Por Facundo Martínez
Boca sufrió ayer más de la cuenta ante Independiente, pero faltando cinco minutos para el final, con dos goles del Mellizo Guillermo Barros Schelotto, el último de penal, dio vuelta el resultado y derrotó por 2-1 al conjunto de Avellaneda, que había jugado muy bien en la primera mitad y desaparecido en una gran parte del tiempo complementario, y que no tuvo la claridad ni la reacción necesarias para evitar el ocaso. Cambiasso y Barros Schelotto fueron las figuras indiscutidas del encuentro. También lo fueron Abbondancieri, quien desvió un penal, y el árbitro Claudio Martín, quien le anuló un gol legítimo a Forlán, perfectamente habilitado. La agónica victoria fue festejada a lo grande por los hinchas locales, quienes durante el desarrollo del partido se habían cargado de reclamos y señales de fastidio para con los futbolistas. Con este resultado, el conjunto de Carlos Bianchi continúa en la tercera ubicación, a ocho unidades de los punteros del torneo, cuando restan disputarse cinco fechas del certamen.
Apenas comenzó el encuentro, Independiente marcó la diferencia, manejando con criterio la pelota en la zona de volantes y aprovechando la velocidad de los delanteros Vuoso y Forlán, quienes se paseaban entre los centrales de Boca sin mayores complicaciones. Cambiasso fue, sin dudas, la carta ganadora de los de Avellaneda, ya que ni Serna ni Traverso pudieron cortar el circuito que generaba el inspirado juvenil. Apenas dos veces había pasado Boca los tres cuartos de la cancha, antes de que los visitantes consiguieran abrir el marcador.
Forlán puso el 1-0 a los 8 minutos, luego de aprovechar un rebote que dio Abbondancieri al intentar controlar un violento disparo de Cambiasso. El uruguayo entró por la izquierda y remató fuerte frente al arquero, que nada pudo hacer para desviar la ejecución. El gol fue como un dardo clavado en el orgullo de los locales, quienes respondieron con una gran jugada de Guillermo, que Herrera desperdició dentro del área, acosado por sus propias dudas; después iba a desperdiciar varias oportunidades más.
Sin embargo, Independiente volvió a su juego, obligando a Boca a retroceder. Los de Piazza pudieron ampliar la diferencia, a los 13 minutos, tras un penal de Bermúdez sobre Vuoso. La pena la ejecutó Forlán, y Abbondancieri desvió el disparo dando un rebote en diagonal, bien lejos del delantero. Y otra vez respondió Boca llegando al arco rival. Esta vez fue Gaitán el que estuvo cerca de descontar con un tiro que pasó apenas por encima del travesaño de Passet.
En el ida y vuelta que se generó, a Independiente le fue mejor. Forlán llegó a estar muy cerca del segundo, tras un saque veloz de Passet que lo encontró parado solo a pocos metros del área de Abbondancieri. Pero no fue gol porque Serna lo esperó bien parado sobre la franja central y cuando el delantero decidió pasarlo sobre sus espaldas, Abbondancieri se adelantó y consiguió evitar el remate.
Independiente consiguió anotar un segundo gol, a los 38�, luego de una grosería defensiva de Matellán, que perdió la pelota frente a Cambiasso y éste habilitó a Forlán, que definió sin problemas. Pero el árbitro Martín anuló toda la jugada, por posición fuera de juego. Se equivocó el juez, porque Forlán estaba habilitado. Por el juego, por la presión y por la escasa producción de los locales, Independiente se fue al entretiempo con la certeza de haber realizado bien los deberes. Boca, con mucha impotencia, porque La Paglia no fue ni cerca un espectro de Riquelme y tampoco lo fue Gaitán, aunque estuvo por encima del Leche.
Lo que no se entendió fue lo que sucedió en el segundo tiempo. Porque Boca siguió jugando flojo, aunque Guillermo iba dando muestras de su buena disposición. Y los de Avellaneda se fueron desdibujando, quizás cansados por el trajín de la primera etapa, y cedieron el protagonismo al rival. El partido, que había sido bastante interesante, cayó en un pozo de desatinos. Pasaron muchos minutos y bostezos antes que, sobre el final, seencendiera la mecha de la emotividad, que no se había prendido con los cambios que dispusieron tanto Bianchi como Piazza.
El empate de Boca llegó luego de una jugada desgraciada de Zelaye, quien despejó mal la pelota y habilitó al Mellizo, que quedó mano a mano con Passet y definió correctamente. Después Matellán salvó el arco, al desviar un disparo de Marioni que había pasado por encima de Abbondancieri y se direccionaba hacia la red. Pero el susto no le importó a Boca. Y a los 89�, Guillermo generó un penal que él mismo ejecutó y convirtió para darle la victoria a su equipo y desatar la euforia de los hinchas locales.
5 minutos de fama
Independiente comenzó siendo claramente superior a Boca. Cambiasso se adueñó del mediocampo, entre las piernas de Serna y Traverso, y gracias a la velocidad y el atino del uruguayo Forlán, quien burló varias veces la muralla de los centrales boquenses, los visitantes se pusieron en ventaja.
Los de Avellaneda pudieron agrandar la diferencia en el marcador, pero Abbondancieri lo impidió en varias oportunidades. El árbitro Claudio Martín le anuló un golazo a Forlán, quien estaba habilitadísimo.
La producción de Boca fue muy pobre. No funcionó bien el mediocampo, tampoco el hombre del área, Herrera. Sin embargo, el mellizo Guillermo se las arregló para complicar.
Cuando el Rojo cedió la pelota, creció el local y se acercó al arco de Passet, y en los últimos cinco minutos derrumbó todas las especulaciones con dos goles del Mellizo. |
�EJERCIMOS UN DOMINIO MAS PRONUNCIADO�
Para Bianchi, siempre hay lógica
Traverso, sin anestesia, opera a vuoso. |
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Luego de la victoria de Boca ante Independiente, que en la Bombonera los locales la vivieron como una suerte de revancha de las anteriores caídas ante los de Avellaneda, en entrenador Carlos Bianchi consideró que fue �lógico� el resultado, aunque destacó el nivel del rival, así como las últimas actuaciones del conjunto que dirige su amigo Osvaldo Piazza. Sobre las actuaciones de los volantes César La Paglia y Walter Gaitán, quienes jugaron por Omar Pérez y Juan Román Riquelme, el técnico de Boca consideró que �cumplieron�, y confesó que en el entretiempo les pidió a sus dirigidos que no se desesperasen en la búsqueda del resultado.
�Fue un trámite con mucho ritmo, en el que la pelota fue de una a otra área, porque se pensó siempre en el arco contrario, más allá de que Independiente haya atacado menos en el segundo tiempo, cuando Boca ejerció un dominio más pronunciado�, manifestó Bianchi durante la conferencia de prensa, antes de admitir que Independiente fue �un adversario de buen nivel, que había tenido buenas producciones en sus últimos tres partidos como visitante�.
Acerca del penal que el arquero Roberto Abbondancieri le desvió al delantero Diego Forlán, que hubiera significado un 2-0 parcial en los primeros minutos del partido, el entrenador admitió: �Si hubieran convertido, Independiente hubiera ganado en tranquilidad, por más que un 2-0 no garantiza la victoria. Ni aquí, ni en otro fútbol, como el de Italia�, dijo en clara alusión a la victoria de River sobre Newell�s y al empate en dos tantos entre Roma y Lazio.
Sobre el regreso de La Paglia a Primera �luego de casi 10 meses de ausencia� y sobre la actuación de Gaitán, Bianchi comentó: �Los dos suplieron aceptablemente en la generación del fútbol del equipo. Y cumplieron�. Luego, reveló que en el vestuario, durante el entretiempo, les pidió a sus dirigidos: �Muchachos, no cambiemos tácticamente. Podemos caer en un error por querer ganar enseguida. Tuvimos muchas complicaciones con algunos contraataques. Restan 45 minutos para revertir el resultado�.
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