Por Gustavo Veiga
Una denuncia por administración
fraudulenta que involucra a dirigentes y ex dirigentes de Argentinos Juniors
podría entorpecer la transferencia de Juan Román Riquelme
al club Barcelona de España. El abogado Alberto Miguel Pérez,
ex vicepresidente segundo en la institución de La Paternal, se
presentó como querellante ante el Juzgado de Instrucción
Nº 19 a cargo del doctor Alberto Seijas, para solicitar una investigación
en la entidad que se desempeñó como directivo. La causa
que dio origen a su demanda es tan larga como compleja. El 12 de setiembre
de 1996, Boca adquirió el 80 por ciento de su jugador estrella
en una operación por la que pagó 640.000 pesos. Así
lo estipulaba una cláusula adicional del contrato firmado en aquel
momento por Ricardo Bravo y Esteban Ianni como representantes de Argentinos,
y Pedro Pompilio y Roberto Digón por Boca (ver documento). El 9
de diciembre de 1997, este club registró en la AFA a su nombre
el 20 por ciento restante del pase a cambio de un importe que, Pérez
sospecha, jamás llegó a la institución vendedora.
Por este motivo, le requirió al juez que entre otras disposiciones
decrete medida de no innovar sobre el futuro pase del jugador Juan
Román Riquelme y/o, en caso de prosperar la transferencia se inmovilice
el 20 por ciento de la suma que le correspondería a Argentinos
Juniors de acuerdo al convenio firmado. Consultado el dirigente
de Boca Juniors Gregorio Zidar, presidente de la Comisión de Fútbol,
sostuvo que alrededor de dos meses después de realizada
la operación original, cuando se concretó el pase de César
La Paglia, Boca saldó el 20 por ciento pendiente de Riquelme. Afirmó,
además, que su institución tiene toda la documentación
que prueba la propiedad del total del jugador.
Pérez, un letrado que dicta un curso sobre daños en el deporte
en la Facultad de Derecho, está enfrentado con la comisión
directiva que encabeza el contador Oscar Giménez. Sus diferencias
con el oficialismo datan de 1997, cuando se decidió suspender en
su cargo al ex secretario de hacienda del club, contador Alejandro Bursztyn,
porque habría incumplido con determinadas normas estatutarias.
Pérez reivindica a este último, quien le suministró
una fotocopia del contrato en el que se acordó la transferencia
de Riquelme a Boca. Desde entonces, los dos denunciaron irregularidades
en Argentinos Juniors y, asimismo, resultaron demandados (ver aparte).
En este marco de confrontación, Pérez explicó: Juan
Carlos Malvido, el secretario general, dijo que, bajo ninguna forma, iba
a permitir que el club perdiera el 20 por ciento del pase de Riquelme.
Porque no hay ninguna documentación que avale la compra de Boca
por ese porcentaje. Esto salió en todos los diarios. Giménez,
ante esa presión, retiró según Malvido
la documentación del club con relación a ese hecho. Y, además,
presentó una nota en la AFA para pedirle a Julio Grondona que le
informe de quién es el 20 por ciento. Esto me hizo pensar a mí
que, evidentemente, había en principio un delito de administración
fraudulenta.
El ex vicepresidente del club y ahora querellante sostiene que desde
1996 a la fecha no se hizo ninguna denuncia respecto al caso Riquelme,
pero sí realizamos una por administración fraudulenta en
una causa que prescribió. Hemos luchado en todos los terrenos.
Y, en esta situación, tenemos plazo para que se investigue penalmente
hasta el 2002, porque el delito prescribe a los seis años.
Pérez espera que el juez Seijas mande pedir el expediente archivado
en la AFA donde consta que Boca compró el 20 por ciento del pase.
Piensa que, de ese modo, se conocerá a quiénes firmaron
a nombre de Argentinos Juniors la operación que completaba el traspaso
del jugador.
En lo que se refiere a la institución compradora, el informe de
la Comisión Investigadora de la Asamblea de Representantes que
auditó lascuentas de Boca durante casi seis meses, entre el 2 de
octubre de 1997 y acta N 17 de C.D se aprueba la incorporación
del 80 por ciento de los derechos federativos de estos dos jugadores (alude
a Riquelme y Emanuel Ruiz) por $ 640.000 cada uno. Más adelante,
el texto señala que el 31 de octubre del 96 según
recibo extendido con papel membrete de Argentinos Juniors donde consta
que no tiene nada más que reclamar en relación con la transferencia
de los jugadores, se abona la suma de $ 200.000, pagándose además
en esa oportunidad una comisión a Eventos Deportivos de Luis A.
Aguerre y Milton Viera de $ 220.000.
Pérez estima que su club les vendió los pases de Riquelme
y Ruiz a dos empresarios serían Alberto Poletti y el fallecido
Enzo Gennoni y que fueron ellos quienes colocaron a ambos juveniles
en Boca cuando aún no habían debutado en Primera División.
La intermediación si existió contribuyó
a que resultara todavía más complicada la arquitectura de
la operación. Si hubo un contrato privado, el dinero tendría
que haber ingresado a la institución; si no, alguno se lo llevó.
Si el ilícito se cometió, no habrá forma de que ahora
lo puedan tapar sugiere el denunciante y socio vitalicio de Argentinos
Juniors número 501271-1.
Pese a que Boca tiene constancia en su documentación interna de
aquel pago por 200.000 pesos efectuado el 31 de octubre de 1996, más
de un año después exactamente el 5 de enero de 1998
el diario Clarín reproducía las siguientes declaraciones
de Ricardo Bravo, quien por entonces era presidente de Argentinos Juniors,
sobre el caso Riquelme: Su traspaso nos significará un ingreso
más que importante. Si lo venden en 14 millones de dólares,
nosotros recibiríamos 2.800.000, ya que aún somos propietarios
del 20 por ciento del pase del pibe. La posible transferencia del
jugador al exterior estaba en boca de muchos por aquella época.
Bravo, un curioso personaje al que llamaban Tanguito, fue
destituido de su cargo en marzo del 98. Sus pares de comisión
directiva lo acusaron de cometer ciertas irregularidades, entre ellas,
no explicar adecuadamente cómo pasó a Boca el
juvenil Fernando Marinelli.
Hoy, cuando la venta de Riquelme al Barcelona de España está
casi concretada, Pérez saca cuentas del dinero que debería
cobrar Argentinos si prosperara su denuncia. Estamos hablando de
4.400.000 dólares limpios, si, como se comenta, la operación
se hace por 22.000.000. El viernes último, el fiscal de la
causa que se instruye en el juzgado del doctor Seijas habría requerido
los antecedentes, con lo que quedaría abierta la investigación
por administración fraudulenta, un delito que tiene como pena de
2 a 6 años de prisión.
Es un tipo medio
nefasto
Adolfo Melnick es el presidente de la Asamblea de Representantes
de Argentinos Juniors. Durante una entrevista telefónica,
respondió al contenido de la denuncia que presentó
Alberto Pérez ante la Justicia que podría acabar con
algún dirigente procesado por administración fraudulenta.
Este es un tipo medio nefasto. Ya lo destituimos una vez como
vicepresidente de la comisión directiva, cuando yo era secretario
de la Asamblea. Tiene una denuncia penal hecha por esta comisión
directiva junto al ex tesorero Carmelo Prattico y el ex secretario
de Hacienda, Alejandro Bursztyn porque se quedaron con los documentos
de Boca por los pases de los chicos Lucas Gatti, La Paglia, Ruiz
y Riquelme... (N. de la R.: Pérez niega que haya sido
notificado de una demanda). Melnick sostuvo que los dos últimos
jugadores fueron transferidos a Boca por 800.000 pesos cada uno
y que la diferencia entre esos montos y los 640.000 que figuran
en los contratos es por el 20 por ciento restante, unos 160.000
dólares, cosa media rara que yo no tuve en mis manos nunca.
El directivo de Argentinos Juniors agregó que las constancias
de esos cobros tienen que estar en actas. Pérez quiere
embarrar la cancha para ver si le saca algo a Boca. Nosotros nos
quedamos quietos. Yo lo que no entiendo cómo no los expulsaron
a él y a Carlés (se refiere a un ex vicepresidente
del club), que fue asesor de Macri.
El titular de la Asamblea de Representantes sugirió que,
pese a no confiar en un desenlace feliz para los intereses de Argentinos
Juniors en el caso Riquelme, tampoco quiere beneficiar a la posición
de Boca: Nosotros no queremos favorecerlos para nada. Si es
por nosotros que se mueran. Nos robaron a Marinelli. ¿Qué
pasó con el jugador Marinelli que nunca lo explicaron? Un
robo en el que intervino Bravo que dejó una planilla firmada
en blanco y los de Boca la utilizaron. Así, derecho viejo,
sin ningún problema. Esas cosas son incomprobables ¿cómo
uno comprueba que un tipo dejó un papel adrede y otro lo
agarró?
Por último, Melnick le atribuyó a Pérez un
interés político al presentar su denuncia porque
quiere moverse públicamente ya que, a fin de año,
hay elecciones en el club.
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