Cancelado. Desde la media mañana de ayer y durante
todo el día, las pantallas de Aeroparque y Ezeiza notificaban de
esa manera que los vuelos de Aerolíneas Argentinas y Austral no
partirían. Ni en ese momento ni después: el personal técnico
aeronáutico había dispuesto un paro sorpresivo y por tiempo
indeterminado, en rechazo a los más de 200 telegramas de
despido que según denunció el gremio despachó
ayer la empresa. Tanto en Ezeiza como en Aeroparque, las aglomeraciones
de cientos de frustrados pasajeros convirtieron rápidamente el
lugar en un centro de quejas y protestas. De todos modos, la gente más
tarde o más temprano iba siendo embarcada en vuelos de otras
líneas o endosaba los pasajes para otra fecha. Anoche, el conflicto
se mantenía y pese a las negociaciones existía la posibilidad
de que se prolongara durante la jornada de hoy.
Ayer, cientos de pasajeros se quedaron sin embarcar y las compañías
dispusieron endosar los pasajes para que los usuarios afectados pudieran
viajar por otras empresas o bien cambiar la fecha del pasaje. Cerca del
mediodía, el descontento ya empezaba a hacerse sentir entre los
frustrados pasajeros. Los que tuvieron más suerte encontraron lugar
en otro avión, pero cuando éstos empezaron a completarse,
gran cantidad de gente quedó varada.
Estas medidas individuales perjudican al conjunto de la ciudadanía
se quejaba Marcos, un empresario que tenía que viajar a Rosario
El problema es que si los técnicos lograran su objetivo yo me lo
bancaría, pero nunca se llega a nada. Matilde Bruero es abogada
y aguantaba la espera en la confitería: Tenía que
llegar a Mar del Plata antes de las 7 de la tarde, pero me pasaron a un
vuelo de LAPA que sale a las 19.45. Por lo menos viajo hoy (por ayer),
se resignó.
La medida de fuerza fue iniciada a las 10 de la mañana, cuando
los técnicos comenzaron a recibir noticias sobre el envío
de telegramas de despidos que, según denunciaron, llegaron a varios
trabajadores. El gremio que los nuclea es la Asociación del Personal
Técnico Aeronáutico (APTA), cuyo titular, Ricardo Ciriello,
aseguró que hasta tanto no sean reincorporados los trabajadores
despedidos, no será levantada la medida de fuerza. De acuerdo
a APTA, los telegramas ya fueron recibidos por 130 empleados de Aerolíneas
Argentinas y 68 de Austral.
En medio del creciente caos frente a los mostradores de Aerolíneas
y Austral en los aeropuertos, las empresas emitieron un comunicado como
explicación pública de la situación: calificaron
de ilegal la medida y dijeron lamentar profundamente
los inconvenientes que una minoría de trabajadores está
causando a los pasajeros y a las economías de ambas compañías.
En el comunicado, explicaron que el grupo de empresas encabezado
por Aerolíneas Argentinas está implementando un Plan Director
tendiente a mejorar su competitividad y sostuvieron que la mayoría
de los trabajadores ya aceptó negociar nuevos términos
convencionales. Sin embargo señalaron,
los integrantes del APTA se han negado sistemáticamente a negociar
una flexibilización de los convenios de trabajo y de sus niveles
salariales que permitan posicionar a las empresas en niveles de competitividad
y rentabilidad.
Aunque en el comunicado no se menciona la existencia de los despidos,
el técnico Emilio Oscar Mendi dijo haber recibido el telegrama.
No vamos a aflojar. El 16 de marzo ya habían echado a ocho
compañeros y los tuvieron que reincorporar, desafió.
El paro de APTA también afectó los vuelos internacionales
que Aerolíneas tenían previsto en el aeropuerto internacional
de Ezeiza y se registraron cancelaciones en Mar del Plata, Resistencia,
Catamarca y San Luis y reprogramaciones y demoras en Iguazú.
Ayer por la noche, Cirielli se encontraba en el Ministerio de Trabajo,
ante la posibilidad de una conciliación obligatoria, aunque previamente
advirtió que el Gobierno ya sabía de esta situación,
porque la semana pasada le habíamos informado que esto iba a ocurrir.
Las empresas LAPA, Pluna, Dinar y Southern Winds aprovecharon para despachar
sus avionescompletos y la confitería de Aeroparque se vio invadida
de inesperados clientes que, para hacer tiempo, consumían más
que nunca.
CHICOS
DE 6º Y 7º GRADO EN LA LEGISLATURA PORTEÑA
Bancas para los minidiputados
Por un día, sesenta chicos
de 6º y 7º grado de distintas escuelas porteñas trabajaron
de diputados, y se reunieron en la Legislatura de la ciudad para tratar
sus proyectos de ley. La actividad, realizada en el marco del programa
La Legislatura y la escuela, puso en evidencia los temas que
preocupan a los chicos: la inseguridad, la educación pública,
la infraestructura de la ciudad y la igualdad de derechos. Los más
grandes necesitamos de ustedes, para que nos digan cómo mejorarían
las cosas malas de la ciudad, les dijo a los diputados el jefe de
Gobierno, Aníbal Ibarra. Y los chicos no se guardaron nada.
La sesión arrancó poco después de las 14, presidida
por la vicejefa de Gobierno y presidenta de la Legislatura, Cecilia Felgueras.
El primer proyecto tratado fue presentado por la escuela de educación
especial Nº 33, que solicitó el otorgamiento de pases libres
para los acompañantes de los niños discapacitados que usan
transporte público. Lo pedimos porque a no hay una escuela
especial en cada barrio, y a veces la plata no alcanza para que los padres
paguen el colectivo para acompañar a los chicos, señaló
el diputado Nahuel. El proyecto se aprobó por unanimidad.
La primera discusión surgió a partir del proyecto de los
alumnos del Instituto Resurrección del Señor. Los miniediles
del colegio de Chacarita sugirieron que la ciudad done las casas que
están a su disposición para construir hogares-escuelas
para los chicos de la calle. Yo creo que la solución no es
hacer más hogares sino darles trabajo a los papás, porque
si no el país se va a llenar de hogares, opinó Julieta,
de la escuela Nº 15. Desde la banca del Resurrección llegó
el tirón de oreja para el Gobierno: Señora presidenta,
este tema se trató el año pasado y no prosperó. Exigimos
un mayor compromiso, reprochó María.
Un mar de murmullos invadió el recinto cuando cruzaron las puertas
varios mozos, llevando gaseosas, sandwiches de miga y alfajores para cada
diputado. Felgueras aprovechó el silencio provocado por la comida
para comprometerse con los chicos: les aseguro que no lo van a tener
que reiterar.
Los problemas de infraestructura en la ciudad también tuvieron
su lugar en el debate. Los chicos de la escuela Provincia de Córdoba
pidieron que se repare el techo de su escuela, pero también que
se revea el sistema de desagües pluviales en el barrio de Villa Crespo.
¿Y por qué no siguen el consejo del jefe de Gobierno
y no salen de sus casas?, preguntó Gabriela, del Antonio
Devoto. Hay gente que no se puede quedar en su casa porque la casa
también se le inunda, le contestó Le Yang, uno de
los autores del proyecto.
En la sesión se trataron también temas relacionados con
la seguridad. Los alumnos de la escuela República de El Salvador
pidieron más policías en el barrio. ¿Para qué,
si después los coimean y dejan ir a los ladrones?, preguntó
Gabriela. No todos los policías aceptan coimas, y además
nosotros tenemos derecho a estar seguros, le contestaron. Otro alumno
opinó que si el sueldo de los policías fuera más
alto, harían mejor su trabajo.
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