Por Laura Vales
En las villas más
pobres de la ciudad, 200 pesos por mes pueden llegar a hacer la diferencia
entre la vida y la muerte. Desde esta idea central partió
ayer Alicia Oliveira para explicar, en la Legislatura porteña,
de qué se habla al hablar de las irregularidades detectadas en
el manejo del Plan Nuevos Roles Laborales. El programa fue creado en 1999
con el objetivo de capacitar a desocupados que estuvieran en situación
de vulnerabilidad y fueran jefes de familia. Desde entonces hasta fines
del año pasado se otorgaron planes a cinco mil quinientas personas
y se desembolsó un presupuesto total de 9 millones de pesos. La
primera irregularidad gruesa se descubrió hace dos meses: la ex
jefa de prensa del funcionario radical Rafael Veljanovich reconoció
que le habían dado uno de estos programas de 200 pesos mensuales.
Desde entonces no pasa una semana sin que se descubran nuevas anomalías.
¿Cuál es su diagnóstico sobre el caso? preguntó
ayer este diario a María Martha Polemann, nueva responsable de
la oficina municipal a cargo de los planes.
Mi opinión es que de cada diez planes, ocho fueron mal implementados
dijo la funcionaria.
Aunque vale aclarar que mala implementación no
es sinónimo de delito, agregó. Polemann considera
que tal como se usaron, hubo un altísimo porcentaje de estos
planes que no cumplieron con su objetivo de asistir a los desocupados.
Y básicamente, eso fue lo que repitió ayer en la Legislatura.
La funcionaria fue invitada, al igual que la defensora Oliveira, a una
reunión conjunta de los diputados porteños que integran
las Comisiones de Desarrollo Económico y la Junta de Etica.
El relato de las irregularidades descubiertas llevó más
de tres horas e hizo públicos aspectos desconocidos del caso, sobre
el que ya existe una investigación penal. Vale la pena detallar
algunos de los puntos revelados por la defensora del Pueblo porteña:
u La más beneficiada: la Asociación de Profesionales de
Ciencias Políticas (Aprocip) fue la ONG que recibió más
fondos del Programa Nuevos Roles Laborales. En total, el gobierno le giró
720 mil dólares entre el 99 y el 2000. El motivo de tamaña
fortuna podría buscarse en su acta de nacimiento: uno de los socios
fundadores de la ONG es Jorge Viscuso, el funcionario municipal que manejó
los planes hasta el año pasado. El cargo exacto de Viscuso fue
el de coordinador general del Programa Nuevos Roles Laborales. Y su función
consistió en aprobar qué programas de capacitación
se iban a ejecutar y quiénes iban a ser sus beneficiarios.
u Docentes sabelotodo: la maestra Amalia Leto dio cursos de Convivencia
ecológica, Orientación Deportiva, Promoción
del Tango, Conducta alimentaria para embarazadas, Auxiliar
de operador socio terapéutico y de Diseño de
páginas Web, entre otros. También figuran técnicos
ópticos dando clases de deportes, un escribano general del Gobierno
experto en cuestiones de tango y docentes a cargo de dos cursos distintos,
en lugares distantes pero con un mismo día y horario de clases.
u Militancia universitaria: hay estudiantes beneficiarios de planes en
cinco facultades de la UBA: las de Ciencias Sociales, Filosofía
y Letras, Derecho, Farmacia y Bioquímica y Ciencias Económicas.
Del total de beneficiarios del plan, de acuerdo al relevamiento de la
Defensoría, el 15 por ciento fueron universitarios, un sector que
difícilmente entra en la categoría de desocupado,
vulnerable y jefe de familia al que se deberían haber destinado
los planes. En ese 15 por ciento, como informó este diario, están
incluidos no pocos dirigentes universitarios. La mayoría son de
Franja Morada y pertenece a la corriente vinculada con el actual viceministro
del Interior, Lautaro García Batallán, y con Rafael Veljanovich.
u Familias con varios beneficiarios: la norma de designar a un solo beneficiario
por grupo familiar tampoco fue respetada. Ya surgieron 500 casos de beneficiarios
con domicilio repetido. Para los investigadores, setrata de un indicador
válido de pertenencia a la misma familia o a un mismo grupo político.
El caso más escandaloso es el de Carlos Di Stéfano, padre
del actual funcionario del Ministerio de Trabajo, Marcelo Di Stéfano.
Di Stéfano padre anotó a tres de sus hijos en el Nuevos
Roles, a pesar de que cobraba un sueldo del Estado superior a los 4 mil
pesos.
La Defensoría del Pueblo mandó copias de su informe al fiscal
Aldo De la Fuente, quien está a cargo de la causa penal y a decanos
de facultades en las que aparecen alumnos subsidiados. Otra de las copias
está desde ayer en manos de Aníbal Ibarra, con la recomendación
de que se extremen las medidas de control en el Programa, que este año
fue renovado.
En el Gobierno de la Ciudad aseguran que ya se implementaron nuevas reglas
de juego, que para la Defensoría aún son insuficientes.
Hay dos cambios principales: los beneficiarios deberán pasar por
el tamiz de las oficinas municipales de empleo y quienes ejecutarán
los proyectos serán mayoritariamente empresas en lugar de ONG.
En el Gobierno porteño admiten que el Nuevos Roles tuvo mucho de
caja de recaudación y saben que el tema está lejos de terminarse:
anoche la diputada Vilma Ripoll anticipó que elevará a la
justicia un listado de 54 funcionarios del Poder Ejecutivo que también
recibieron su plan de 200 pesos.
Urso decidió
El juez Jorge Urso sigue hiperactivo; además de llevar
adelante la causa por la venta ilegal de armas a Croacia y a Ecuador,
ayer procesó a la defensora del Pueblo porteña, Alicia
Oliveira, por el supuesto delito de injurias contra
el ex interventor del PAMI, Víctor Alderete, detenido por
asociación ilícita. Pero Oliveira no se quedó
quieta: no bien supo de su procesamiento, pidió que el juez
Urso se aparte de la causa.
El procesamiento de la defensora del Pueblo se originó porque
en 1999, cuando arreciaban las denuncias contra el menemista Alderete,
dijo que el entonces funcionario no tenía límites
morales. Desde ese entonces, Urso dispuso varias audiencias
de conciliación, pero como fracasaron, la causa avanzó
con la recolección de pruebas. Por su parte, el abogado de
Oliveira, Eduardo Bertoni, aseguró que su defendida tiene
inmunidad de opinión, y acusó a Urso de
actuar con prejuzgamiento.
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