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El turista espacial ya habita el
hotel de 1800 dólares el minuto

Dennis Tito pasea por la Estación Internacional, aun en la parte estadounidense, autorizado al final por la NASA. Y le dedicó un �I love you� a los ingenieros que lo observaban desde la Tierra.

El millonario empresario estadounidense Dennis Tito (izquierda), feliz como chico
en juguetería.

El viaje costó 20 millones de dólares, pero Dennis Tito parece estar disfrutándolo a pleno, y muy lejos de arrepentirse de semejante gasto: al llegar el lunes a la Estación Espacial Internacional (ISS), el empresario aseguró que la experiencia “supera mis sueños más maravillosos”. Tito vivirá durante varios días en la ISS, un sueño que logra realizar gracias a los rusos –y a su abultada cuenta bancaria– y pese a la oposición de sus compatriotas, los norteamericanos. El empresario, de 60 años, entró en la estación espacial en compañía de dos cosmonautas rusos, y el recibimiento para los recién llegados fue muy acogedor. Dennis Tito, sonriente y con los ojos brillantes, dirigió un “I love you” a los ingenieros que lo observaban desde Tierra, relataron en el Centro ruso de Control de Vuelos Espaciales.
El primer turista espacial de la historia manifestó ayer una gran felicidad por su increíble aventura, contando sus impresiones durante una comunicación de diez minutos con los técnicos rusos: “Una vez en órbita, fue extraordinario ver la Tierra desde lo alto y el cielo negro. Me sentí sorprendentemente bien. Esto sobrepasa todo lo que yo pude soñar”, se entusiasmó Dennis Tito, desde el módulo ruso Zaria de la ISS, y a quien finalmente la NASA autorizó a visitar la parte norteamericana de la estación. “Es un superviaje. No veo qué quieren decir con esa historia de adaptación a la vida en el espacio. Yo ya estoy adaptado. Amo el espacio”, declaró el empresario norteamericano, según las imágenes difundidas por la CNN.
El amarre de la nave en la que viajó, la Soyuz TM-32, se efectuó de manera automática el lunes por la mañana, sin que el comandante del vuelo, el veterano cosmonauta Talgat Mussabayev, ni el ingeniero de a bordo, Yuri Batutin, tuvieran que intervenir. La misión tiene por objetivo llevar a la ISS una nueva nave Soyuz de socorro y reemplazarla por una vieja. Tito volverá a la Tierra el domingo, junto a los dos astronautas, que realizan una serie de experimentos médicos y físicos. En su estadía en el espacio, y como corresponde a cualquier turista que se precie, el multimillonario estadounidense tomará fotos para agregar a su álbum de viajes.
Para realizar su sueño, el excéntrico Tito no sólo tuvo que desembolsar los 20 millones. Antes de emprender su viaje, tras 700 horas de entrenamiento, el turista espacial debió firmar dos documentos en los que se compromete a no presentar demanda judicial contra los responsables de la ISS en caso de accidente y a pagar los eventuales daños que pudiera causar a la estación durante su estadía.
Las autoridades espaciales norteamericanas sólo dieron su autorización al vuelo de Dennis Tito el martes de la semana pasada, con el argumento de que su presencia podría poner en peligro la seguridad de la tripulación. En realidad, los norteamericanos temen que Rusia recurra a menudo a este tipo de viajes para financiar su sector espacial.
De hecho, los rusos anunciaron, asumiendo el riesgo de reactivar la polémica, que ya se están realizando negociaciones con otro turista espacial. Varios candidatos habrían manifestado su interés de conocer la ISS y, según la prensa norteamericana, el director de Titanic, James Cameron, estaría negociando un contrato de vuelo con los rusos. Pero por ahora, pocos candidatos pueden pagar, como Tito, un vuelo de 20 millones de dólares por menos de una semana de estadía: es decir 1800 dólares el minuto. Sin embargo, varias compañías se han formado ya en Estados Unidos para “democratizar” el espacio.
Lejos de las polémicas, Tito está como chico en juguetería: “Estar en el espacio es como si tuviera una nueva vida –aseguró–, como si se viviera en otro mundo. Vivir en la ingravidez y ver la Tierra desde arriba es tan espectacular, merece tanto la pena”. Durante el primer día de su tour espacial, Tito admitió que sufrió mareos y vómitos. Sin embargo, aseguró que ahora ha aprendido que tiene que tener cuidado, que se siente completamente recuperado y que le va de maravillas. El empresario espera haber abierto el universo para “la gente normal” y adelantó que quieretransmitir a las personas cuán maravilloso es el espacio y cómo una “persona normal, que no es ningún superhéroe, puede adaptarse al espacio”. Desde ayer, la industria del turismo dispone de un nuevo y atractivo destino, mientras comienzan a circular las apuestas para saber quién será el nuevo turista del espacio.

 


 

Un gen para tomar de más

Según una investigación realizada por un grupo de científicos, el alcoholismo podría originarse no sólo por factores culturales sino también por una predisposición en los genes, que se heredan en forma directa de los padres.
Científicos de la Universidad de Indiana, en Estados Unidos, han localizado un área en el cromosoma 1 en el que podría encontrarse el o los genes que predisponen al alcoholismo. Los investigadores han descubierto que una región de ese cromosoma alberga los genes responsables del alcoholismo y también de la depresión. John Nurnberger, autor principal del estudio, afirma que “en el futuro, podremos ser capaces de predecir si una persona puede sufrir esos desórdenes”.
Si bien los genes pueden predisponer a una persona hacia el alcoholismo, su presencia en el ADN humano no significa la aparición automática del problema, ya que los factores ambientales se consideran tanto o más determinantes que los genéticos.

 

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