En el primer día de operaciones posterior al impuestazo y al anuncio
del acuerdo con el Fondo Monetario las acciones bajaron 3,1 por ciento
y la tasa de riesgo país subió de 1000 a 1040 puntos. En
el segundo, feriado en Buenos Aires pero hábil en Nueva York, ese
indicador que marca el ritmo de la fragilidad de la economía trepó
un poco más, para terminar a 1070. ¿No era que el mercado
reclamaba un ajuste ortodoxo? ¿No querían un Cavallo domado
marchando hacia los brazos del FMI? ¿El golpe de mercado de la
semana pasada no fue para que el Mingo hiciera precisamente todo lo que
hizo? Entonces, ¿cómo se entiende esa reacción negativa
de las cotizaciones de bonos y acciones?
Como tantas veces se dijo, los mercados son insaciables y
cuanto más se le da más piden. Y Cavallo probó esa
amarga medicina. Después de sufrir el cachetazo de un riesgo país
disparado casi a 1300 puntos, el lunes de la semana pasada, regresó
raudamente a la fuente de la ortodoxia. Lanzó otro ajuste impositivo
castigando a la clase media y cerró rápidamente un nuevo
acuerdo con el Fondo con exigentes metas fiscales. Pero ese paquete, si
bien es mirado con simpatía por los analistas de los bancos de
inversión de Wall Street, abre al mismo tiempo dudas sobre su éxito
para impulsar el crecimiento económico.
Consultados por Página/12, economistas de esos bancos de inversión
intentaron dar algunas explicaciones a esa reacción del mercado,
que en forma simple se podría definir como típicamente de
gata flora:
Cavallo primero dijo
que el desvío fiscal era 3000 millones de pesos y después
lo elevó a 4000. Esto significa que la situación es peor
que lo que se creía, sostuvo uno de esos analistas.
Si la situación
es tan mala, el crecimiento se demorara pese a la figura de Cavallo, que
todavía reúne el respeto de los inversores, completó
otro.
Si el círculo
virtuoso falló con los intentos de Machinea con esa misma estrategia
de ajuste fiscal, ¿por qué no volverá a fallar ahora?,
se preguntó en forma retórica otro de esos economista.
La mayoría de
los analistas del mercado están equivocados. Cavallo tiene un plan
de reactivación. Lo que sucede es que él tenía que
cerrar el acuerdo con el FMI y el megacanje para tener el frente financiero
resuelto. Después, volverá a su política ofertista,
indicó uno de los analistas que mantiene una postura optimista,
que ciertamente es minoritaria entre los economistas de la city.
Por lo pronto, ayer los bonos de la deuda argentina que cotizan en Nueva
York cerraron con tendencia negativa y, por segundo día consecutivo,
impulsaron al alza del riesgo país, que terminó la jornada
en 1070 puntos básicos. Los papeles de la deuda, que desde el martes
de la semana pasada habían emprendido un recorrido alcista recuperándose
de las fuertes bajas de mediados de abril, mantuvieron ayer la tendencia
bajista de la víspera. Así, el Brady FRB, de referencia
para la deuda argentina en Wall Street, terminó en 81,28 dólares;
con una merma de 97 centavos frente al cierre anterior. El Brady Discount
cotizó a 68,59 dólares, con pérdidas de 25 centavo
y el Par terminó a 62,14 dólares. Esas caídas en
los bonos volvieron a empujar al alza al riesgo país y el indicador
EMBI Plus, que elabora JP Morgan mostró un aumento de 22 puntos
básicos para cerrar en 1070, aunque tocó un pico de 1116
puntos básicos.
MONDINO
SE QUEDO A DEFINIR DETALLES
Carta de fin de semana
Guillermo Mondino es el único
de la delegación argentina que viajó a Washington que se
quedó en esa ciudad para terminar de redactar, junto a los técnicos
del FMI, la Carta de Intención, que se espera se anuncie este fin
de semana.
El grupo de negociadores estuvo encabezado por Jorge Baldrich, secretario
de Hacienda, secundado por Federico Sturzzenegger, Secretario de Política
Económica, y por el mencionado jefe del gabinete de asesores.
En ese sentido, el subdirector tercero del Fondo, el chileno Eduardo Aninat,
indicó ayer que el acuerdo para un nuevo programa con la Argentina
podría llegar en las próximas horas.
En tanto, el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, afirmó
ayer que esa institución está preparada para ayudar a la
Argentina, una vez que se apruebe el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional. Los acontecimientos en Turquía y en la Argentina
son motivo de preocupación y estamos preparados para ayudar, así
como a otros países que necesitan respaldo, dentro del marco aprobado
por nuestro Directorio y una vez acordado con el FMI los respectivos papeles,
dijo Wolfensohn durante la reunión del Comité de Desarrollo
del BM.
El calendario de desembolsos pactado por Cavallo con los organismos internacionales
establece que recibiría 1300 millones de dólares del FMI
a fines de mayo, algo más de 400 millones del BM y 250 millones
del BID en junio.
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