Por Diego Fischerman
Astor Piazzolla grabó
para la RCA Victor varios de los discos más importantes de su carrera.
En 1992, Rafael Abud, uno de los productores discográficos más
emprendedores que había tenido el sello, encaró su reedición,
respetando el diseño y repertorio original de cada álbum
y repartiendo en ellos, en la medida en que el espacio lo permitía
y a manera de bonus tracks, algunos registros que Piazzolla había
realizado y que habían permanecido inéditos o habían
salido a la venta solo en el viejo formato del simple (un
disco de 33 RPM con un tema en cada lado). Ahora, RCA encara, por primera
vez, la edición en una caja de lo grabado por Piazzolla. La publicación
no pretende ser la edición completa. Se limita a 4 CDs de duración
generosa (entre 73 y 78 minutos cada uno) y mete en ellos todo lo posible.
Está lo más importante, es cierto, pero con un CD más
podría haberse incluido la totalidad.
Parte de los errores de esta edición que, de todas maneras, resulta
magnífica, es la pobreza del folleto, que abunda en anécdotas
contadas por el recopilador de la edición, Aquiles Giacometti,
del tipo Era un loco divino y querible y yo no le iba en zaga,
en lugar de hablar de las características musicales de cada uno
de los conjuntos, de las distintas épocas estilísticas de
Piazzolla, de las formaciones y fechas exactas de las grabaciones o, mínimamente,
de por qué se pusieron algunas cosas y se sacaron otras. La pena
no tiene que ver con lo que la caja es sino con lo que podría haber
sido. De hecho, aquí uno puede encontrarse con un conjunto de grabaciones
fundamentales y con mucha de la mejor música escrita y tocada en
este país. Y, también, con algunas joyas hoy difíciles
de encontrar en otro lado, como las versiones de Triunfal,
Prepárense y Redención (de Gobbi)
grabadas en abril de 1961 por el quinteto conformado por Piazzolla en
el bandoneón, Elvino Vardaro en el violín, Jaime Gosis en
piano, Oscar López Ruiz en guitarra eléctrica y Kicho Díaz
en contrabajo. Lo lamentable es que falte el resto de ese disco llamado
¿Piazzolla o no? Bailable y Apiazolado, grabado por compromiso,
genial en muchos aspectos y hoy escuchable, ya lejos de las barricadas
de entonces, con verdadero placer.
Esa escena fundante en la relación de Piazzolla con RCA Victor
marca, eventualmente, las relaciones de tensión que atravesarían
los tres períodos en que el bandoneonista trabajó con esta
grabadora (1961-2, 196970 y 1982). Cuando se trató de grabar ese
primer disco, que se llamaría Piazzolla interpreta a Piazzolla,
el sello puso una condición, que junto con ese se grabara otro,
dedicado a repertorio más comercial. En todo caso, las contradicciones
de la empresa discográfica no fueron ajenas a las del propio Piazzolla,
que siempre mantuvo una posición dual con el mercado, despreciándolo
y anhelándolo a la vez.
Esta caja, bautizada Quintaesencia, incluye los tres temas mencionados
de Bailable y Apiazolado, todo Piazzolla interpreta a Piazzolla, donde
Simón Bajour reemplaza a Vardaro, menos el tema Berretín
(en el folleto, por error, al tema Nonino se lo consigna como
Adiós Nonino), el simple del 69 con Goyeneche
(Balada para un Loco y Chiquilín de Bachín,
con acompañamiento de orquesta), todo el disco en vivo en el Regina,
en 1970, la versión de estudio de dos de las estaciones (Invierno
y Primavera), el Concierto para quinteto y los solos de bandoneón
registrados ese mismo año (La Casita de mis Viejos,
Mi refugio, Loca Bohemia, En las Sombras,
Flores Negras y Margarita Gauthier), el cuarteto
con Rodolfo Mederos, Leopoldo Federico, y Antonio Ríos (Recuerdos
de Bohemia) y los dos dúos con Aníbal Troilo (Volver
y El Motivo, erróneamente consignado en el folleto
como versión de quinteto). Falta, y no es una pérdida menor,
la versión de Piazzolla con sobregrabación de bandoneón
de Milonga triste. De la música para la película
Con Alma y Vida se incluyen dos números (Flaco Aroldi
y Casapueblo), están completos losdos volúmenes
con el noneto más uno de los dos temas que este grupo grabó
en 1973 y no fueron editados en LP (Jeanne y Paul) y, de ese
mismo año, la grabación con orquesta de Noche de Paz.
El álbum de completa con el segundo disco en vivo en el Regina,
de 1982 y con Goyeneche como cantante. La posibilidad de comparar la voz
de este artista (y su manera de interpretar) en las mismas canciones que
fueron registradas en el 69 es una de las virtudes que ofrece esta
recopilación. Otra de las joyitas es una versión extendida
(con gran zapada) de Tristezas de un Doble A, ya con el quinteto
conformado con Suárez Paz, Malvicino, Ziegler y Console. Entre
las ventajas de esta nueva caja, además de la de ofrecer un cuerpo
orgánico y un recorrido a través de la evolución
de Piazzolla, está su muy buen sonido, en varios casos muy superior
al de la anterior edición del material en CD.
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