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RECLAMOS DE EX EXILIADOS DE LA DICTADURA MILITAR
�Hijos de exiliados, no apátridas�

 Reclaman el proyecto de ley de reparación material y la resolución de otros problemas creados por la forzada partida del país.

Miguel Schclerk, María Mazzitelli, Susana Gabbanelli y Graciela Torrecillas.
�Nos reunimos para apoyar el anteproyecto de los diputados, pero vimos que necesitábamos otras cosas.�

 

Por Luis Bruschtein

�Es cierto que nunca se hizo el debate sobre el exilio, pero han pasado 25 años y hay que resolver los problemas concretos� afirma Susana Gabbanelli, de la Comisión de ex Exiliados Políticos de la República Argentina (Coepra). �La sociedad argentina tiene que reconocer que hubo momentos negros en la historia de este país que obligaron a muchos ciudadanos a salir del país para salvar sus vidas� agrega. La comisión reclama la reparación material para los ex exiliados políticos; la nacionalidad argentina para los jóvenes �apátridas� nacidos en el extranjero y solución a los problemas de jubilación, entre otras situaciones creadas por la forzada permanencia fuera del país de gran cantidad de argentinos. 
Los ex exiliados fueron convocados en 1999 por los diputados Emilio Martínez Garbino, Marcelo López Arias, Marcela Bordenave, Josçe Gabriel Dumon, Juan Carlos Pezoa, Carlos Becerra, Julio Díaz Lozano y Humberto Roggero que habían presentado un proyecto de ley de reparación para los ex exiliados de la dictadura. Muchas veces el exilio es llevado con la culpa del sobreviviente y otras tomado con prejuicios que no tienen en otros países. �Yo creo que hay que terminar con esa historia del exilio dorado y con otras cuestiones que hicieron que tuvieran que pasar 25 años para poder plantear esta situación. Ninguno de nosotros salió del país por voluntad propia, yo ni siquiera había pensado en ir de visita a Europa. Fue traumática la salida, la estadía afuera y más traumático el regreso, al punto que son pocos los que lograron reinsertarse bien� señala el arquitecto Miguel Schclarek.
La convocatoria de los diputados sirvió para reunirlos y para intercambiar ideas. �Nos reunimos para apoyar el anteproyecto de los diputados, pero vimos que necesitábamos muchas otras cosas�, apunta María Mazzitelli. Uno de esos problemas es el de los chicos apátridas, hijos de exiliados que nacieron en el exterior. Hay países, la mayoría de los europeos, que no les reconocen la nacionalidad. Para Holanda, es holandés un chico de padres holandeses nacido en Argentina, pero no un chico nacido en Holanda, de padres argentinos. Y si quieren tomar la nacionalidad argentina, estos chicos son considerados como extranjeros que quieren cambiar de nacionalidad. �Es ilógico �afirma Schclerc� nosotros fuimos exiliados políticos y, de alguna manera, nuestros hijos no tienen derechos políticos�. 
Existe una ley del 56 que otorga la nacionalidad a los hijos de exiliados nacidos en el exterior. Pero esta ley tiene una cláusula que da un año de plazo para presentarse. Los exiliados de la última dictadura quieren que se retire esa cláusula para que pueda ser aplicada también a sus hijos con el solo trámite de demostrar que sus padres debieron partir al exilio por causas políticas.
El otro problema es la jubilación. Quienes trabajaron en algunas dependencia públicas no tuvieron este conflicto. Pero en general hay una ley que reconoce los años de exilio en lo que respecta a la antigüedad, pero no los aportes patronales. Los ex exiliados tienen que pagarlos, una vez que se jubilen, con una parte proporcional de su jubilación. �Muchos tenemos un agujero de diez años� explica Gabbanelli.
�Otra cuestión que afecta a los ex exiliados �afirma Graciela Torrecillas� es que aquí no reconocen los títulos que se obtuvieron en el país de exilio, sobre todo en las carreras donde se requiere matrícula, como Medicina, que exige prácticamente recursar la mayor parte de la carrera para rendir equivalencias�. Señalan también que hay carreras que aquí no se cursan, como �ingeniero de tránsito�, o carreras de ciencias y posgrados que tampoco son reconocidas.
Todos insisten en que este sistema es anacrónico y que impide al país aprovechar un recurso que no le costó nada. �Al revés no fue así: después de hacer de todo, desde limpiar baños o cuidar chicos, la mayoría de los profesionales exiliados pudieron trabajar con sus títulos argentinos,incluso dando clases en universidades con alto prestigio académico� subraya Schclerc.
La reparación económica, planteada en el anteproyecto de ley, generó una polémica entre los mismos exiliados. Algunos la criticaron por considerar que hubo mucha gente que no pudo salir fuera del país y sufrió el exilio interior, fueron despedidos de sus trabajos y debieron cambiar de domicilio, y que, de alguna manera, la mayoría de los argentinos sufrió la dictadura. Los ex exiliados de Coepra, que se reúnen todos los viernes en el local de ATE-Capital, aclaran que �no se trata de establecer diferencias�, que todos los afectados concretamente tienen derecho a reclamar y que, de hecho, varios de sus reclamos, como el de la jubilación, pueden incluir al llamado exilio interno. 
�Lo que no entendemos es que fuimos convocados por una iniciativa de estos legisladores, pero finalmente no se presentó ninguno de los proyectos, pese a que fueron firmados por todas las bancadas� afirman. Más allá de los planteos concretos, el reclamo de fondo sobre el cual se asientan es que el �exilio �afirma Gabbanelli� fue un hecho político y debe ser resuelto como tal, no como si se tratara de personas que decidieron residir en el exterior o extranjeros que quieren obtener la nacionalidad. Nosotros pensamos que tiene que haber un gesto de responsabilidad por parte del Estado�.

 

 

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