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RECOMENDACIONES PARA QUE SE VAYA Y CARGUE CON LA CULPA
Erman, el eslabón molesto

El ex ministro, citado a indagatoria el 7 de mayo, concentra el temor de los menemistas puros. Cada
vez más, lo ven como una escala.

Antonio Erman González,
ex de tres ministerios.
“Es muy posible que Erman
quede preso”, pronostican.

Por Martín Granovsky

Solo un destino individual preocupa más en el cortísimo plazo a los menemistas que el destino de Carlos Menem: el de Antonio Erman González. Y no es por generosidad. Los inquieta que si el 7 de mayo el ex ministro queda preso, las sospechas no terminarán en él sino que se verán estimuladas para ir un poquito más arriba, más alto, a la cabeza, y por cierto sin ningún movimiento sexy. Los pone nerviosos que tras Erman venga Menem.
González, a quien el ex ministro de Obras Públicas José Roberto Dromi calificó alguna vez como “un contador sin visión política”, es a la vez un sospechoso del fuero penal y ha sido citado a indagatoria por el fuero penal económico. Ex contador de la curtiembre Yoma, fue una pieza clave de la Era Menem desde el Banco Central, el Ministerio de Economía, el de Defensa, el de Trabajo, la embajada en Italia y la Cámara de Diputados. Igual que Emir Yoma, nada de lo que hizo pudo haber quedado fuera del control de Menem. Esa es, justamente, la razón por la que el ex Sup-Erman está recibiendo mensajes con incrustaciones de kryptonita verde.
Uno de ellos, surgido de boca de un abogado de confianza de Menem, que no es Mariano Cúneo Libarona porque él mismo dijo que se concentrará en la defensa de Emir Yoma, fue formulado en estos términos: “Es muy posible que Erman quede preso. Si queda en la cárcel, cosa prácticamente inevitable, se embromará él y embromará al resto. Entonces, mejor que se vaya”.
Otro mensaje tuvo una variante, sin duda más suave. Dice así: “Que por lo menos se vaya al exterior a preparar su defensa, porque si a la Justicia se le da por pedir la captura estos días ni podrá defenderse bien ni les dará chance a los demás de controlar la situación”.
Los dos mensajes convergieron en un atajo común el último martes, cuando llegó a oídos del ex jefe del Ejército Martín Balza algo presentado como información y otra cosa exhibida bajo la forma de un supuesto consejo. Lo primero: Erman se iría, como si ensayara una fuga preventiva. Lo segundo: ¿por qué no lo imitaba el propio Balza?
La respuesta del militar fue una cerrada negativa. Tal como publicó en exclusiva Página/12 ayer en su tapa, el general retirado hizo saber a sus interlocutores y desparramó en Tribunales el dato de que no era Erman y que no dejaría su casa. “Yo desayuno en el café de la esquina, y voy a seguir haciéndolo”, dijo a sus amigos desde su living de Junín y Santa Fe repleto de recuerdos de sus viajes por el mundo y de la guerra de Malvinas. “Espero tranquilo el juicio oral, porque ahí será fácil contar cómo eran las cosas y por qué no tuve nada que ver con el contrabando de armas, y además estoy tranquilo por una cosa: ¿se dieron cuenta de que soy el único que no figura en las agendas de Lourdes, la secretaria de Emir?”. Los menemistas puros no piensan lo mismo. Ni siquiera los que antes, con Menem en el gobierno, se limitaban a minimizar el contrabando de armas presentándolo como una estupidez anecdótica. “¿Las armas? Alguien las derivó y chau. ¿Por qué hay que dar tantas vueltas?”, se preguntó por ejemplo el entonces secretario general Alberto Kohan durante un viaje a Bogotá. “Es como dice Alberto”, corroboraba su colega de Defensa, Jorge Domínguez.
Ayer, un abogado de confianza de Menem como César Arias, ex secretario de Justicia, dudó por radio Rock and Pop de que la Justicia esté actuando de manera independiente. Y, como Alberto y Jorge, aclaró que “no es que justifique, pero quiero señalar que en toda venta de armas siempre existen los desvíos”. El ejemplo, según Arias, fue una venta de Raúl Alfonsín a través de Diego Palleros (el traficante actualmente en Sudáfrica) de tanques que después no habrían sido entregados a Panamá.
Otro abogado de confianza, en este caso de Erman González, es Fernando Archimbal, que también asesora a Emir Yoma. Ex juez y ex camarista federal en San Martín y en la Capital Federal, Archimbal estuvo vinculado a la Secretaría de Inteligencia del Estado durante el gobierno de Menem justocuando el aparato estatal fue puesto al servicio de Amira Yoma, aquejada entonces por las acusaciones de narcotráfico aquí y en España.
Por lo menos dos funcionarios de Tribunales dijeron a este diario que Archimbal fue, estos días, un ágil transmisor de mensajes relacionados con la causa de armas.
De todos modos, en las tácticas que tienen como eje a Erman González sobrevuelan muchas fantasías, como la idea mágica de que su fuga terminaría con la causa. Por eso el menemismo puro, el de quienes secundan al ex presidente, combina una ofensiva política que busca mostrar a Menem rodeado de todo el peronismo, como se informa en estas mismas páginas, con la extensión de las eventuales responsabilidades por el decreto de armas. El blanco sigue siendo Domingo Cavallo. Los expositores, además de Arias, pueden ser Eduardo Menem o la legisladora Marta Alarcia. Anoche, en A dos voces, Menem y Alarcia desplegaron la misma defensa:
Menem es un perseguido, como lo fue durante la dictadura militar.
No hay ninguna asociación ilícita probada.
Se están judicializando actos administrativos, es decir de ejercicio político de la Presidencia.
Si esos actos están mal, que paguen todos, empezando por Cavallo.
Por si las moscas, el ministro de Justicia, Jorge de la Rúa, debió aclarar que no cree que le pidan una reunión secreta para negociar una salida en las causas de armas, pero que si se lo reclaman no lo aceptará.

 

Kirchner y Britos, no

Las únicas voces justicialistas que se escucharon en contra de la convocatoria del partido para resistir la “persecución” (ver página 8) partieron de los diputados Cristina Kirchner y Oraldo Britos. La santacruceña afirmó públicamente que “con la posible citación judicial de Menem por el tráfico ilegal de armas no corre riesgo la gobernabilidad, como algunos intentan vender, sino la impunidad”. Opinó además, que para “acusar a Menem, no hay que basarse en los decretos de venta de armas sino en la protección de (Luis) Sarlenga y los avisos de diplomáticos argentinos sobre la triangulación a los que se hicieron oídos sordos”. El puntano prefirió emitir sus críticas durante la reunión del bloque: primero ironizó sobre el pedido de solidaridad del menemismo y les recordó que este sector, que ahora reclama unidad, fue el mismo que dio quórum para aprobar la delegación de poderes para el ministro de Economía, Domingo Cavallo. Ante la sorpresa de los seguidores del ex presidente y de los otros grupos, Britos les dijo: “Si hubo delito, que quien lo tenga que pagar lo pague”.

 

El menemismo junta al PJ para salir a cazar brujas

Casi todos los gobernadores �excepto Kirchner�, legisladores y peronistas que ocupan funciones �como Barra� participarán de la asamblea para denunciar una �persecución� a su partido y fustigar al fiscal Stornelli.

Hoy estarán casi todos los peronistas, tantos que hasta sacaron el busto guardado del General.

Por Felipe Yapur

Rápidamente se movilizaron y sin dudarlo se contactaron con los amigos y también con los más acérrimos adversarios que tienen en el partido. Para su suerte, encontraron el mismo análisis: la posible indagatoria de Carlos Menem en la causa de la venta ilegal de armas representa “un ataque institucional al partido” y “la politización de la justicia”. De esta coincidencia nació la convocatoria a lo que denominaron “asamblea justicialista” que se concretará hoy al mediodía y que mostrará juntos a la totalidad de los gobernadores del PJ –menos uno– con ultramenemistas como Rodolfo Barra, Eduardo Menem y Eduardo Bauzá y con los archienemigos del ex presidente Eduardo Duhalde y Carlos Ruckauf.
La asamblea, que según sus organizadores contará con 600 participantes, emitirá un documento donde se repudiará principalmente la “persecución” al justicialismo. La principal preocupación del menemismo es que el texto del comunicado lleve la firma de la totalidad de los presentes. Por ello se cuidarán de no exaltar la figura del riojano porque saben –porque se lo dijeron– “que el apoyo es hasta ahí, hasta el partido”. Convencidos de que el único capaz de mantener ese equilibrio es el gobernador cordobés, José Manuel De la Sota, a él se le encargó la redacción. De la Sota mantuvo contactos con varios gobernadores y los presidentes de los bloques parlamentarios para acordar las líneas generales del documento. Fuentes menemistas indicaron que el texto “criticará la consistencia del pedido de indagatoria realizado por el fiscal Carlos Stornelli, la judicialización de la política, la politización de la justicia y la persecución al PJ”, a la que muchos –entre ellos el propio Antonio Cafiero– compararon con la que se desató tras los golpes militares de 1955 y 1976.
Hasta el momento, el abroquelamiento del PJ funciona. Su primera consecuencia se sintió ayer cuando los senadores y diputados obligaron a suspender las sesiones en el Congreso ya que pretendían debatir en el recinto la situación judicial de Menem (ver nota aparte).
Para el mediodía de hoy está previsto que los gobernadores y la conducción de los bloques se reúnan en el despacho de José Luis Gioja. Allí se leerá el documento y se le harán las correcciones necesarias. Con las firmas frescas, bajarán hasta el salón Azul del Senado donde se encontrarán con intendentes, los jefes de bancadas provinciales y los peronistas que ocupan cargos institucionales. Es así que para la foto podrá verse también al auditor general de la Nación, Barra, y al defensor del pueblo Eduardo Mondino.
Los principales organizadores del operativo solidaridad con Menem fueron Carlos Corach y Eduardo Bauzá. Estos se dividieron la tarea para convencer a los gobernadores. Al único que no llamaron fue al santacruceño Néstor Kirchner ya que descontaban su negativa. Bauzá charló con el santafesino Carlos Reutemann, quien se solidarizó con la situación de Menem y confirmó su participación. Luego se abocó a la tarea de conseguir a Duhalde, quien envió dos emisarios a conversar con el mendocino: Eduardo Camaño y José Pampuro le transmitieron el mensaje del caudillo bonaerense, que coincide con el análisis de que “esto es un ataque al conjunto del peronismo y que hay que dejar de lado las diferencias”. A renglón seguido, le confirmaron la presencia de Duhalde.
Corach, en tanto, se ocupó de Ruckauf con quien se encontró el martes a la noche en un restaurante del barrio de Palermo. Compartieron la mesa con De la Sota y tras una breve charla, el ex ministro del Interior se comunicó telefónicamente con Menem. El primero en hablar fue Ruckauf:
–Te aclaro que la interna te la quiero ganar, las diferencias políticas entre nosotros existen pero no es razón para dejar pasar el ataque que está sufriendo el justicialismo–, le dijo el bonaerense antes de confirmarle la participación en la asamblea.
–Carlos, te agradezco el gesto–, fue la respuesta del ex Presidente.
Dirigentes cercanos a Ruckauf niegan que se haya concretado dicha cena pero en cambio confirman las declaraciones del gobernador y aclaran: “Espreciso separar la disputa política de lo judicial. Por eso el gobernador tiene muy claro que su pelea con Menem es el partido y no en la justicia”, indicaron los allegados al bonaerense.
Menem estuvo siempre al tanto de todo lo que ocurría. Ayer, al mediodía, almorzó con los senadores Bauzá y Eduardo Menem junto a los diputados Martha Alarcia, Ana María Mosso, Daniel Scioli, Claudio Sebastiani y Javier Mouriño. Según relataron varios de los comensales, charlaron sobre el futuro de la causa y sobre la presencia de los principales dirigentes del PJ en la asamblea. Nadie ocultó la alegría que les produjo la respuesta afirmativa de la mayoría que, dicen, superó sus expectativas. Los menemistas hasta hace unos días habían sentido el frío aislamiento que les produjo la convocatoria de Menem a la compra de dólares. Dicen los que estuvieron en la comida que el ex Presidente se mostró contento sobre todo con “la solidaridad de Ruckauf”.
Sin duda, la “asamblea justicialista” produjo un cambio momentáneo en el humor de los menemistas. Ayer, un hombre muy cercano al riojano se mostró distendido y hasta se dio el gusto de bromear sobre la posibilidad de que a Menem le dicten la prisión preventiva. Mientras observaba la tapa de un semanario donde Cecilia Bolocco, la novia del ex presidente, adelantaba que la fiesta de casamiento duraría tres días y sus respectivas noches, le comentó a este diario que “a él le convendría ir preso, porque a esa fiesta seguro que no sobrevive”.

 


 

SE LEVANTO LA SESION SOBRE LA AMPLIACION DE LA CONVERTIBILIDAD
Para evitar un escándalo en Diputados

Por Santiago Rodríguez

El caso de la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia se instaló ayer en el Congreso e impidió el tratamiento de las leyes previstas. La Cámara de Diputados debía debatir el proyecto de ampliación de la convertibilidad pero el PJ –después de una reunión de bloque signada por el malestar frente al pedido de indagatoria al Carlos Menem– solicitó suspender la sesión y los jefes de las demás bancadas accedieron, temerosos de que en el recinto se desatara un escándalo. Lo mismo ocurrió en el Senado, donde los peronistas argumentaron que no podían sentarse a tratar la derogación de la ley del “dos por uno” porque estaban ocupados en la organización de la asamblea justicialista, convocada para hoy en respaldo al ex presidente.
“El PJ ha solicitado, en función de los hechos de dominio público, la no realización de la sesión. La Alianza entendió que la modificación a la Ley de Convertibilidad requiere de un consenso lo más amplio posible, de modo que accedió al pedido”, explicó el titular de Diputados, Rafael Pascual, cuando la decisión de no bajar al recinto estaba tomada.
Pascual tuvo el primer indicio de que la sesión terminaría por naufragar a las diez de la mañana. A esa hora el jefe de la bancada peronista, Humberto Roggero, le anticipó que entre su tropa no era el mejor y que lo mejor sería dejar el tratamiento de la convertibilidad ampliada para la próxima semana porque de lo contrario se corría el riesgo de que la sesión derivara en un escándalo.
Roggero fue a ver a Pascual con esa propuesta en medio de la reunión de su propio bloque, donde el caso de las armas volvió a poner en evidencia las diferencias internas que dividen a los peronistas. Los menemistas proponían sentarse en sus bancas, si la Alianza conseguía quórum, para instalar el debate sobre la decisión del fiscal Carlos Stornelli y hacer una “defensa a fondo” de Menem. Los bonaerenses y los delasotistas, en cambio, se inclinaban por no alimentar la polémica y dejar que el respaldo al ex presidente salga de la asamblea justicialista que se realizará hoy.
La decisión del oficialismo de aceptar la postergación de la sesión dejó todo en la nada. El acuerdo se cerró en la reunión de Labor Parlamentaria, donde Roggero aseguró que llevará al PJ al recinto el miércoles que viene.
Pascual aclaró que la Alianza “tenía número para sesionar”, pero recalcó que la modificación de la convertibilidad “requiere un amplio consenso”. Por cierto, los aliancistas necesitan el apoyo del peronismo a la ley para asegurar su paso por el Senado, pero también aceptaron postergar su debate porque especularon que desde sus propias filas –sobre todo del lado de los disidentes como Elisa Carrió– surgirían virulentas respuestas al menemismo, que no harían otra cosa que alimentar el escándalo.
También el cavallismo accedió a posponer la sesión e, incluso, manifestó si preocupación por la trascendencia pública del caso de las armas. “La sobriedad y la discreción que deben evidenciar los altos funcionarios judiciales deben ponerse de manifiesto con la prudencia del manejo de la información correspondiente”, declaró el diputado y vicepresidente de Acción por la República, José Luis Fernández Valoni.
“Es un error mayúsculo no haber sesionado”, opinó el liberal Luis Díaz Colodrero y se preguntó: “¿Qué tiene que ver la Cámara con el pedido de indagatoria a un ciudadano presuntamente sospechoso de ser jefe de una asociación ilícita?”.
La reacción del PJ en el Senado fue distinta: desde Eduardo Menem hasta Antonio Cafiero, pasando también por Jorge Yoma salieron en defensa del ex Presidente. “Se trata de una persecución política”, consideró su hermano, quien calificó como “vergonzoso” el dictamen de Stornelli. Con algunos matices, los otros dos senadores también respaldaron a Menem.
El malestar del PJ llevó a suspender la sesión, aunque los aliancistas confían que la semana próxima la oposición volverá a colaborar con la sanción de las leyes que necesita el Ejecutivo. “Comprendemos la situación”, señaló el jefe del bloque radical Jorge Agundez ante el pedido del PJ de debatir la derogación de la ley del “dos por uno” otro día.

 

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