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Los diez misterios del fin de semana deportivo

Está claro que River y San Lorenzo ganaron y siguen arriba; que BocaIndependiente jugaron un clásico bueno a medias; es evidente también que volvió al triunfo Michael Schumacher en el GP de España; que el primer combate estelar de boxeo femenino lo ganó por decisión la Tigresa Acuña y que, entre fieras, Las Leonas del hockey derrotaron al campeón olímpico, Australia. Sin embargo, el fin de semana dejó preguntas, cuestiones y misterios insondables. Acá van los diez más inquietantes.  
La tigresa Acuña en acción.

Por Juan Sasturain

1 Los penales de Racing. El viernes, en el primer adelantado de la fecha y al término del primer tiempo, Lanús le ganaba 1-0 a Racing con golazo de Sarría. Al comienzo del segundo, en menos de cinco minutos, Chatruc y Diego Milito erraron sendos penales: el primero puso la pelota en las manos de un hincha de la segunda bandeja; el segundo, en las del uruguayo Flores, arquero de Lanús. A partir de ese momento, los hinchas de Racing dejaron de pedir �¡Penal!� cada vez que alguno de los suyos caía en el área. No fuera que el árbitro les diera otra oportunidad de frustrarse. Alguna vez el insospechable Peter Handke escribió una novela densa como él mismo, El miedo del arquero ante el penal. El misterio de esta nueva hiperbólica forma de la frustración racinguista merecería un texto adecuado. ¿Sabato de qué cuadro es? El ejecutor y sus fantasmas no estaría mal. 

2 El embrague de Hakkinen. El finlandés de la cara dibujada con regla llevó al McLaren ganador durante 64 vueltas y fracción hasta quedarse en la última, a menos de tres kilómetros de la llegada del Gran Premio de España. Se bajó, mientras miraba cómo Schumi pasaba sin volverse, y comenzó a putear prolijamente en finés (algo muy raro, lleno de aes y kas) a una tal Mercedes. Esta perversa alemana, su planta motriz, lo había abandonado justo ahí, cuando acababa, al dejarlo pedaleando en el aire, embrague en mano. El misterio de los fierros indica que hay que ser fuerte ante las vueltas de la vida. Sobre todo ante la última. 

3 El lomo de la arquera australiana. La victoria de las llamadas �chicas del hockey� permitió comprobar que Australia, bicampeón mundial �y olímpico en carne propia�, no era invencible para Las Leonas. Un misterio menos. Sin embargo, quedó instaurado otro: el verdadero lomo de la arquera australiana, cúmulo se intuidas bellezas encofradas en la ruda caparazón de su uniforme de combate. Lamentablemente, el relumbrón de las rubias hebras en la despedida con la máscara baja y los fuertes muslos elogiados por los fotógrafos ubicados detrás de su valla no bastan para dar una idea total de la poderosa australiana. Tal vez, mejor así: �La belleza es el nombre que damos a lo terrible que aún podemos soportar�, dijo Rilke.

4 La paciencia de Excursionistas. Decir que el equipo de Bajo Belgrano �casi Pampa y la vía, simbólica, alevosamente� esperó 91 años para salir campeón es mentar uno de los misterios más inextricables: el de la pasión. Claro que, como todas las pasiones, la de los de Excursio ha de ponerse a prueba, cada vez, y no le faltarán pruebas. Haber ganado el campeonato Clausura de la Primera C y ser el mejor a lo largo de 34 partidos no le sirve para subir a la B. Sólo accedió a las semifinales por el ascenso. Deberá esperar �qué son unas semanas después de 91 años...� y, si sobrevive a esos cuatro partidos, su milagrosa y ardiente paciencia deberá terminar en el Guinness. Será justicia.

5 La espuma de Quilmes. Hace años que Quilmes tiene problemas de gas. Carga la botella al máximo durante todo el campeonato, levanta presión hasta que parece que va a estallar y finalmente hace pif, deja caer la tapita arrugada a un costado del ascenso y derrama la débil espumita mientras sus hinchas se quedan con los chopps vacíos. Para no desmentir a la tradición, este fin de semana Quilmes volvió a caerse en la instancia final: perdió en su cancha 0-1 ante el Gimnasia entrerriano después de haber ganado de visitante. Y, sin embargo, pasó. El misterio de Quilmes, ahora, tiene un nuevo ingrediente: cómo sobrevivió a su propia debilidad. Es un misterio al cuadrado que puede tener un nuevo episodio en unos días más. 

6 El corazón de Pernía. El pibe Mariano Pernía recorrió ayer �en sentido inverso y con otra camiseta� los mismos sectores de la Bombonera que aró con sus tapones y regó con el sudor de frente y genitales su non sancto padre. Acaso el misterio más insondable de la jornada haya estado arraigado en el corazón del Tano arrebatador. Masticando viejos pastos del lateral, el atribulado Pernía padre sintió durante una hora y media losdesgarros cordiales del amor filial tironeado por la marca de la camiseta tatuada en su piel. Nunca ha sido más grande el abismo misterioso del corazón del hombre.

7 La garganta de Piazza. El misterio es la capacidad de aguante. Cuánto pueden soportar las cuerdas vocales del entrenador Osvaldo Piazza si sigue gritando así a sus jugadores durante todo el partido y �sobre todo� cuánto pueden aguantar los jugadores de Independiente sin cortarle la garganta a su director técnico en el túnel menos pensado. Y no habrá un solo televidente �ya habitualmente saturado de Araujo� que no se asocie a ese acto de justicia auditiva.

8 El corpiño de la Tigresa. La popularización �es un decir� del boxeo femenino ha planteado una serie de interrogantes. Uno de los menos importantes, pero sin embargo de los más recurrentes en la inquietud masculina, es el referido a las formas de protección. Habituados al protector de aluminio y cuero ubicado lógicamente por debajo del cinturón masculino, los hombres se preguntaron la noche del sábado viendo en acción a la fogosa Acuña en el ring de la Federación: ¿de qué estará hecho el privilegiado corpiño de la Tigresa? Un misterio de vestuario. 

9 El Palos vestido. El redundante arquero de Newell�s fue ayer el famoso Palos vestido. Pobre pibe, fue un palo más entre los tres habituales. Y es buen arquero, como se ha visto en todas las fechas que lleva suplantando al temible Terremoto Cejas. Sin embargo, el misterio quedó instalado ayer en el Parque Independencia: ¿cuál es la argucia reglamentaria que le permite al equipo rosarino jugar con un genuino arquero de metegol? La AFA da para todo.

10 La vejiga de Chatruc. El veloz y empeñoso volante de Racing no para. Es buen jugador, pero le cuesta detenerse, hacer la pausa, pensar antes de resolver. Acaso por eso tiró un penal a la tribuna; acaso por eso se olvidó de ir al baño en el vestuario y terminó de hacer lo suyo en la manga de acceso al campo. Así, con el césped literalmente meado por Chatruc, Racing salió a jugar el segundo tiempo. Y, como si hubieran sido los perros del refrán, La Academia padeció el influjo negativo del exabrupto urinario de su volante: erró dos penales en cinco minutos, uno de ellos en los pies del meador. No sólo hay que trabajar en la semana sino hacer pis en el vestuario.


La fiesta de Excursionistas.


Las Leonas rumbo a la arquera.

 

 

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