Por Eduardo Videla
Esa suerte de amnistía
sobre las multas fotográficas dispuesta por los Tribunales de Faltas
expiró ayer, al suspender la Cámara de Contravencional la
resolución que declaraba inválidas esas infracciones, por
lo que aquellos que no pudieron lograr la absolución en los últimos
días, tendrán que afrontar el pago de las boletas. Como
para compensar, el gobierno resolvió bajar el monto de las multas
para todas las infracciones, con exepción del cruce de semáforos
con luz roja, en un 30 por ciento. Esta modificación deberá
ser aprobada por la Legislatura, y regirá sólo para las
futuras faltas. También se aumentará la velocidad máxima
permitida en la General Paz y en algunas avenidas y calles, como para
que la caza de infractores no sea tan fácil para las empresas concesionarias.
El paquete se complementa con la puesta en marcha de un nuevo sistema
para agilizar el cobro de las multas (ver nota aparte).
Las medidas implican una nueva corrección al régimen de
faltas de tránsito, que no termina de acomodarse: al cuestionado
sistema de multas fotográficas, modificado en setiembre último
por la Legislatura, se suma la dificultad que tiene el gobierno para cobrar
las infracciones. Según las empresas concesionarias, solo se han
pagado el 8 por ciento de las multas fotográficas que fueron labradas
en los últimos seis meses, mientras que el gobierno porteño
estima que paga el 30 por ciento de los infractores.
El conflicto desatado entre el Ejecutivo y la Justicia de Faltas por la
validez de las actas fotográficas quedó saldado este lunes,
con una resolución tomada en tiempo record por la Cámara
Contravencional de la Ciudad: ante un recurso de revisión presentado
por el gobierno, los camaristas Carlos Alberto Ventureira y Teresita Robledo
resolvieron suspender la acordada de la Cámara de Faltas, que desestimaba
las multas fotográficas por considerarlas ilegales.
La Cámara Contravencional es una instancia superior a la Cámara
de Faltas, un tribunal administrativo condenado a desaparecer por la Constitución
de la ciudad.
Aquella medida fue dispuesta el jueves. Entre el viernes y el lunes últimos,
se presentaron en los tribunales de faltas unos ocho mil infractores,
la mayoría de los cuales consiguió el sello con la absolución,
según informó a este diario el presidente de la Cámara,
Néstor Losa.
¿Qué ocurrirá hoy? Una vez que sean notificados,
los jueces de Faltas deberán aplicar la resolución de la
Cámara Contravencional. Esto no implica que todos van a condenar
a los infractores: cada uno va a utilizar su criterio, como lo hizo hasta
antes del jueves último.
En tanto, el gobierno porteño se apresta a realizar la segunda
modificación al régimen de infracciones de tránsito
en menos de ocho meses. Hoy mismo, el Ejecutivo enviará a la Legislatura,
con pedido de trámite rápido, un proyecto por el que se
aumenta la velocidad máxima permitida en algunas vías de
circulación de la ciudad:
En la Avenida General Paz,
se sube de 80 a 100 kilómetros por hora.
En las colectoras de la General
Paz y de la Autopista Dellepiane, de 40 a 60 kilómetros por hora.
En las avenidas del Libertador,
Figueroa Alcorta, Costanera Norte, 27 de Febrero, Perito Moreno, Francisco
Rabanal, Escalada y Sarmiento, la máxima subirá de 60 a
70 kilómetros por hora.
En las calles con señalamiento
luminoso coordinado y que sean la continuación natural de avenidas
o cumplan una función similar, subirá de 40 a 60 kilómetros
por hora. Es el caso de las calles Perón, desde 9 de Julio hasta
Parque Centenario; Galván, desde Cullen a Ricardo Balbín
y Crisólogo Larralde, desde Libertador a la General Paz.
Otro proyecto dispone una baja del 30 por ciento en las multas a las infracciones
más habituales, como el mal estacionamiento o la invasión
de la senda peatonal. La baja no corre para la violación de la
luz roja, y enlos casos de exceso de velocidad regirá una graduación:
Cuando el exceso es mínimo se aplicará el 30 por ciento,
pero si es desmedido, no habrá quita alguna, explicó
a Página/12 el secretario de Gobierno, Raúl Fernández.
Para estimular el pago de las multas, se aumentará además
el descuento por pago voluntario: hoy es del 40 por ciento y pasará
a ser del 50. Además, las boletas se podrán pagar en cuotas
y se incorporará el sistema Pago Fácil para todas las infracciones.
Se buscó adecuar el valor de las multas al salario medio.
Los montos actuales son demasiado elevados y en algunos casos no se corresponden
con la gravedad de la falta, argumentó Fernández ante
Página/12.
En cuanto a las velocidades, el gobierno accedió a un viejo reclamo
de los automovilistas, en especial, en el caso de la General Paz, una
autopista no reconocida como tal: los autos que vienen a 130 por la Panamericana
deben descender bruscamente a 80, lo que los convierte en presa fácil
de los cazadores de multas. El gobierno desechó, finalmente, la
idea de aumentar la velocidad máxima en las autopistas porteñas
de 100 a 110 kilómetros por hora.
Los cambios que se
vienen
Aumentará la
velocidad máxima permitida en avenidas rápidas de
la ciudad Libertador, Figueroa Alcorta, Costanera, Perito
Moreno, Escalada y Sarmiento, entre otras de 60 a 70 kilómetros
por hora.
En la General Paz el
límite admitido pasará de 80 a 100 y en las colectoras
de 40 a 60 kilómetros por hora.
Los montos de la mayoría
de las multas baja un 30 por ciento. Por ejemplo, el mal estacionamiento
ahora 79 pesos se reducirá a 55 pesos. El exceso
de velocidad actualmente 211.80 pesos pasaría
a cobrarse 148 pesos, siempre que la falta sea mínima. La
violación de luz roja, en cambio, no se modifica: el monto
sigue siendo 211.80 pesos.
Quien opte por el pago
voluntario abonará solamente el 50 por ciento de la multa,
en lugar del 60 como ciento como es hasta ahora.
Las sanciones podrán
ser pagadas en cuotas y mediante el sistema de pago fácil,
sin necesidad de ir al Tribunal de Faltas.
Los infractores serán
notificados en dos oportunidades. Si no se presentan, su acta de
infracción pasará a ser un certificado de deuda.
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LOS
INFRACTORES, ANTE UNA UNIDAD DE VERIFICACION
Cómo será el nuevo sistema
Por E. V.
En dos meses, el sistema de
cobro de infracciones en la ciudad cambiará radicalmente: los infractores
que no admitan el pago voluntario ya no se presentarán ante un
juez de Faltas sino ante una Unidad de Verificación Administrativa
de Faltas, integrada por unos 50 abogados que tendrán la función
de verificadores. Ese es el plazo que se ha impuesto el gobierno porteño
para terminar de delinear el proyecto y lograr la sanción de la
ley que termine con el funcionamiento de la actual Justicia de Faltas,
un fuero que no deja dormir en paz al Ejecutivo porteño.
La futura Unidad de Verificación no será un organismo transitorio:
Está pensado para que su funcionamiento continúe cuando
se ponga en marcha la nueva Justicia Contravencional y de Faltas, y será
una instancia previa a la judicial, explicó a este diario
el secretario de Gobierno porteño, Raúl Fernández.
Según establece la Constitución de la ciudad, los actuales
tribunales de Faltas deben ser reemplazados por nuevos jueces Contravencionales
y de Faltas. Esos cargos están siendo concursados y se prevé
que las designaciones se realicen en octubre.
En el futuro sistema, los verificadores serán los encargados de
determinar la validez o no de las actas de infracción: si las actas
fueron confeccionadas correctamente o si el vehículo pertenece
o no al infractor. Esas decisiones, actualmente, están en manos
de los jueces de Faltas.
Sobre un total de 30 juzgados, actualmente funcionan 17 el gobierno
no ha reemplazado a los vacantes por lo cual, los tribunales están
colapsados: sólo pueden cobrar 15.000 de las 120.000 actas de infracción
que se labran por mes.
Con el nuevo sistema, el gobierno aspira a hacer más expeditivo
el procedimiento. El infractor que no esté de acuerdo con
la multa, tiene el recurso de acudir al juez Contravencional y de Faltas,
explicó Fernández.
¿Qué pasará cuando se disuelvan los actuales
tribunales de Faltas? le preguntó este diario.
Los infractores podrán recurrir a los actuales jueces contravencionales.
OPINION
Por Eva Giberti
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Una adopción para
todos y para todas
Cuando en un título se utiliza la palabra adopción,
es posible que un porcentaje significativo de lectores y lectoras
piense: Ese tema no es para mí. Yo no tengo que ver
con la adopción...
Pero se trata de un error de perspectiva de esas personas. Porque
los chicos adoptivos pueden ser compañeros de escuela de
sus hijos y porque tal vez no lo sepan y la empleada de servicio
doméstico que trabaja para ellas quizá haya entregado
un bebé en adopción. Y entonces quien cuida a los
hijos de quienes leen este artículo no pudo hacerse cargo
del propio.
O tal vez no imaginen que cuando los legisladores responsables
por la creación de leyes que nos rigen sancionaron
la actual ley de adopción, transparentaron desconocimientos
inadmisibles que contribuyen a incrementar los prejuicios acerca
de la adopción.
O quizá no pensaron que quien organiza su pareja con un o
una adoptiva, si la adopción fue ilegal (es decir si no fue
una adopción sino una sustitución de identidad) no
tiene posibilidad de rastrear su origen porque carece de expediente
donde se registran esos datos. Con lo cual bloquea los derechos
a la identidad de toda su descendencia. Seguramente estas circunstancias
no impedirán que esos adoptivos ilegales transcurran
tranquilamente sus vidas y funden sus familias; de hecho así
sucede. Pero se encuentran con tropiezo que interesa a quien no
imaginaba que podría incorporar un adoptivo a su familia.
Por lo tanto, suponer: ¿Adopción? Yo nada que ver...
es parte de una ilusión socializada, como si realmente fuese
posible calcular que por una vereda transitan las familias adoptantes
y por otra, el resto de la comunidad. Quienes así lo suponen
terminan siendo discriminadores. En materia adopción, la
indiferencia inicia el camino de la discriminación. A la
cual las familias adoptantes hacen frente con una creciente sensatez.
Lo que aún
no se había escrito
Son numerosas las realidades silenciadas alrededor de las adopciones
y las familias adoptantes. Por ese motivo decidimos producir un
texto, Adopción para padres, que escribimos quienes formamos
el Equipo del Foro de Adopción de la Asociación de
Psicólogos de Buenos Aires, en el cual incluimos dos capítulos
a cargo de dos profesionales invitadas.
En esta obra que editó Lumen y que presentaremos las
autoras en la Feria del Libro el 3 de mayo a las 18.30 en la sala
Victoria Ocampo volvemos sobre temas clásicos, por
ejemplo cómo informar a los adoptivos acerca de su
origen, al mismo tiempo que introducimos temas que todavía
no se habían escrito.
Las filosofías y el psicoanálisis jaquearon la idea
tradicional de verdad y los padres actuales comprendieron que trata
de hablar del origen de ese hijo. Tema que hoy en día se
ha complejizado, dado que cada vez con mayor frecuencia los adoptantes
viajan a diversas provincias y toman contacto con la madre de origen.
En oportunidades también con los hermanos del bebé
que va a ser entregado en adopción.
Las complejidades que las familias adoptantes deben manejar se potencian
frente a las telenovelas que siembran interrogantes: los chicos
miran esas telenovelas y sacan conclusiones. Que se añaden
a las actuales preguntas de adoptivos y adoptivas que transitan
la adolescencia: Decime pregunta a su mamá un
adoptivo de catorce años, ¿quién era
que no podía tener chicos, vos o papá?. O sea,
a la felicidad y plenitud que impregna al hecho de adoptar se le
han aditado matices nuevos que reclaman otro entrenamiento parental.
A estas novedades les añadimos los tradicionales e injustos
problemas que suelen presentárseles a los adoptivos durante
su escolaridad, puesto que se los supone inevitables protagonistas
de problemas de aprendizaje.
Este libro se ocupa particularmente de la relación entre
las familias adoptantes, las escuelas y los jardines de infantes.
Por otra parte, la disponibilidad de niños grandes
se ha incrementado, lo que facilita lograr una adopción de
niños y niñas cuya edad oscila entre los cuatro y
los diez años. ¿Con quiénes estuvieron esos
chicos hasta el momento de su adopción? ¿Qué
memoria conservan de aquella experiencia? ¿Cómo la
incluirán en la nueva familia?
El derecho a una
atención cuidadosa
Un capítulo advierte acerca del trato que en oportunidades
reciben los preadoptantes, no sólo debido a la larga espera
antes de que les sea entregada una criatura, sino también
porque la atención que reciben en algunas instituciones oficiales
no es la que técnica y éticamente corresponde.
Entre las dudas que alientan los adoptantes, se reitera el efecto
de la separación de esa criatura de la mujer que debió
maternarlo. Algunos padres se atreven a pensar en las experiencias
sensoriales uterinas previas al nacimiento que podría guardar
esa criatura y no se equivocan al reconocer la conexión que
existió entre esa vida prenatal y la mujer que lo gestaba.
El trauma de separación ¿lo marcará como neurótico,
o como psicótico? Pensarlo en esos términos puede
orientar cuando estamos frente a alteraciones concretas de la conducta
de algunos adoptivos. Pero puede denunciar una ideología
que podría ser riesgosa porque conduce a dividir al mundo
entre los que están negativamente marcados por el origen
y los que tuvieron otra suerte. ¿Cuándo
pensar en un tratamiento, cuándo en una orientación
familiar, a qué profesionales recurrir?
Las autoras Aurora Martínez, Eugenia Douek, Nora Merlin,
Mirta de Mendonça, Ofelia Tagle, Liliana Fernández
y Giselle Tenembaum forman el Equipo de Adopción que está
a mi cargo. Mariela Maleh e Inés García Laredo nos
acompañaron durante los primeros años del Foro, en
tanto Beatriz Gelman y Graciela Lipski hicieron su aporte desde
otra práctica institucional.
Volcamos en este libro décadas de experiencia, de constataciones
históricas y de construcciones teóricas. Está
dirigido a padres adoptantes, pero no sólo se reconocen los
testimonios de las familias adoptantes (que incluyen tíos,
abuelos y abuelas); también puede registrarse el soporte
teórico que fundamenta cada tema.
Nuevos proyectos para las familias adoptantes con hijos crecidos,
con hijos pequeños y para quienes son preadoptantes; y replanteos
éticos para quienes se imaginan que no tienen nada
que ver con el tema.
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