, en tanto, experimentó
una suba del 2,1 por ciento, remontando en parte la caída
de 11,9 por ciento de las tres ruedas anteriores. El volumen negociado
llegó a 27,1 millones de pesos, con un balance de 31 alzas,
15 bajas y 8 papeles sin cambios. Los títulos públicos
argentinos que cotizan en Nueva York también lograron frenar
su derrumbe. Los bonos globales 2017 repuntaron 2,2 por ciento y
los 2027 avanzaron el 4,7. Por su parte, el FRB subió 2,5
por ciento. En cuanto a los préstamos interbancarios a un
día, se pactaron a una tasa del 9 por ciento anual en pesos
y del 7,5 en dólares, marcando un descenso de 4,5 puntos
respecto al día anterior. El mejor clima en Argentina se
trasladó a la Bolsa de San Pablo, que subió 1,3 por
ciento. Pero el real volvió a depreciarse y llegó
a un nuevo record de 2,265 reales por dólar. En Wall Street,
el Dow Jones cayó el 0,7 por ciento.
|
LA
UNCTAD PROPUSO CANASTA REGIONAL CON YEN INCLUIDO
El paraguas local no alcanza
Aunque sin pronunciarse
en favor de ningún tipo de régimen cambiario en particular,
el informe presentado ayer por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Comercio y Desarrollo (Unctad) recomienda la concertación
de acuerdos regionales (en sus políticas cambiarias) que podrían
ofrecer mecanismos de defensa colectiva a los países en desarrollo
contra las fallas de los sistemas y la inestabilidad financiera.
José María Fanelli, economista del Conicet y el Cedes, que
presentó el informe en Buenos Aires en representación de
la Unctad, señaló que la diferencia entre esta propuesta
y la canasta de monedas incluida en el proyecto de convertibilidad ampliada
propuesto por Domingo Cavallo, es el carácter regional de la moneda
propuesta. Esto es, una moneda regional atada a una combinación
del dólar, el euro y el yen.
Fanelli sostuvo que en la región sudamericana, países como
Argentina y Brasil pueden avanzar en este aspecto con la incorporación
de un sistema cambiario común. Estas hipotéticas canastas
zonales incluirían al yen como factor de estabilización,
para que no pese tanto una eventual revaluación del euro para países
como Argentina, que importa en dólares pero exporta en reales
y en euros. Según postula el informe de la Unctad, es
probable que las crisis se produzcan tanto con tasas flotantes como con
paridades ajustables.
Según el representante de la Unctad en Argentina, está
claro que Argentina está bajo los efectos de un ataque especulativo,
fruto del ruido y no de lo que los economistas llamamos los fundamentos.
Subrayó que Argentina no es un país que mañana
tenga que salir a reprogramar su deuda, porque ésta es de larga
duración, refiriéndose a sus vencimientos de largo
plazo, pero admitió que el país padece de asimetrías
que generan dudas entre los inversores extranjeros.
Argentina es un país extraño: tiene una gran ventaja
comparativa pero en el momento y el lugar equivocado, indicó
Fanelli para explicar que el país tiene un gran potencial agro-exportador,
pero en un contexto en que la mayoría de los mercados pone trabas
a la entrada de productos agrícolas. Argentina tiene un nivel
de apertura bajísimo y un nivel de endeudamiento externo medio:
el problema de la deuda externa es que Argentina exporta muy poco por
su nivel de desarrollo, agregó. Estas asimetrías son
las que hacen dudar a los inversores externos, según Fanelli, porque
cuando miran el desarrollo de Argentina dicen este país crecerá
mucho, pero cuando miran la relación entre la deuda y las
exportaciones dicen a este país le va a ir mal.
La ortodoxia al ataque
Aunque los mercados dieron ayer una pequeña tregua, la
visión compartida de economistas ortodoxos es que Domingo
Cavallo sensibilizó a los inversores con algunas de sus medidas.
Entre ellas mencionan el proyecto de extender la convertibilidad
al euro. La iniciativa será debatida hoy en la Cámara
de Diputados y el oficialismo descuenta que le dará media
sanción. Algunas de las opiniones sobre la crisis dadas ayer
por analistas influyentes en la city fueron las siguientes:
Alberto Ades (Goldman
Sachs): La percepción en Estados Unidos es de gran
preocupación. Los inversores ven un riesgo muy alto de que
Argentina entre en cesación de pagos. Es importante que el
Gobierno empiece a pensar en un ajuste del gasto. Eso va a caer
bien a los ojos de los inversores.
Arturo Porzecansky (ABN
Amro): Hay una desilusión muy grande por lo que se
considera una envestida contra los dos principales pilares de la
estabilidad: la convertibilidad y la carta orgánica del Banco
Central.
Daniel Artana (FIEL):
Hubo un poco de exageración en la reacción de
los mercados. Argentina está en una situación delicada,
pero se han empezado a tomar las medidas correctas.
|
|