Por Pedro Lipcovich
Decididamente, la acumulación de hielo en las alas es la hipótesis más probable para la causa del accidente de Roque Pérez, en el que fallecieron el presidente de Techint, Agostino Rocca, el periodista Germán Sopeña y otras ocho personas. Pero ese dato no alcanza para resolver totalmente el enigma: ¿qué pasó con los dos sistemas de seguridad en serie que el Cessna Caravan tiene para esta emergencia? Si no funcionaron, ¿no lo advirtió a tiempo el piloto? ¿Cómo pudo caer, en pleno vuelo, un avión que está entre los más seguros del mundo, conducido por un piloto experto y actualizado, a su vez acompañado por otro piloto (el propio Agostino Rocca, presidente de Techint) bien entrenado? Un experto en este tipo de aviones trazó para
Página/12 las coordenadas del enigma, que deberá ser resuelto en los próximos días por los investigadores de la Fuerza Aérea.
El Cessna 208 Caravan está entre las aeronaves más seguras y versátiles del mundo. Por esto, por ejemplo, la empresa Federal Express lo ha elegido como avión correo. El que se estrelló en la madrugada del sábado era un Gran Caravan, modelo mayor y con más prestaciones técnicas. En cuanto a su comandante, Raúl Tejedor, de 40 años, que falleció en el accidente, era el piloto que habitualmente llevaba al empresario Agostino Rocca, quien, por su parte, también estaba en condiciones de pilotear el avión.
�Tejedor integró nuestra comisión directiva �recordó para este diario José Vaca, presidente de la Asociación Argentina de Aviadores Civiles�. Agostino Rocca también integraba nuestra asociación, y ambos eran excelentes profesionales, que cumplían los entrenamientos �de refresco�, una vez por año con simuladores de vuelo.� Si bien ese avión no lleva copiloto, �es factible que Rocca estuviese asistiendo a Tejedor�. Para Vaca, �es indudable que, por las condiciones de total destrucción en que quedó el aparato, llegó descontrolado� a tierra, es decir que cayó en picada, sin que el piloto tuviera oportunidad de intentar un aterrizaje de emergencia.
Respecto de las causas del accidente, Página/12 consultó a uno de los expertos más destacados del país en este tipo de aeronaves. Su hipótesis es que �se haya formado hielo en las alas y el timón de cola del avión: cuando esto sucede, el aparato pierde su aerodinamia y la máquina llega a tornarse incontrolable�. Según el experto, debe descartarse que el motor se haya detenido por fallas mecánicas o defectos del combustible: �En tales casos, el piloto puede bajar planeando e intentar un aterrizaje de emergencia�. No habría habido caída en picada.
Sin embargo, �ese avión está perfectamente preparado para volar en condiciones meteorológicas que propician la formación de hielo�, señaló el experto. El Cessna Caravan cuenta con dos tipos de sistemas desheladores: el anti-ice y el de-ice. El primero es preventivo: cuando el piloto se acerca a una capa de nubes donde pudiera formarse hielo, �su experiencia y entrenamiento lo capacitan para, desde mucho antes, activar el anti-ice�, cuya acción consiste en calentar las superficies expuestas. ¿Si el antiice está descompuesto? El piloto se entera instantáneamente: porque en el panel de control aparece una alarma y porque el anti-ice, cuando funciona, consume tanta energía que el piloto siente la merma de potencia.
¿Y si, pese al anti-ice, se forma hielo? El piloto debe chequear esta posibilidad y activar el de-ice para eliminar el hielo. Supongamos que, por excepcionalidad en las condiciones meteorológicas o falla en los sistemas de protección haya aparecido hielo de todos modos. �En tal caso -explicó el experto�, el piloto solicita a la torre de control autorización para modificar la altura del vuelo. Es que el hielo sólo se forma entre 10 grados sobre cero y 5 bajo cero: el piloto baja, en busca de temperaturas superiores, o sube para encontrar temperaturas más bajas.� A las 5.15, el piloto se habría comunicado con Ezeiza para solicitar cambio de nivel de vuelo. El �motor que se apagaba y encendía�, que escucharon testigos, ratifica la hipótesis del hielo porque �cuando unpiloto baja con hielo, acelera al máximo para que no se forme hielo en su interior, pero enseguida desacelera para no excederse en velocidad; desde tierra, esto puede parecer una falla en el motor�, explicó el experto.
Pero, ¿por qué no pudo aterrizar en emergencia?: �Pudo haber cargado tanto hielo que se le haya trabado algún comando; que esto haya impedido gobernar la máquina en descenso y que, entonces, el avión haya virado hacia uno de los costados y entrado en tirabuzón�, contestó la fuente.
¿Cómo es que el avión llegó a cargar tanto hielo? Este es el punto del enigma. �La respuesta a condiciones inusualmente severas y no pronosticadas de formación de hielo forman parte del entrenamiento en simuladores�, aseguró el experto. El enigma debiera resolverse, o bien en un error de pilotaje, o bien algún extraño desperfecto en la máquina.
La investigación corresponde la Junta de Investigaciones de Accidentes Aéreos, dependiente de la Fuerza Aérea Argentina, cuyos integrantes trabajaron ayer en el lugar del accidente, el paraje Tronconi, a 20 kilómetros de la localidad de Roque Pérez, de hecho una laguna de 40 a 60 centímetros de profundidad. Fuentes vinculadas con la investigación confirmaron a este diario que �el avión llegó con una inclinación superior a la normal en un aterrizaje de emergencia: por eso la destrucción fue tan grande�: cayó en picada. El juez federal de Azul, Julio Comparato, a cargo de la investigación, dijo que �nada se puede decir de las causas del accidente hasta dentro de varios días, cuando finalicen las pericias�.
Los restos del avión fueron cargados ayer, mediante una grúa, en un camión playo con acoplado, que, contra lo habitual, no pertenecían a los organismos investigadores sino que son propiedad y fueron operados por personal de la empresa Techint, que presidía el fallecido Agostino Rocca.
Anoche, los restos quedaron en un depósito policial de Roque Pérez y hoy serán trasladados a una base de la Fuerza Aérea de Quilmes.
ASISTIERON EL PRESIDENTE Y SUS COLABORADORES
La despedida de las víctimas
El presidente Fernando de la Rúa en el sepelio de Germán Sopeña.
Lo acompañaron su esposa y el canciller Rodríguez Giavarini. |
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Hoy serán inhumados en el mausoleo de su familia, en el cementerio de Campana, los restos de Agostino Rocca, presidente de la organización Techint, que murió en el accidente de Roque Pérez. Ayer, el Presidente de la Nación asistió a su velatorio, y también a la inhumación de los restos del periodista del diario La Nación, Germán Sopeña. Fernando de la Rúa calificó al empresario fallecido como �un amigo de los trabajadores�.
Las diez víctimas fueron reconocidas en la madrugada del domingo por sus familiares, en la morgue del hospital Angel Marzetti, de Cañuelas. El estado de los cuerpos obligó a recurrir a los anillos, las ropas, los efectos personales.
La nómina completa de las víctimas es la siguiente: Agustín Octavio Francisco Rocca, de 55 años, presidente de la organización Techint; Germán Sopeña, de 55 años, secretario general de redacción del diario La Nación; José Luis Fonrouge, de 59, vocal del directorio de Parques Nacionales de la Nación y montañista; María Elena Tezanos Pinto, de 54, esposa de José Luis; Carola Fonrouge, de 23, una de sus tres hijas; Federica Marchetti, italiana, de 28 años; Adrián Giménez Hutton, de 45 años, documentalista; Alfredo Fragueiro, empresario turístico; María Inés Fragueiro, de 25, su hija; Raúl Tejedor, de 40 años, piloto del avión.
Ayer, en el cementerio privado Jardín de la Paz, fueron enterrados los restos de Sopeña. Allí se hizo presente el presidente de la Nación, Fernando De la Rúa, acompañado de su esposa, Inés Pertiné. También estuvieron el canciller, Adalberto Rodríguez Giavarini, y el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo. A la sede del diario se había acercado el ex canciller Guido Di Tella. Durante el oficio religioso previo al entierro, el sacerdote Guillermo Marco trasmitió �el afecto del arzobispo de Buenos Aires�, cardenal Jorge Bergoglio. �Qué difícil es despedir al mejor�, dijo, en su breve alocución, el directivo de ese diario, Fernán Saguier.
En el velatorio de Agostino Rocca, que comenzó en la tarde de ayer en Córdoba 321, el presidente De la Rúa sostuvo que �Agostino era un amigo de los trabajadores, que amaba a la Argentina e impulsaba la inversión y el desarrollo� y manifestó que �en la Argentina son necesarios empresarios como éstos, que se juegan por el país�.
El jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, se refirió a Sopeña y Rocca como �dos personalidades muy fuertes dentro de la sociedad argentina�. Y la entidad Frente Agropecuario Nacional declaró que �la trágica desaparición de Sopeña nos separa de un periodista de excepción�.
Los restos de Rocca serán inhumados en el cementerio de Campana, ciudad donde fue fundada la organización Techint y en cuyo cementerio la familia posee un mausoleo. Previamente se efectuará una misa en la Catedral.
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