El director gerente del Fondo Monetario Internacional, Horst Koehler,
y el director para el Hemisferio Occidental del organismo, Claudio Loser,
coincidieron ayer en Washington en criticar el proyecto de Domingo Cavallo
de introducir el euro a la Convertibilidad. En tanto, el ministro argentino
era esperado con ansiedad por los asistentes a la reunión de primavera
de la institución. El anhelo responde al generalizado temor por
las repercusiones que una crisis en Argentina podría inducir sobre
la economía de la región. Más en contexto en que
el Fondo es cuestionado en su efectividad para predecir crisis financieras.
Soy un gran defensor del buen papel del euro, pero eso no tiene
nada que ver con Argentina, expresó Koehler. Mi posición
es absolutamente clara: hay una Ley de Convertibilidad y un tipo de cambio,
y basamos nuestra cooperación y nuestro consejo en ese marco y
en nada más, agregó. El sistema que liga al peso con
el dólar ha funcionado en Argentina desde su inclusión
a comienzos de los 90 y seguirá funcionando, afirmó.
Creo que lo adecuado es ceñirse a la Ley de Convertibilidad,
concluyó Koehler.
Por su parte, el argentino Claudio Loser precisó que la idea
puede ser razonable a mediano plazo, pero este no es el momento para un
cambio de régimen, sugirió. El director del departamento
para el Hemisferio Occidental consideró que todas las negociaciones
actuales para reformular el programa vigente entre Argentina y el FMI
se basan en el sistema establecido de un peso=un dolar. El funcionario
estimó que si en Argentina hubiese estado vigente el sistema propuesto
por Cavallo hubiera significado poca diferencia en los resultados
de los últimos tres años. Nosotros seguimos manteniendo
que el régimen actual es el más conveniente, insistió
Loser.
El técnico del FMI también anunció el cambio en la
proyección de crecimiento para Argentina. En el reciente Panorama
Económico Mundial el FMI había proyectado un aumento
del producto argentino del 2 por ciento para el 2001. Loser aclaró
que esa meta probablemente no será lograda. El país
todavía no da señales de salir de una recesión que
lleva más de 34 meses. Según datos más actuales y
si la economía se reactiva, la tasa de crecimiento argentina
estaría entre 1,0 y 1,5 por ciento, concluyó.
El titular del Fondo desmintió haber tenido diferencias con Cavallo,
con quien dijo haber hablado por teléfono varias veces y reunido
en la reciente cumbre de presidentes del ALCA en Toronto. La calidad
del diálogo entre el FMI y el gobierno argentino es
excelente, describió.
Koehler agregó que esperaba la llegada del ministro para dialogar
sobre cuál será el programa fiscal que empleará para
reencauzar los compromisos asumidos con el FMI y aseguró que Cavallo
no pidió dinero y que por ello su enfoque es
acertado. Además el ministro tiene razón en
centrar su programa en mejorar la competitividad de la economía.
En otro orden, Koehler admitió que existe preocupación
por la Argentina y que hay señales de que la crisis
local está afectando a otros países, sobre todo a Brasil.
Este dato parece haber estado presente sobre todo en los periodistas brasileños,
quienes interrogaron a la máxima autoridad del FMI sobre qué
medidas adoptaría en caso de que Argentina se declare en
bancarrota. El funcionario, luego de aclarar que esa era sólo
una hipótesis, señaló que no hay motivos
para pensar que no se encontrarán las soluciones.
A pesar de que también el presidente del Banco Mundial, James Wolfenshon,
declaró que la situación argentina está encarrilada,
el tema de las crisis argentina concentra, en la zona latinoamericana,
el interés en la agenda de la reunión semestral de ambas
instituciones internacionales. La máxima autoridad del FMI abrió
el paraguas e indicó que el Fondo intensificará sus esfuerzos
por prevenir las crisis financieras. Aparentemente, Argentina se convertirá
circunstancialmente en el laboratorio de la nueva estrategia. Cuando una
vez más se le preguntó por el riesgo de contagio
al que estaría expuesto Brasil por parte deArgentina, Koehler aprovechó
la oportunidad para diferenciar ambas economías al afirmar que
Brasil tiene sus fundamentals muy sólidos.
La crisis de Argentina es un tema muy sensible al FMI, pues el organismo
ha recibido en los últimos años críticas de distintos
sectores que cuestionan su capacidad para anticipar los problemas, situación
que obliga luego a costosísimos salvatajes. Estas críticas
fermentaron en el núcleo duro del partido republicano durante las
dos administraciones consecutivas del demócrata Bill Clinton. El
principal detonante de las voces adversas fueron los miles de millones
de dólares desperdiciados durante la crisis rusa. El
actual gobierno de George W. Bush parece haber recogido los reclamos y
desde el Congreso estadounidense se alzan voces que cuestionan los recursos
que se destinan a ayudas financieras de países en crisis. El argumento
es que los únicos beneficiarios de las ayudas financieras terminan
siendo los bancos acreedores antes que los países mismos. Tal es
el marco que encontrará Cavallo y de aquí la satisfacción
de Koehler de que no haber recibido pedidos de fondos excepto los comprometidos
como parte del blindaje. Sin embargo esto no significa que
los grifos del organismo estén completamente cerrados. Koehler
anunció que el FMI está dispuesto a brindar una ayuda financiera
adicional, si se requiere, a los 10.000 millones de dólares ya
comprometidos.
Cruzados dolarizados
El menemismo parece cada vez más obstinado en seguir a
ultranza los dictados dolarizadores de su líder. Luego de
la incitación a la corrida cambiaria llevada adelante por
Carlos Menem, un grupo de los diputados próximos al ex presidente
presentaron un proyecto que propone fijar el dólar
de los Estados Unidos de América como única moneda
de curso legal en la República Argentina. El proyecto
tiene cuatro artículos: el primero propone la dolarización,
el segundo fija un plazo de 90 días para su puesta en marcha,
el tercero deroga la Convertibilidad y el cuarto faculta al Poder
Ejecutivo para iniciar negociaciones con el gobierno de los
Estados Unidos a fin de establecer un Tratado de Unión Monetaria.
La iniciativa fue redactada por la diputada cordobesa Martha Alarcia,
y lleva las firmas de otros referentes menemistas en la Cámara,
como Ana María Mosso, Claudio Sebastiani, Javier Mouriño,
Olijela Rivas, María Chaya y Norma Miralles de Romero, entre
otros.
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Temores por México
y Brasil
El director del FMI, Horst Koehler, expresó su convencimiento
de que México y Brasil serán capaces de capear
el temporal que se cierne sobre sus economías e indicó
que ambos países tienen una estructura sólida, que
les permitirá superar las turbulencias actuales, causadas
por crisis exteriores. Koehler aseguró que México
podría acogerse a la línea de crédito contingente
del FMI, hasta ahora nunca utilizada, y que las conversaciones podrían
llegar a un buen resultado antes de este verano.
En el caso de México, el mayor riesgo proviene de la desaceleración
económica estadounidense, debido a sus fuertes lazos con
su socio en el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica
(TLC), mientras que Brasil sufre las consecuencias del contagio
de la crisis de Argentina, agregó. Koehler, quien parece
tener discursos armados que aplica para distintos países
es célebre su expresión va por el buen
camino usado para las más variadas economías
consideró por separado que tanto Brasil como México
tienen fundamentos sólidos y lograrán
capear el temporal.
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EL
BANCO MUNDIAL TAMBIEN CRITICA PERO LIBERA FONDOS
El euro no termina de convencer
Los ejecutivos del Banco Mundial
esperan darle una grata noticia a Domingo Cavallo, no bien el ministro
ponga un pie en Washington. David de Ferranti, vicepresidente de la entidad
financiera, dijo ayer que en junio estarían disponibles los 900
millones de dólares que el BM asistirá como parte del blindaje.
Por otra parte, De Ferranti ya dio la bendición al megacanje de
bonos que instrumentará la Argentina. Tiene el potencial
de ayudar bastante. Podría ser claramente beneficioso para el país,
opinó.
No obstante, y en sintonía con lo manifestado por la cúpula
del Fondo Monetario, el Banco Mundial también pone objeciones al
proyecto de Cavallo de flexibilizar la Convertibilidad, integrando al
euro. Existe preocupación porque el debate ha sido confuso
para los mercados, apuntó durante una conferencia de prensa
realizada en Washington. Diplomático, no obstante, aplaudió
el hecho de que los funcionarios fueron serios al afirmar que no
habrá una devaluación y que no se trata de un alejamiento
del plan de convertibilidad en el corto plazo.
El compromiso del Banco Mundial a fines de 2000, cuando se selló
el blindaje, fue efectuar un aporte de 2500 millones de dólares.
Pero ese préstamo no se hará de un solo golpe sino que habrá
varios tramos. El primero por 900 millones se liberará
recién en junio, ya que debe aguardarse la formalidad de la aprobación
del directorio de la entidad. El resto se irá desembolsando en
distintos momentos, entre este año y el próximo.
Domingo Cavallo negó ayer que vaya a gestionar tanto una ampliación
de ese aporte como un adelantamiento del mismo. Ambas versiones circularon
con fuerza hace un par de semanas. Pero el Gobierno eligió el camino
de lanzar bonos, sellando acuerdos con los bancos y las AFJP, y realizar
un canje de títulos por unos 20.000 millones de dólares,
operación que se llevará a cabo hacia mediados del próximo
mes. De Ferranti confirmó los dichos del ministro. Las autoridades
argentinas no han pedido ningún cambio en la entrega del aporte,
dijo.
En el informe de primavera sobre la región, el BM consideró
que el paquete de ayuda económico está ayudando al
gobierno a remover los impedimentos que enfrenta el país para mejorar
su productividad y lograr crecimiento económico y desarrollo social.
El reporte, presentado por De Ferranti y Guillermo Perry, jefe del equipo
económico del BM para la región, sostiene además
que los fondos aportados por la entidad buscan mejorar la eficiencia
del sector público, reducir las inequidades en el sistema impositivo
y combatir el fraude y la evasión fiscal.
OPINION
Por Alfredo Zaiat
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El regreso de López
Murphy
Fueron casi 40 días el tiempo que tardó en volver
ya no con bigotes marciales sino con la calva mágica. El
regreso fue con un ajuste todavía más fuerte que el
que lo obligó a pasar a cuarteles de invierno. El decía
que el desvío fiscal y, por consiguiente, la necesidad de
comprimir las cuentas era de 2000 millones de pesos. El anuncio
de las medidas para ordenarlas provocó una reacción
de la sociedad que lo tumbó. Ahora, su reencarnación
con ojos saltones anunció que el desequilibrio proyectado
sin el IVAzo y sin más impuesto a las transacciones financieras
se elevaba al doble, a 4000 millones. Ricardo López Murphy
retornó duplicado con Domingo Cavallo.
Duró poco el tímido intento por ampliar los estrechos
límites de la Convertibilidad. El golpe de mercado con una
tasa de riesgo país en niveles record castigó a un
Cavallo que regresó mansamente a la fuente de la ortodoxia
económica. Abandonó la idea de que lo primero es el
crecimiento para luego conseguir la solvencia fiscal. Ayer lo dijo
con claridad, para que nadie confunda su nuevo traje: El objetivo
es eliminar el déficit fiscal. Así, Cavallo
como antes Machinea, apuesta a un esquivo círculo virtuoso
que se precipitaría con una baja de la tasa de interés
a partir de mejorar el estado de las cuentas públicas. Vale
sólo como antecedente que Machinea fracasó una y otra
vez en esa meta, profundizando la recesión en cada uno de
sus intentos. El impuestazo de Cavallo impactará con más
intensidad en el bolsillo de la clase media que queda, con lo que
difícilmente pueda mejorar expectativas para alentar el consumo.
Las sucesivas reuniones que mantuvo en estos días el ministro
con los banqueros definieron esta nueva etapa. Los operadores ya
no son miopes que no entienden nada, sino que reciben cartas seductoras.
El Fondo Monetario ya no está integrado por técnicos
mediocres, sino que se acuerda un plan de ajuste que respeta los
moldes de sus recetas tradicionales. Tan evidente ha sido ese cuidado
para el poder de la banca, que en su presentación, para no
molestarla y sin que nadie le pregunte nada, Cavallo aclaró
que la renta financiera ha quedado fuera del alcance de la eliminación
de exenciones, en este caso del Impuesto a las Ganancias.
No es en vano ir a archivo para ver el detalle de las medidas de
ajuste propuestas por López Murphy. Y compararlas con las
anunciadas por Cavallo. Estas son todavía más duras.
Reflejan, por un lado, lo dramático de la situación
económica. Y, por otro, la dificultad para estructurar una
política que apenas se aleja de los dictados del poder financiero.
La corrida contra los bonos fue aleccionadora.
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