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PETECO CARABAJAL PRESENTA EN VIVO “ARDE LA VIDA”
“Este es mi premio Gardel”

El santiagueño aprovechará los shows para presentar nueva banda. �Ahora hay muchos grupos que hacen lo que yo hacía�, explica.

Planteo: �¿Cómo pueden ser referentes chicos como Soledad o Luciano Pereyra? Yo escucho a Yupanqui, a Mercedes Sosa, a los grandes de verdad�.

Peteco mostrará sus nuevas canciones hoy y mañana en La Trastienda.

Por Karina Micheletto

Llega una hora tarde a la cita e invita a almorzar como si nada. “Peteco, la chica se tiene que ir rápido”, le dice con tono de madre la encargada de prensa. Peteco Carabajal es despistado, olvidadizo e impuntual, declaran quienes lo conocen. También afirman que es una de las figuras más respetadas del ambiente, por su trayectoria y por la cantidad de gestos que circulan en forma de anécdotas y que lo definen. Cuando termina la nota, la milanesa descansa fría en su plato y el tiempo ha adquirido un tinte levemente santiagueño. “No hay que apurar las cosas, hay que dejar que maduren”, repite con mansedumbre el músico y compositor. Así fue haciendo su último disco, Arde la vida, que presenta hoy y mañana en La Trastienda junto a Víctor Carrión en vientos, Juan Gandhi Antuz en guitarra, bajo y percusión y Demi Carabajal en voz y percusión.
Compuesto en su mayoría por temas nuevos, el disco presenta canciones, chayas, zambas y, por supuesto, chacareras. Hay un poema de Atahualpa Yupanqui musicalizado por Carabajal (“El violín del monte”), una zamba en la que canta junto a su hijo Homero, de 9 años, y una interesante mezcla de chacarera y murga con el grupo La Chilinga como invitado, “Hermano provinciano”. “Ese tema es muy especial porque habla del encuentro de culturas a partir de la llegada de los provincianos al Gran Buenos Aires, cuyos hijos y nietos nacieron acá y heredaron esa mezcla cultural”, dice el músico, cuya infancia transcurrió en la Boca, Solano y Villa Caraza.
–¿Por qué decidió cambiar la formación de su grupo?
–Hoy hay muchos grupos que tienen lo que yo tenía hasta hace poco: bandoneón, piano, batería, guitarras, bajo, violín y coros. No sé si se copiaron, pero resultan muy parecidos, y eso no me gusta. Además, yo venía trabajando con esa formación desde hacía casi diez años, y me dieron ganas de cambiar. Cada tanto necesito hacer un giro, aunque haya encontrado una fórmula que gusta y está funcionando. Y estoy muy contento, salió un disco más cálido.
–Y tiene por primera vez una murga. ¿Por qué?
–El año pasado estuvimos ensayando para un festival de percusión en Sudáfrica que finalmente no se dio. Nos juntamos con el Chango Farías Gómez, La Chilinga y Los Piojos, y ahí experimentamos lo que es mezclar los tiempos de dos de una murga con el tres por cuatro o seis por ocho de una chacarera.
–En los Premios Gardel integró una terna que ganó Luciano Pereyra. ¿Qué sintió frente a eso?
–Ya de movida la terna estaba mal constituida, porque el del Chango Spaciuk era un disco instrumental y tendría que haber ido a ese rubro. Y los que votaron eligieron a Pereyra, qué puedo decir.... me hubiese gustado ganar ese premio, pero el Gardel ya me lo entregué al momento de grabar este disco, que para mí es uno de los mejores que hice. No necesito un premio para reafirmarlo.
–Parece enojado...
–Lo que me enoja es el criterio que tienen los que manejan el negocio del disco, que prefieren vender lo fácil antes que elegir calidad. El folklore nunca tuvo protección, y los que estamos en la música nos tenemos que defender como podemos. Hay muchísima gente joven de enorme talento que jamás va a ser conocida, porque el negocio apoya sólo al éxito seguro, y así es muy difícil que la música evolucione. Sería bueno que la gente tome conciencia al momento de decidir. Yo pediría primero que se compre lo de acá antes que lo de afuera, así sea de la mejor calidad, y que entre los artistas locales se distribuya un poco más ese apoyo, para que sea posible la posta.
–¿Cuáles son las figuras jóvenes en condiciones de asumir esa posta?
–Puedo nombrar a Raly Barrionuevo, Coplanacu, Horacio Banegas, Roxana Carabajal. Son gente talentosa, los conozco y no van a traicionar el camino emprendido, que se van a preocupar por rescatar buenos autores, por acercar con sus voces el color local. Tienen los pies sobre la tierra y no se suben al caballito del boom del folklore joven, que vende bien pero es una mentira. Se dio un fenómeno que hizo que todos los que están en este negocio se prendieran con los jóvenes. Pero sólo movilizaron los títulos, mientras que falta lo más importante. Por eso creo que hicieron un pequeño daño al obsequiar livianamente títulos como “el dueño del folklore joven” o “la número uno del folklore”. Son etiquetas que se le ocurren a alguien que está sentado en una oficina porque le conviene, y nada más. No hay por detrás un trabajo que justifique tamaño título, por una cuestión natural: ¿Cómo puede ser un referente Soledad o Luciano Pereyra, cómo podría haberlo sido yo a los 18 años? Cuando necesito algo para mi espíritu no pongo un disco de Soledad; escucho a Atahualpa, a Mercedes Sosa, a los grandes de verdad.

 


 

PABLO MILANES VS. LAS VERSIONES
No me homenajeen tanto

El cubano Pablo Milanés dijo ayer en Venezuela que considera “lamentables” varias de las versiones de temas suyos grabados por intérpretes que dicen que lo homenajean. De todas maneras, aclaró que un autor debe aprender que sus canciones serán interpretadas más allá de su gusto y/o voluntad. “Desde el punto de vista estético a veces es defraudante y otras veces es un éxito que graben mis temas. Pero a veces siento que me destruyen las canciones. Las canciones las puede cantar cualquiera, les doy ese derecho. Desgraciadamente, también hay que juzgarlas y entonces uno dice: ‘Me la destruyó’”, señaló el autor de “Para vivir”. Por otro lado, Milanés admitió que los jóvenes cubanos no cantan ya los temas de la Nueva Trova con el fervor de los años 70, pero afirmó que las “quieren de otra manera”. “La juventud las ha ido incorporando al cancionero popular, así como se ha insertado el bolero y el resto de la música. Lo que no es lo mismo es el fervor”, juzgó. El cubano y la venezolana Soledad Bravo concretaron esta semana cuatro actuaciones conjuntas a sala llena en el principal teatro de Caracas.

 

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