En la segunda jornada del paro de la Asociación de Personal Técnico
Aeronáutico (APTA), siguieron las caras largas en Aeroparque y
en Ezeiza. Resignados a esperar, la mayoría de las personas que
tenían pasajes en Aerolíneas Argentinas o Austral aceptaron
el endoso del ticket y los más afortunados consiguieron lugar en
los aviones de otras líneas aéreas. Sin señales de
que el conflicto vaya a solucionarse en las próximas horas, el
Ministerio de Trabajo instó al gremio y a la empresa a garantizar
el 50 por ciento de los servicios. Las únicas caras felices
fueron las de los empleados de Lapa, Southern Winds y Dinar: sus vuelos
salieron completos, y se vieron obligados a confeccionar listas de espera
y agregar salidas especiales para varios destinos del interior del país,
en especial para la provincia de Córdoba.
Ojalá se fundan se oyó murmurar, entre dientes,
ante el mostrador de ventas y reembolsos de Aerolíneas-Austral.
Los frustrados viajantes, sin embargo, aceptaron el endoso del pasaje
y partieron rumbo al mostrador de otras aerolíneas. Lilian Champane
lleva medio día esperando: su vuelo debía partir a las 11,
rumbo a Resistencia, Chaco. Desde allí seguiría viaje hasta
una comunidad toba. Ahora está en lista de espera de Lapa, junto
con otras 23 personas, para un avión que la llevará hasta
Formosa. A mí el conflicto no me molesta, los trabajadores
tendrán sus razones; lo que me molesta es el silencio de los directivos:
nadie se preocupó por decirme si voy a poder viajar o no,
se queja. Mariana Martínez Alcántara, periodista, viaja
junto a Lilian: Con este tema perdimos un día entero de laburo,
encima Lapa no te acepta con prioridad: sus pasajeros viajan primero.
Tras el fracaso de las negociaciones que el gremio y la empresa habían
iniciado en la noche del lunes, la titular de la cartera de Trabajo, Patricia
Bullrich, reconoció que se trata de uno de los conflictos
más importantes que ha tenido que enfrentar el Ministerio,
y señaló que hubo una convocatoria para que las partes se
pongan de acuerdo sobre qué servicios esenciales se van a poner
en marcha. Por su parte, Ricardo Cirielli, secretario de APTA, indicó
a Página/12 que no se acatará el pedido del Ministerio,
porque en la reunión con la empresa no se habló en
ningún momento de las condiciones para las guardias mínimas.
El Ministerio presiona a los trabajadores con la amenaza de declarar
ilegal el paro, pero a la empresa no se la presiona para que revea los
despidos, añadió, para señalar finalmente que
se continuará con la medida.
Al aeropuerto de Ezeiza, los problemas llegaron con la noche: los vuelos
internacionales más solicitados de Aerolíneas Madrid,
Nueva York y Miami estaban programados en horario vespertino, pero
no pudieron despegar. Por otra parte, en las oficinas de atención
al cliente de la firma se tomaban reservas telefónicas, pero sin
confirmar fecha u horarios para los vuelos.
En tanto, dos amenazas de bomba se registraron ayer en los edificios de
Aerolíneas-Austral ubicados en Perú 2 y en Bouchard 547,
lo que obligó a desalojar ambas sedes. Personal de la brigada Explosivos
de la Policía Federal registró las oficinas, confirmando
que ambas amenazas que habían sido realizadas telefónicamente
habían sido falsas. Cirielli se mostró molesto con lo sucedido,
y comentó: Nosotros repudiamos todo tipo de intimidación
y todo uso de la violencia, porque estamos peleando con la fuerza de la
razón. La empresa prefirió no hacer declaraciones.
APARECIERON
BALEADOS Y ATADOS
Dos adolescentes asesinados
Dos cadáveres aparecieron
ayer en un descampado de José León Suárez. Eran casi
niños. No deben de haber tenido más de 14 o 15 años.
Uno de ellos tenía las manos atadas en las muñecas, hacia
adelante. El otro, a sus espaldas. Uno tenía en la cabeza un bolsa
de naylon. El otro tenía una mordaza. Los dos estaban llenos de
balas. Los encontró un vigilador privado cuando era casi la una
de la tarde. Estaban tirados debajo del Puente Negro, como se conoce a
ese punto en que el lugar en el que ocurrieron los fusilamientos de Operación
Masacre se convierte en La Horqueta. Anoche un hombre y una mujer de la
localidad de Bancalari estaban por reconocer los cuerpos para ver si eran
sus respectivos hijos.
Por la tarde ya habían llegado a hacer lo propio los padres de
dos adolescentes de Don Torcuato desaparecidos hace dos meses: no eran
sus hijos. Estos eran un poco más chicos todavía que los
suyos. Ambos eran morochos y llevaban puesto jeans, camisa y zapatillas.
En el brazo de uno estaba tatuado el escudo de Boca Juniors. En los bolsillos
había un par de monedas y una bolsita de pegamento, de las típicas
bolsitas con que se anestesian los chicos de la calle. Las dos personas
que anoche estaban por identificar los cadáveres en la morgue judicial
de San Martín explicaron que desde el lunes a la tarde no tenían
noticias de sus hijos de 14 y 15 años. Eran amigos y vivían
con sus familias en Bancalari.
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