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Por Lola Galán*
Desde
Roma
 El gesto desesperado de Emma
Bonino, la huelga de hambre y sed de cinco días que ayer terminó
para demandar más espacio televisivo para su partido, ilustra la
difícil situación de los grupos menores, convertidos en
meras comparsas del escenario electoral italiano. Pero los votos que obtengan
el 13 de mayo la Lista Bonino, el Partido de Refundación Comunista
(PRC), la Italia de los Valores, del ex juez Antonio di Pietro, o Democracia
Europea, fundado hace dos meses por Giulio Andreotti, pueden dañar
al centro-izquierda o limitar la victoria del centro-derecha.
El principal (y a veces único) patrimonio político de estas
formaciones son sus líderes, aunque los años estelares de
Bonino o Di Pietro parecen superados. El ex magistrado Antonio di Pietro
levanta todavía ovaciones cuando se desplaza por su región
natal de Molise, denunciando, megáfono en mano, los errores de
la izquierda y la amenaza de la derecha “corrupta”. El que fuera
héroe de Manos Limpias, el movimiento de jueces que destapó
el escándalo de corrupción política conocido como
Tangentopoli, financia su campaña electoral “con el dinero
que he ganado en los juicios por difamación que he interpuesto”,
según explica. Pero los tiempos han cambiado y el hombre que a
mediados de los noventa presumía de contar con el apoyo del 85
por ciento de los italianos, aspira hoy todo lo más a superar la
barrera del 4 por ciento, límite de votos para que un partido entre
en el reparto proporcional de escaños.
Su escasa habilidad oratoria y la brusquedad de su estilo han consumido
gran parte de su encanto político en poco tiempo. Aun así,
y por modesto que sea el resultado de su partido, la Italia de los Valores,
nadie duda de que hará daño al centro-izquierda, la coalición
en la que ha estado encuadrado hasta el invierno de 2000 como senador
de El Mugello. Di Pietro se apartó furibundo de El Olivo tras la
dimisión de Massimo D’Alema como primer ministro y la elección
de Giuliano Amato como sustituto. Para el ex magistrado, Amato era únicamente
la “mano derecha” del difunto líder socialista Bettino
Craxi y no estaba dispuesto a apoyarlo.
Otro líder incombustible que se ha negado a pactar con el centroizquierda,
aun a costa de ver precipitarse a su partido en las simas extraparlamentarias,
es Fausto Bertinotti, secretario general del partido de Refundación
Comunista, que se hizo famoso en 1998 cuando retiró su apoyo al
gobierno de Romano Prodi. Bertinotti hará también mucho
daño a El Olivo, especialmente en la elección de los escaños
del Senado, porque su partido ha presentado candidatos por el sistema
mayoritario en todos los colegios, lo que significa que los militantes
y sostenedores del PRC tendrán un nombre a quien votar y no apuntalarán
con su voto a los candidatos del centro-izquierda.
“Bertinotti no sacará más de uno o dos senadores, pero
nos hará perder diez”, ha declarado amargamente el líder
de El Olivo, Francesco Rutelli, ilustrando en términos prácticos
la situación. En realidad, los expertos sostienen que el daño
será mayor, y puede dar al traste con las esperanzas del centro-izquierda
de limitar la victoria de Silvio Berlusconi a la Cámara de Diputados,
dejándole en minoría en el Senado.
La Casa de las Libertades tendrá que afrontar también un
enemigo interno, Democracia Europea. Una extraña amalgama de sindicalismo,
catolicismo y conservadurismo que cuenta con el veterano Giulio Andreotti
a la cabeza, en compañía del ex líder sindical Sergio
D’Antoni. El peligro que representan con su opción centrista
se hará más patente en el sur de Italia. Los votos que le
arrebaten a la Casa de las Libertades, de Berlusconi, serán doblemente
válidos, porque fortalecerán la posición de El Olivo
en una zona vital para el triunfo de esta coalición.
* De El País de Madrid, especial para Página/12.3 de
mayo de 2001
BLAIR
LANZA SU CAMPAÑA PARA LOS COMICIOS DE JUNIO
Fiebre de elecciones sin aftosa
Por Patrick Wintour
y Paul Brown *
Desde
Londres
El primer ministro británico
Tony Blair esta dispuesto a lanzar una breve campaña electoral
el miércoles que viene, ya que el parlamento se disuelve dos días
después, a tiempo para la elección del 7 de junio. La campaña
del primer ministro inmediatamente se pondrá manos a la obra, mientras
el manifiesto laborista, enfocado en la estabilidad económica y
las nuevas maneras de brindar servicios públicos, será lanzado
a mediados de la siguiente semana.
La oposición conservadora, que necesita de cada minuto para limitar
el liderazgo de los laboristas en las encuestas, puede llegar a lanzar
su documento antes. En un intento de subir la moral, el líder conservador
William Hague convocó a 150 empleados del partido ayer para decirles:
“Nunca hemos estado tan preparados para una batalla como lo estamos
ahora. Comenzaremos esta campaña más rápido y la
terminaremos con más fuerza que cualquier elección previa”.
Preparándose para la elección, Blair mantuvo una conferencia
de prensa para declarar que la guerra contra la aftosa en el Reino Unido
estaba efectivamente ganada, antes de telefonear al canciller alemán,
Gerhard Schroder, para decirle que no va a participar de la cumbre de
los socialistas europeos que tendrá lugar el lunes en Berlín.
Blair también vio cómo salían de la casa del ministro
de finanzas Gordon Davis una serie de importantes figuras de diarios británicos
y el magnate de los medios internacionales, Rupert Murdoch. Blair claramente
sugirió que la crisis de la aftosa había terminado y que
ahora no había motivos para no proceder con la elección.
También dijo que se había retirado el grueso de las carcazas
de los animales sacrificados –se mataron 2,4 millones– y que
ya se había encendido la última pira de los animales. “Lo
que tuvimos que hacer en términos de matanza es un asunto espantoso,
pero queríamos salvar la producción británica de
alimentos y no había otra alternativa.” Añadió:
“La aftosa todavía no está derrotada. Tenemos más
por hacer. Pero estamos llegando al final”.
El número de casos de aftosa por día disminuyó a
la mitad cada dos semanas. De acuerdo con las actuales tendencias dentro
de dos semanas estaría en cuatro por día y en un promedio
de uno por día para el 6 de junio.
* De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12
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