La jueza federal María Servini de Cubría se excusó
ayer de resolver una medida cautelar que impida el pago de casi doce millones
de pesos al Grupo Yoma S.A. en concepto de exportaciones de la curtiembre
familiar que no fueron verificadas. Servini dijo que le provoca violencia
moral intervenir en causas en las que están involucrados
miembros de la familia Yoma y que por razones de decoro y delicadeza
prefiere no intervenir. El presidente del Banco Nación (BN), Enrique
Olivera, se reunió ayer con el juez federal Claudio Bonadío,
quien deberá hacerse cargo de la causa, y le manifestó su
profunda preocupación porque el tiempo pasa
y no hay definiciones. Si el juez no se expide mañana, el lunes
el banco deberá efectuar el pago a la curtiembre del empresario
preso por el escándalo de la venta ilegal de armas a Ecuador y
Croacia.
En la sucursal Chilecito del Banco Nación hay un plazo fijo que
vence el viernes por casi 12 millones que el grupo Yoma S.A reclama en
concepto de exportaciones que no han sido verificadas. El lunes, si el
juez Bonadío no dispone lo contrario, la curtiembre del ex cuñado
de Carlos Menem podría llevarse el efectivo gracias a una maniobra
avalada por la Cámara Civil, Comercial y de Minas de Chilecito
que el Nación y la AFIP denuncian como ilegal y la
inacción de la justicia en distintas instancias, incluida la Corte
Suprema.
Los denunciantes de la AFIP y del BN esperaban que Servini dictara una
medida cautelar que impidiera que los Yoma cobraran el dinero, pero la
jueza se excusó ayer de hacerse cargo del caso. Las relaciones
en estas actuaciones de integrantes de la familia Yoma provocan en mí
una carga subjetiva que conducen a inhibirme en el conocimiento del proceso,
fundamentó la jueza y aludió a las circunstancias
históricas que son de público conocimiento, en las que me
vi directamente afectada por actuaciones procesales a mi cargo y
que llegaron, incluso, a poner en tela de juicio mi honorabilidad.
La magistrada se refería al famoso Yomagate, causa de la que tuvo
que apartarse en su momento por las diversas recusaciones que fueron presentadas
en su contra. Las irregularidades que habría cometido la jueza
en la primera etapa de la instrucción de esa causa originaron pedidos
de procesamientos y sumarios administrativos y la intervención
de la Corte Suprema de Justicia. En ese sumario estuvo procesada la ex
secretaria de audiencias, y cuñada del entonces presidente Carlos
Menem, Amira Yoma, y los trascendidos indicaban que Servini de Cubría
favorecía la situación procesal de la ex funcionaria.
La causa está ahora en manos de Bonadío, quien anteriormente
también se había excusado, pero según informaron
en el entorno de Olivera ésta vez no podría hacerlo porque
la denuncia está radicada en la Capital Federal y el juez no podría
alegar una cuestión de competencia. Olivera se reunió ayer
con el magistrado para manifestarle su preocupación
por el avance de la causa, ya que si el juez no dispone lo contrario mañana,
el lunes el Banco Nación deberá hacer efectivo el pago.
LA
OA DENUNCIO A LOS YOMA POR COIMAS A UN EMPRESARIO
Ruckauf cayó en la volteada
El juez federal Gabriel Cavallo
tendrá que investigar al actual gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf,
al ex ministro del Interior José Luis Manzano, a Emir, Karim y
Omar Yoma y al italiano Giorgio De Lorenzi, que fue apoderado del Banco
de la Ciudad de Buenos Aires. Una denuncia judicial de la Oficina Anticorrupción
(OA) señala a esos y otros personajes, funcionarios y ex funcionarios,
como posibles ejecutores o cómplices de un pedido de coima a un
empresario italiano durante la gestión en los primeros años
del gobierno de Carlos Menem de un crédito para la instalación
de estaciones de gas natural comprimido en Argentina.
La OA denunció posibles maniobras desplegadas por ex y actuales
funcionarios públicos nacionales y provinciales y un cooperador
contratado con el fin de desviar un préstamo otorgado para
la construcción de 50 estaciones de gas natural comprimido
como parte de un tratado entre Argentina e Italia, señala la presentación
del área de Investigaciones de la OA, dirigida por Manuel Garrido.
El texto puntualiza que es posible que hayan existido los delitos de cohecho,
exacciones ilegales, tráfico de influencias y negociaciones incompatibles.
La denuncia se basa en los testimonios del empresario Vittorio Serri,
de su hijo Lorenzo, de su socio argentino Armando Torres, del ex director
del Banco Hispanoamericano, Giorgio Solighetto, y en documentación.
Sus relatos, algunos de los cuales habían sido oídos por
la Justicia italiana, coinciden en que De Lorenzi, que actuaba como intermediario,
pidió una coima o adelanto a los Serri. El cobraba
aportando facturas como asesor.
Vittorio Serri dijo en radios porteñas que pagó alrededor
de un millón de dólares como anticipo del negocio, dinero
que, a pesar de que el convenio no se concretó, nunca le fue devuelto.
Según declaró ante los investigadores de la OA, parte de
la plata pagada era, según le decía De Lorenzi, para José
Luis Manzano y para Carlos Ruckauf, entonces embajador en Italia. Los
Serri afirman que De Lorenzi era la mano derecha de Ruckauf, era
como el propio embajador. También contaron que en las negociaciones
intervino Ernesto Bessone, que se presentó como asesor del ex presidente
Carlos Menem. Serri (padre) contó que se reunió en Buenos
Aires también con Emir, Karim y Omar Yoma. Si no hay 5 por
ciento no hay negocio, dice Serri que le advirtió Omar Yoma.
En el ínterin existían, al parecer, conversaciones con la
firma italiana Corimec. El convenio financiero exigía una opinión
legal externa, que fue dada por Miguel OFarrell y el actual ministro
de la Corte Suprema, Antonio Boggiano. Un primer dictamen fue favorable
a los Serri. Un segundo dictamen corrigió el anterior sólo
con la firma de OFarrell, ya que Boggiano se negó a refrendarlo.
El acuerdo se hizo con Corimec, la misma empresa que en aquella época
le regaló a Menem la famosa Ferrari. El Estado argentino está
demandado por 100.000.000 dólares. La OA pide que se cite como
testigos entre otros a Boggiano, a Torres, a Lourdes Di Natale,
ex secretaria de Emir Yoma y al ex subsecretario de Energía de
la Nación, Julio César Aráoz.
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