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CAVALLO CONVOCO A 45 ECONOMISTAS PARA INFORMAR EL ALCANCE DEL AJUSTE
Volver un poco a la fuente de la ortodoxia

Para aplacar las críticas del �mercado�, Cavallo descendió de su lugar de �político� al de ministro de Economía para definir el ajuste fiscal, que será de 1010 millones de pesos. No cedió en la defensa de la incorporación del euro a la Convertibilidad.

Domingo Cavallo, ministro de Economía. No quería hablar de números, pero la corrida lo obligó.

Por David Cufré

El ajuste fiscal no tendrá la magnitud que reclama el mercado, pero será mayor a lo anunciado hasta ahora por Domingo Cavallo. El ministro reunió ayer en el Palacio de Hacienda a 45 economistas para darles a conocer sus próximos pasos. Entre ellos había varios de sus enemigos declarados, como Carlos Rodríguez y Jorge Avila, del CEMA. Hasta ahora Cavallo se había referido a sus colegas en forma más bien despectiva, acusándolos de no entender su programa. Pero ante la crisis financiera, tendió un puente conciliador y buscó influir sobre ellos para que, a su vez, transmitan una visión más optimista a inversores, empresarios y a la opinión pública. Una de las principales demandas de los economistas fue conocer la situación fiscal. Cavallo precisó que el ajuste será de 1000 millones de pesos, 300 millones superior a lo conocido hasta ahora.
Por otra parte, el ministro hizo una encendida defensa del proyecto que extiende la Convertibilidad al euro y reveló una incógnita: de acuerdo con su estimación, el nuevo sistema entrará a regir en febrero del 2002, ya que en ese momento se igualaría la cotización del dólar y el euro (ver aparte). Otra novedad importante que surgió de la reunión fue que en los próximos días el Gobierno eliminará los aportes patronales y los impuestos a los intereses y a los activos para favorecer a sectores de la producción. Será la primera medida concreta del plan de competitividad, que en un primer momento alcanzará a los empresarios de calzado, textiles y metalurgia. Y luego se extenderá a frigoríficos, terminales automotrices y autopartes. Cavallo indicó que se reclamará a gobiernos provinciales y municipales que imiten la baja de impuestos y eliminen trabas burocráticas que afectan a la producción.
Antes de partir a Washington para cerrar el acuerdo con el FMI, Cavallo buscó bajar los decibeles de su confrontación con los economistas que lo cuestionan. Como reclamaban, les entregó un informe detallado con las proyecciones para los próximos meses. El ministro tocó todos los temas que concentran la atención de los consultores. Uno de ellos fue el fiscal. Cavallo remarcó que se cumplirá con la meta de un déficit no mayor a 6500 millones de pesos convenida con el FMI. Y precisó que se logrará mediante un recorte del gasto público de 1010 millones, junto con los ingresos por 2200 millones del impuesto a las transacciones financieras.
“¿Habrá un canje voluntario de la deuda pública?”, preguntaron Miguel Angel Broda y Enrique Folcini. La respuesta corrió por cuenta de Daniel Marx, quien confirmó que se trabaja en la implementación de esa operación y mencionó que se estudia garantizar los nuevos bonos con la recaudación de impuestos (ver página 7). Cavallo remarcó que la reprogramación voluntaria de vencimientos aplacará la tormenta financiera, la cual, dijo, se disipará en los próximos días. También hizo hincapié en que en ningún momento se pensó en hacer una reestructuración forzosa de la deuda, ya que una medida semejante “traería gravísimos problemas al país”.
A lo largo de su exposición, insistió enfáticamente en que el objetivo prioritario de su gestión es lograr el crecimiento económico, y para ello es esencial regenerar las expectativas de productores y consumidores. “Si ése es el objetivo, ¿por qué se confunde a la población con el proyecto de la canasta de monedas?”, preguntó en tono de protesta Carlos Rodríguez. A esa altura, Cavallo ya había abandonado la reunión, por lo que no se dio un previsible cruce violento. Marx reiteró los argumentos que antes había expuesto su jefe. Dijo que es una reafirmación de la Convertibilidad ante los embates en favor de la devaluación y la dolarización, además de mejorar las condiciones de competitividad.
Lejos del reclamo de banqueros y economistas ortodoxos para que se olvide de ese proyecto, Cavallo dedicó buena parte de su exposición a resaltar sus ventajas. Y luego de reunirse con los consultores se entrevistó con diputados del oficialismo para analizar la estrategia legislativa que lleve a la sanción de la iniciativa. Pero varios de los economistas que estuvieron ayer en el Palacio de Hacienda reiteraron susdiscrepancias con el proyecto de la canasta de monedas. Entre otros, Roberto Alemann, Aldo Abram, José Luis Espert y Carlos Rodríguez. Otros de los participantes de la reunión fueron Daniel Artana, Alieto Guadagni, Mario Brodersohn, Martín Redrado, Orlando Ferreres, Manuel Solanet y Norberto Sosa.
Otro punto en el que se detuvo Cavallo fue el de la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central. “Lo habíamos consensuado con Pou y de ninguna manera fue un recorte a su poder sino que amplía las facultades para operar en la política monetaria”, subrayó el ministro, quien sabe del malestar de varios economistas por lo que consideran una intromisión de Economía en las políticas del Banco Central. Una vez que consideró aclarado ese punto, Cavallo resaltó que se seguirá adelante con una política monetaria flexible que motorice la reactivación.

 

Mingo puso la fecha

“Yo lo sé, pero por ahora no lo voy a decir”, respondió semanas atrás Domingo Cavallo cuando se lo consultó sobre cuándo se pondría en marcha la convertibilidad ampliada al euro. La pregunta obedeció a que el proyecto señala que la paridad del peso estará regida por el dólar y el euro el día que estas últimas monedas igualen su cotización. Finalmente ayer se despejó la incógnita: será en febrero de 2002. De acuerdo con la estimación de Economía, en ese momento el euro y el dólar valdrán lo mismo. El dato revelador figura en el informe que Cavallo entregó ayer a un grupo de consultores con los que estuvo reunido.
Sin embargo, entre economistas e inversores de todo el mundo circulan las proyecciones más diversas. Nadie puede asegurar en qué momento el euro alcanzará al dólar. La cotización actual es de 90 centavos de dólar por euro. En Europa existe un relativo consenso en que la igualación se producirá en el lapso de los próximos doce meses. Para Cavallo, ocurrirá en febrero del próximo año.
El ministro se entrevistó ayer con el jefe del bloque de diputados de la Alianza, Darío Alessandro, para estudiar la estrategia legislativa que lleve a la aprobación del proyecto de la canasta de monedas. Previamente, en el encuentro con los economistas había destacado que la iniciativa mejorará las condiciones de competitividad de la economía argentina. También había resaltado que el proyecto tiene la ventaja de clausurar las discusiones en torno de la devaluación y a la dolarización.

 

ECONOMIA PREVE AHORRAR EN ESA AREA UNOS 800 MILLONES DE PESOS
El premio mayor del ajuste lo sacó Anses

Por Cledis Candelaresi

La reestructuración de la Anses sigue siendo el capítulo fuerte del recorte de gastos que estudia Economía. Con ella, el Gobierno persigue la ambiciosa meta de ahorrar alrededor de 800 millones de pesos anuales, monto que, en el mejor de los casos, llegaría a la mitad para el presente ejercicio. Ese eventual ahorro incluye una medida polémica: la millonaria deuda pendiente a favor de nuevos jubilados que aún no han cobrado su retroactivo, obligación que suma más de 500 millones de pesos, el Estado la cancelará en cuotas.
El efecto de las nuevas medidas también está condicionado por las propias debilidades del sistema, que los cambios en ciernes no necesariamente eliminarán. La base de datos de la ANSES –sólo por citar una falencia– no detallan la relación filial de las personas, con lo que es prácticamente imposible usarla para verificar, por ejemplo, qué cantidad de hijos tiene un beneficiario de asignaciones familiares.
El Estado tampoco dispone de elementos para controlar adecuadamente el sistema compensatorio (por el cual los empleadores depositan sólo la diferencia entre sus aportes patronales y las asignaciones pagadas), fuente de permanente fraude. ANSES, por ejemplo, no tiene acceso a las declaraciones juradas que el empleador presenta ante la AFIP, de donde surge cómo calculó su obligación de pago o el eventual saldo a favor.
Las medidas en las que trabaja el gobierno apuntan a subsanar otras falencias de la Administración, que ocasionan al fisco pérdidas millonarias. Esas decisiones se agrupan en cuatro categorías:
Alivio financiero. El Poder Ejecutivo ya firmó tres decretos que permiten, por un lado, pagar en cuotas –en la medida que haya crédito presupuestario– los haberes que debe a los nuevos jubilados, desde que éstos iniciaron el trámite hasta que cobran su primer haber. Las angustias fiscales del sistema de Seguridad Social hicieron que este pago se haya demorado más de lo habitual, generando un pasivo superior a 500 millones.
Por el otro, eliminan el sistema de pago directo de asignaciones a pymes y trabajadores que cobran menos de 100 pesos. Este régimen, concebido como un mecanismo para eludir las estafas al fondo compensador, también dio lugar a desfalcos varios como la creación de empresas fantasmas, fundadas para cobrar beneficios indebidos. Ahorro previsto: 200 millones.
Control de asignaciones con el CUIL. Parece una idea obvia, pero hasta ahora no se pudo instrumentar: muchos beneficiarios figuran en la base de datos por su nombre, otros por su apellido, y otros por su documento: la intención es unificarla con la asignación de un CUIL para todos, que permita el cruce con otras bases. Si esta herramienta permite mejorar la fiscalización sobre el fondo compensador, se podría ahorrar 100 millones por año. Pero esa “cuilificación” generalizada requiere un nuevo soft que hasta ahora nadie quiso asumir la responsabilidad de comprar. Quizás con la creación de un ministerio de la Seguridad Social el tema quede resuelto.
Depurar cajas provinciales y suspender jubilados que son también activos. La ANSES detectó 11 mil casos de jubilados que trabajan, a pesar de que están bajo un régimen que define como incompatible esta duplicidad.
Del mismo modo, la intención es dar de baja selectivamente a los jubilados del interior que gozan de alguna prerrogativa especial: un caso testigo es el de unas 50 maestras riojanas que abandonaron la actividad a los 40 años. El ahorro previsto en uno y otro caso es de 100 millones de pesos anuales. El mayor control también contemplaría a quienes cobran seguros de desempleo, para evitar que los activos sigan percibiendo ese beneficio; del mismo modo, se prevé un mecanismo para obtener información real de los registros de las personas, de modo tal que se evite el pago a fallecidos. El ahorro pautado es de 20 y 6 millones por año, respectivamente.
Recorte de gastos operativos. Esto incluye desde el desmantelamiento de cuerpos directivos a la bancarización de los pagos prestacionales, paraevitar la alta comisión que cobran los bancos por pagar jubilaciones. En el futuro, cada jubilado dispondría de una caja de ahorro, donde ANSES depositaría su haber. Según especulan en el gobierno, captar a muchos abuelos como clientes podría ser un estímulo suficiente para que muchas entidades financieras acepten el cambio de régimen de buena gana.

 

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