Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


URSO SIGUE ANALIZANDO LA POSIBLE CITACION A MENEM
“Yo no me siento presionado”

El juez se tomará �el tiempo necesario� para resolver. Es muy posible que cite a Menem, aunque tal vez no sea el primero de la lista.

Jorge Urso ratificó su respeto
por el fiscal Carlos Stornelli.
“Es un profesional competente y trabajó muchísimo en la causa.”

Por Adriana Meyer

”Nadie me ha presionado, no me siento presionado. Estoy trabajando en un tema que considero de una delicadeza muy importante”, aseguró ayer el juez federal Jorge Urso en las escalinatas de los tribunales de Retiro. Este magistrado, que debe decidir si ordena la detención del ex presidente Carlos Menem para indagarlo como jefe de la asociación ilícita que vendió armas a Croacia y Ecuador, tal como solicitó el fiscal Carlos Stornelli, aclaró que no hay plazos establecidos para resolver la cuestión. Pero adelantó que se tomará el tiempo “necesario” para hacerlo con “mucha paciencia y tranquilidad por la gran trascendencia institucional” de la medida. Una fuente cercana al magistrado precisó a Página/12 que “ese plazo no será de dos meses pero tampoco de tres días”. Y agregó que Menem sería convocado, aunque quizá no sea el primero de la lista ni bajo los cargos que le imputa el fiscal.
Los dos protagonistas centrales de la causa trataron de mostrar naturalidad y ayer actuaron sin modificar sus rutinas. Al mediodía Stornelli conversaba distendido en el comedor del noveno piso de los tribunales de Retiro, mientras que Urso abandonó un rato el juzgado para acudir al oculista. Y se defendieron mutuamente. “Es un profesional competente y ha trabajado muchísimo en la causa”, dijo el juez sobre el fiscal, que fue duramente cuestionado por un sector del justicialismo que lo acusó de querer “destruir las instituciones”. Stornelli replicó que “destruir las instituciones es pretender destruir a los que investigan”. Y aseguró que, en realidad, el embate en su contra es un intento de presionar a Urso. “Creo que ahora van a existir andanadas de presiones públicas para tratar de influir sobre el ánimo del juez, que es el que tiene que decidir”, señaló al tiempo que exhortaba a “dejarlo tranquilo”.
Urso y Stornelli cerraron filas para resistir juntos las repercusiones de las decisiones tomadas y las que vendrán. Este diario había dado cuenta de cierta irritación que había causado la decisión del fiscal en el juzgado de Urso. Si bien el juez sabía que Stornelli tenía la idea de apuntar contra Menem habría sido sorprendido porque no esperaba que la medida se produjera anteayer ni con esa magnitud. Sin embargo, un funcionario que frecuenta el despacho del magistrado transmitió a Página/12 que “le tiene mucho respeto y piensa que es un fiscal serio aunque a veces pueda disentir”. Y enfatizó que la reciente solicitud de Stornelli no había empañado la buena relación que mantienen.
Ambos negaron en público haber recibido presiones en las últimas horas. Sin embargo, uno de ellos tomó el consejo de un amigo que le sugirió mantenerse lo más lejos posible del teléfono. La fuente consultada aseguró que el juez prefiere dejar pasar unos días mientras se expanden las reacciones adversas del menemismo y parte del justicialismo en defensa del ex presidente. Pero aclaró que es consciente de que “ese ruido” es una forma de presión por lo cual se tomará un plazo suficiente como para no actuar en caliente y para “estar a la altura de una decisión histórica”, pero esa presión no le deja margen para dilatar demasiado la cuestión. En declaraciones a los cronistas de guardia en Comodoro Py, Stornelli justificó su decisión de solicitar la indagatoria de Menem como supuesto jefe de una asociación ilícita al reafirmar que “no queda otro camino”. Afirmó que no se sintió presionado “en absoluto” y que tomó su decisión “con total libertad”. Agregó que pidió la citación del ex presidente por su “convicción” y sus “sospechas” basadas en elementos y pruebas que figuran en el expediente. “Es una causa penal y estoy descubriendo la verdad, solamente eso”, declaró el fiscal. Y explicó que su requerimiento se basó en la resolución de la Cámara Federal que ordenó avanzar sobre las máximas autoridades de la asociación ilícita. Consultado en el mismo lugar pero en distinto momento, el juez Urso minimizó la reacción de los legisladores justicialistas que amenazaron con paralizar la actividad parlamentaria. “Yo trabajo para el Poder Judicial, no resuelvo bombas políticas sino penales”, advirtió.

 

¿Qué pasa con Cavallo?

El ministro de Economía Domingo Cavallo no fue mencionado en la resolución del fiscal Carlos Stornelli, pero este funcionario admitió ayer la posibilidad de pedir su declaración indagatoria. Cuando le preguntaron si había descartado esa medida respondió con un escueto pero contundente “no”. Cavallo estampó su firma en los decretos secretos que posibilitaron la maniobra pero sólo declaró una vez como testigo por escrito en 1999. Si bien la Aduana depende de Economía no habría tenido responsabilidad de controlar el contenido de los contenedores con las armas. Sin embargo esa cartera interviene en el sistema de cobros por reintegros a las exportaciones y en el otorgamiento de las cartas de crédito y en la posición arancelaria. Los investigadores hasta ahora habían considerado que Economía “tocó sólo en la puerta de salida”. Y Stornelli destacó en su dictamen que fue Cavallo quien se opuso a la venta de armas y municiones a Bolivia. Pero el juez estaría dispuesto a llamar a indagatoria a todos los firmantes de los decretos, por lo cual podría acusar al ministro de haber participado de los hechos sin imputarle ningún lugar preciso en la asociación ilícita. De todos modos, sus allegados comentan que antes de tomar esta decisión meditará sobre los aspectos institucionales, incluso de mayor relevancia que en el caso de Menem dada la delicada situación económica que atraviesa el país.

 

Las opciones del juez

El juez Jorge Urso no tiene plazos para decidir sobre la detención de Carlos Menem para indagarlo como jefe de una banda ilegal que vendió armas en forma clandestina, y la de Erman González y Martín Balza como organizadores del grupo. El fiscal es una de las partes de la causa y el magistrado podría escribir “téngase presente” y no hacer nada al respecto. Pero ayer sugirió que no será así al expresar que la presentación del fiscal Carlos Stornelli “deberá ser contestada por la afirmativa o la negativa”. La idea de Urso era escuchar en indagatoria a los ex ministros Erman González, Oscar Camilión y Guido Di Tella y recién después abordar la situación de Menem, pero sus allegados admitieron ayer que ante el cambio de escenario podría cambiar los planes. Sin embargo afirmaron que son seis los ex altos funcionarios que desfilarán por el juzgado: además de Di Tella, Camilión y González serían convocados Martín Balza, Menem y Domingo Cavallo. El enigma es en qué orden irán pasando, bajo qué cargos y grados de responsabilidad lo harán y quiénes perderán su libertad.

 

ROGER SE OFRECE COMO DFENSOR
“Sería un altísimo honor”

Por E.T.

“Para mí sería un altísimo honor participar en la defensa del ex presidente, Carlos Menem” en la causa por la venta de armas, dijo a este diario el ex Procurador General de la Nación, el penalista cordobés Oscar Roger. Luego de criticar con dureza el dictamen del fiscal Carlos Stornelli, al que basándose en los trascendidos periodísticos calificó como “frágil”.
–¿Asumiría la defensa del ex presidente Menem?, preguntó este diario.
–Yo estoy a su disposición. Soy su amigo y lo haría por lealtad hacia quien me designó en su momento Procurador General de la Nación y luego embajador en Grecia.
–¿Por qué afirma que la acusación de Stornelli es endeble?
–En base a los trascendidos periodísticos, es la declaración de Sarlenga la que fundamenta el dictamen. Pero se olvida que éste era un procesado.
–Pero todas las informaciones también sostuvieron que los dichos de Sarlenga le daban fuerza a muchas pruebas existentes.
–La causa tuvo un fuerte viraje luego de los testimonios de Sarlenga. No es posible involucrar a quien ha ocupado tan altas funciones, como así también a sus ministros, por simples sospechas. Decir que un ex presidente y ex ministro han organizado una banda no es una situación que tenga un sólido sustento.
Roger fue jefe de los fiscales en los primeros meses de Menem en la Casa Rosada. Ocupó el cargo luego de la renuncia de Andrés D’Alessio. Su amistad con Menem se remonta a 1952, cuando el abogado estaba al frente de la cátedra de Derecho Penal y el ex presidente era uno de sus alumnos. En sus tiempos de estudiante, Roger supo militar en el Movimiento Nacional Estudiantil. “Siempre fui un peronista ortodoxo”, se autodefinió. Su obediencia a Menem lo llevó a sancionar a los entonces fiscales federales Aníbal Ibarra y Hugo Cañón por realizar declaraciones públicas contra los indultos menemistas a las ex Juntas Militares que reinaron durante la última dictadura militar.

 

PRINCIPAL