Por S. K.
Julio Bárbaro dio el portazo: su afiliación al Partido Justicialista no sobrevivió al acto de la dirigencia en apoyo a Carlos Menem, el jueves en el Congreso. El gesto tuvo un alto impacto y el dirigente todavía está sorprendido �por los muchísimos llamados que recibí�. Sigue siendo peronista, pero dice que se fue �de la corporación del menemismo, que en diez años logró seleccionar un tipo de dirigente parecido a lo que Menem es.� Tajante, plantea una nueva división, entre los que son peronistas y los que creen que el ex presidente mejoró al país, una idea �absolutamente antiperonista.� En diálogo con
Página/12, Bárbaro dijo por qué piensa que es bueno que un dirigente sea procesado.
�¿El justicialismo ahora está dividido entre procesables y no procesables?
�No, está dividido entre peronistas y menemistas. Pensar que Menem dejó mejor a la Argentina después de su gobierno es ser absolutamente antiperonista. Porque desde la justicia social al patrimonio nacional y el endeudamiento, todo está mucho peor que cuando él asumió el gobierno en 1989. Esta fue una reacción absolutamente corporativa, donde la lealtad entre ellos es más importante que los principios.
�Corporativa si, pero ¿qué corporación? ¿La menemista o la de los judiciables?
�La corporación del menemismo, donde algunos son idiotas, otros oportunistas y otros son los que están comprometidos. No tengo datos para dar proporciones, pero lo que el acto mostró es que en 10 años lograron seleccionar un tipo de dirigente parecido a lo que Menem es. El perfil de esos individuos es �el poder ante todo�. No les interesan ni las ideas ni su propio prestigio, sólo el poder.
�¿Cómo queda el justicialismo ante la gente?
�Esto es la gota que rebalsó el vaso de la decadencia de estos años. Hace tiempo que vienen quedando como traidores a sus ideales, aliados a los intereses financieros esencialmente extranjeros. No sólo no expresan a la clase obrera, sino tampoco a la burguesía industrial. Sus votantes serían los mercados.
�En estos días se escuchó el razonamiento de que �si cae Menem, caemos todos� y la Nación se hunde. ¿La Nación se hunde?
�Sea Menem o quien fuere, todo castigado va a servir para depurar a la Argentina. La Nación no se hunde, mejora. El país necesita más justicia, no más impunidad. Y el jueves se reunieron para defender la impunidad.
�¿Cuándo exactamente decidió renunciar al partido?
�Cuando escuché por radio a algunos dirigentes diciendo que esto era igual que el 55. Menem es la negación del peronismo, lo de ayer es la negación del 55, porque el 55 fue la épica y la entrega al servicio de una utopía, la vuelta de Perón. Lo del jueves es la defensa de la traición que fue el gobierno de Menem. El 55 fue grandeza, el jueves pequeñez.
�¿Se salva el justicialismo de una situación así?
�La sociedad, que exige transparencia, difícilmente vuelva a votar a la mayoría de los que ayer estaban en la foto.
�¿Y cómo queda la justicia?
�Con un acto así, la justicia fue fortalecida.
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