Por Romina Calderaro
La comida dejó bastante
que desear, el humorista no era gracioso y el cantante de boleros, prescindible.
Pero los hombres y mujeres que pagaron veinte pesos para festejar los
cuatro años de Acción por la República (AR) fueron
compensados con la presencia de Domingo Cavallo, quien la noche del lunes
pasó a soplar las velas por el Club Español e improvisó
un breve discurso. Vamos a lograr que esta verdadera depresión
económica y anímica que ya lleva tres años pase a
la historia, dijo el ministro y luego reconoció que algunos
están desilusionados, en obvia alusión a los
operadores del mercado financiero. Pronosticó, sin embargo, que
los que trabajen a favor de la Argentina van a tener muy buenos
resultados y sus seguidores lo alentaron: Olé, olé,
olé, Mingó, Mingó.
Cavallo reunió a unas doscientas personas en el Club Español,
casi todos mayores de cincuenta años. Mientras servían las
crêpes de verdura de entrada, la locutora, Nora Briozzo, leía
un texto que recordaba la fundación del partido. En un momento,
anunció al cantante Tony Lear, que interpretó boleros como
Sabor a mí y El reloj y temas del dúo
Donato y Stefano. Hasta ahí, nadie podía decir a ciencia
cierta si Cavallo iría a su propio festejo porque a esa hora estaba
en el programa periodístico A Dos Voces y durante el
día se había reunido con el presidente Fernando de la Rúa
en Olivos, luego con los gobernadores justicialistas de las provincias
chicas y con los periodistas en conferencia de prensa. Mientras
esperamos la probable presencia de Cavallo, empezaremos con la cena,
dijo José Luis Fernández Valoni, vicepresidente del partido
y diputado. Valoni fue el primero en hablar y criticó indirectamente
al ex presidente Carlos Menem, a los que proponen la dolarización
y, en términos generales, a los que no comulgan con la política
económica del Mingo. Nos atacan los celosos,
frustrados y envidiosos de no tener en sus filas a un intelectual como
Domingo Cavallo, dijo Fernández Valoni a propósito
de los cuestionamientos que generó la canasta de monedas que propone
el ministro, y atacó a los que tienen dolarizada la mente
y verde el corazón. Mientras, en la mesa principal donde
servían un vino mejor que en el resto de las mesas charlaban
los principales referentes de AR, el ministro de Infraestructura, Carlos
Bastos, el vicejefe de Gabinete, Armando Caro Figueroa, el secretario
legal y administrativo del ministerio de Economía, Alfredo Castañón
y dirigentes como Guillermo Francos, Franco Caviglia y Martha Oyhanarte;
los mozos servían en pollo con papas y zanahoria rallada.
Después de la actuación del cantante de boleros, Briozzo
presentó a un humorista que pasó gran parte de su show contando
chistes sobre Fernando de la Rúa. En uno de ellos, la Primera Dama,
Inés Pertiné, está en un bar junto a su esposo y
los atiende un mozo que fue novio de Pertiné. Viste lo que
te hubiera pasado si no te casabas conmigo?, pregunta de la Rúa.
No. Lo que sé es que si nos hubiéramos casado él
sería Presidente. No hubo bromas acerca de Cavallo.
Once y cuarto, Cavallo llegó y, como no podía ser se otra
manera, habló. Cada uno de ustedes me ha ayudado muchísimo
en una tarea muy dura que es la tarea política. Ahora tengo otra
más dura que es la de ministro de Economía, pero tengan
la plena seguridad de que vamos a resolver los problemas que agobian a
las familias a las Argentinas, dijo, y lo aplaudieron todos aunque
a esa altura los mozos ya estaban sirviendo el helado. Yo lamento
que los mercados no estén entendiendo bien lo que estamos haciendo,
pero me siento muy bien porque los argentinos me están entendiendo,
agregó y se llevó otra ovación. Después dedicó
un rato a besar a las mujeres que se amontonaban para saludarlo y fue
hasta la mesa principal para soplar las cuatro velas de una torta de crema
que fue trasladada sobre un espejo. El festejo de AR estaba programado
desde hace tiempo, cuando Cavallo todavía era un dirigente que
no conseguía reponerse de dos derrotas electorales consecutivas.
La noche del lunes en el Club Español lo en el gobierno. El y sus
hombres, muchos con las ojeras queestán ganando en la función
pública, compartían la alegría de haber llegado
y la incertidumbre de no saber cuándo va a mejorar la economía.
LA
ESTRATEGIA ELECTORAL DEL PARTIDO DEL MINISTRO
Que sea lo que Alfonsín quiera
Por Raúl
Kollmann
Aunque casi todo el esfuerzo
está puesto en la economía, los dirigentes de Acción
por la República también evalúan qué harán
ante las elecciones de octubre. Por de pronto, la intención es
estar con la Alianza en casi todos los distritos. Pero hay un problema
serio, la provincia de Buenos Aires, donde el ex presidente Raúl
Alfonsín amenaza con bajarse de la candidatura si la gente del
ministro de Economía se incorpora a la lista. Los cavallistas analizan
hacer, en tal caso, una excepción y confluir con Eduardo Duhalde,
que ya les ofreció cuatro lugares en la lista del PJ. La
gente de De la Rúa quiere que vayamos con la Alianza, pero Alfonsín
se niega. Puede ser que no nos deje otro camino, razonó ante
Página/12 un importante dirigente cavallista.
Acción por la República (AR) cumplió anteayer cuatro
años. Lo logrado no es poco: tiene un bloque de 11 diputados y
logró más del diez por ciento de los votos en las elecciones
presidenciales. Su principal dirigente ocupa el papel protagónico
en el Gobierno y prácticamente toda la dirigencia de AR ocupa puestos
claves del Ejecutivo. Una ubicación que habla de mucho más
poder que el que corresponde a una estructura ínfima.
Lo que está claro es que AR quiere estar en las listas del oficialismo.
¿Qué diríamos en el gabinete? ¿Cuál
sería el mensaje a la gente sino vamos en las listas de un gobierno
en el que participamos? ¿Podemos apoyar listas que quieren la derrota
electoral del gobierno lo que significaría un debilitamiento del
Mingo?, pregunta con obvias respuestas el hombre de Cavallo. En
general, en el entorno del ministro creen que el único problema
serio está en el distrito bonaerense.
Este es el análisis que hoy hacen los dirigentes de AR con Cavallo
a la cabeza. Tenemos cuatro alternativas teóricas,
dicen:
Alternativa uno: que AR no
se presente a las elecciones. Esto sería intolerable para los militantes
y dirigentes del interior provincial. El que se quiere presentar
como candidato a concejal de cualquier ciudad no podrá hacerlo
y dejamos a nuestra gente, a nuestra estructura, totalmente a la deriva,
razonan los cavallistas.
Alternativa dos: que AR concurra
a las elecciones solo, es decir con listas propias. Es difícil,
muy difícil. Necesitamos 40.000 candidatos, 1.600 fiscales
y una estructura enorme. Nadie va a defender nuestros votos, sino todo
lo contrario: justicialistas y aliancistas van a tirar nuestras boletas
al tacho de basura. Además, necesitaríamos una fortuna para
organizar la publicidad, las candidaturas y la movilización del
día de las elecciones. Lo vemos imposible, diagnosticó
otro estratega de AR.
Alternativa tres: que AR vaya
en la lista de Duhalde. El ex gobernador nos ofreció tres
o cuatro lugares buenos en la lista, es decir que lograríamos más
diputados que los que tenemos ahora en ese distrito. El gran problema
es que resulta casi imposible explicar que estamos en el Gobierno y vamos
en una lista que inevitablemente va a criticar con dureza a ese gobierno.
Nuestro discurso sería difícil de creer.
Alternativa cuatro: ir con
la Alianza. ¿Alfonsín dice que si nosotros estamos
en las listas él se baja? Bueno, es que tal vez está usándonos
como excusa justamente para correrse. Va perdiendo en las encuestas y
tal vez no quiera correr el riesgo. Por de pronto, el radicalismo delarruista
nos dice claramente que quiere que nosotros estemos en las listas. Además,
hay otro problema: buena parte de nuestra gente viene del peronismo, por
lo tanto le va a resultar difícil estar en una lista de la Alianza.
Si Alfonsín no se baja ¿hay chances de que vayan con
Duhalde?
Mire, no es fácil. Hay un detalle: iríamos en una
lista porque en verdad nos echaron de la otra. Habría que pensarlo
un poco más adelante, pero el concepto general es que nosotros
queremos estar en la lista de la fuerza con la que estamos gobernando.
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