Las actitudes de Juan Román Riquelme siguen sorprendiendo, tanto
dentro como fuera de la cancha. Por más que el técnico Carlos
Bianchi ya lo había descartado para el partido ante Independiente
por el esguince de tobillo que padece desde el encuentro ante Central,
el talentoso volante le pidió que lo tenga en cuenta porque tiene
ganas de jugar. La decisión final sobre la presencia de Riquelme
será tomada hoy cuando el cuerpo técnico lo exija a fondo
para conocer su respuesta física. La solicitud de Román
se produjo un día después de que su representante, Marcos
Franchi, llegara a un acuerdo con el Barcelona por su futuro contrato
por una cifra que ronda los 17 millones de dólares. Los catalanes
confirmaron ayer la transacción y señalaron que lo único
que resta es que Boca y el jugador encuentren una solución al tema
del resarcimiento que pide Román.
Riquelme sufrió un fuerte esguince de tobillo izquierdo el pasado
domingo, cuando Boca venció 2-1 a Central, como consecuencia de
una infracción del mediocampista rosarino Diego Erroz. El conductor
boquense siguió en la cancha hasta la finalización del primer
tiempo y en ese lapso convirtió el primer gol de su equipo, aunque
luego fue reemplazado. A partir de la evolución en los primeros
días, Bianchi lo descartó para el encuentro con Independiente.
Teniendo en cuenta que Boca ya no tiene chances concretas en el Clausura,
se especulaba con que el jugador sería preservado también
en los dos compromisos posteriores, ante el Deportivo Cali por la última
fecha de la primera fase de la Copa Libertadores, y ante Talleres por
el Clausura. De esa manera, Riquelme retornaría al equipo ante
el Junior de Barranquilla por los octavos de final de la Copa. Claro que
a partir del pedido del jugador, es posibilidad parece caerse y reflotó
la chance de que Román juegue el clásico.
En la práctica de ayer, Riquelme no fue exigido, y apenas se dedicó
a trotar suavemente alrededor de la cancha. Sin embargo, la inflamación
en el tobillo bajó notoriamente, por lo que más allá
del pedido, es probable que esté en condiciones de actuar. En caso
de que Riquelme no responda, su lugar en el equipo será ocupado
por Walter Gaitán, que ya está recuperado de la dolencia
que le impidió estar en los últimos encuentros. La otra
opción que maneja el técnico es el retorno de César
La Paglia, que en la práctica de ayer redondeó una muy buena
actuación.
Mientras tanto, en el plantel de Boca cayó muy bien la noticia
de que Román arregló su situación con el Barcelona,
más allá de lo que significa la pérdida del mejor
jugador del equipo. Ha llegado el momento de que se vaya y salga
por la puerta grande del fútbol argentino, comentó
Mauricio Serna, que remarcó que Riquelme se merece esa transferencia.
Vamos a perder un gran jugador, un gran compañero, un ser
humano importante. Pero bueno, se han ido otros muchachos y nosotros seguimos
luchando, afirmó el jugador colombiano.
Claro que para los jugadores de Boca la venta del volante también
trae otros beneficios. La dirigencia del club se comprometió a
utilizar el dinero que ingrese para saldar la deuda que mantiene con el
plantel. Entre premios y primas atrasadas, los futbolistas deben cobrar
alrededor de 8 millones de dólares, una cifra mucho menor a los
22 limpios que ingresarían por el pase. Si él se va
entrará plata y nos van a pagar, señaló Serna
en medio de carcajadas. Lo cierto es que pese a la humorada, los jugadores
estaban esperando que se concretara una transferencia para que el club
les pague lo que les adeuda.
EL
REDITO ECONOMICO DE LAS SELECCIONES
Tanto jugás, casi tanto valés
Los buenos resultados en la
cancha pueden verse confirmados en las cuentas, y así parece suceder
con el rendimiento de la Selección Argentina; pero una mirada a
la tabla de las eliminatorias y los balances de las asociaciones indica
que la correlación no siempre es directa. La Selección Argentina,
puntera en las eliminatorias sudamericanas, con el 80 por ciento de los
puntos y seis de ventaja sobre su escolta, le ha redituado a la AFA casi
16 millones de pesos en el ejercicio 2000, y acaba de reportarle a la
entidad que preside Julio Grondona unos 3.500.000 dólares por un
contrato que ISL Argentina le consiguió con Repsol-YPF. Sin embargo,
en Brasil y Chile, las cuentas no rinden igual.
Es cierto que el scracht no está jugando bien, que tuvo problemas
para sacarle el empate a Perú en San Pablo, y que algunos de sus
jugadores mostraron poca contrición saliendo a bailar tras la penosa
demostración en el Morumbí, pero Brasil está clasificándose
para el Mundial 2002. De todas formas, el valor de mercado de la selección
brasileña cayó un 60 por ciento desde que conquistó
su último título mundial, en 1994.
Por entonces, el equipo nacional recibía un millón de dólares
por cada amistoso, una cifra que se ha reducido a 400 mil dólares
en la actualidad: la Selección Argentina recibe cerca de 700 mil
dólares por un partido similar. Para O Estado do Sao Paulo, la
cotización de Brasil en el mercado futbolístico tiende a
bajar, si el técnico Emerson Leao persiste en su idea de prescindir
de figuras como Rivaldo, Roberto Carlos y Cafú. Brasil cosechó
el 58 por ciento de los puntos disputados.
Curiosamente, la selección de Chile, que está prácticamente
eliminada del próximo Mundial, le dejó en el 2000 a la Asociación
Nacional de Fútbol Profesional un superávit de 3.270.000
dólares, según el balance que se dio a conocer ayer en Santiago,
un día después de caer como local ante Uruguay. Tras doce
partidos en las eliminatorias, Chile reunió 10 puntos (el 27 por
ciento), ya cambió un entrenador (Pedro García sustituyó
a Nelson Acosta) y está a nueve puntos del quinto clasificado,
Colombia, que hoy estaría jugando el repechaje.
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