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Los dos querían –porque necesitaban– ganar, y sin embargo
no salieron a la descubierta. Los locales tenían que ganar para
pasarlo a River y clasificar; los de Gallego tenían que ganar para
salir primeros y zafar del Cruzeiro en la próxima ronda. Sin embargo,
durante el primer tiempo hubo bastante cautela de ambos lados, pues los
paraguayos no se desmantelaron nunca pese a intentar la iniciativa ante
un River a la expectativa.
Si bien hubo una llegada de Saviola y alguna aproximación de lejos
de los visitantes, hasta la mitad del primer período, excepto la
voluntad de empujar de Guaraní, ejemplificada en el juvenil grandote
Julio González, no pasó demasiado. Tal vez por eso, el increíble
zurdazo de Zapata –que recogió un rechazo aéreo y desde
más de treinta metros conectó un remate alto que pegó
en el travesaño antes de entrar– cambió el trámite,
lo hizo algo más abierto ya que los paraguayos fueron más
“sinceramente” al ataque. Nada fructificó, sin embargo,
y las imprecisiones se sucedieron, ya que Guaraní se excedió
en los centros y River no cuajó un solo contragolpe.
En el segundo, Guaraní arrancó bien en cuanto al ímpetu
pero siguió muy impreciso; a la inversa, complementariamente, River
tuvo por primera vez algo de espacio y fue en este período cuando
tuvo sus mejores chances: un remate de Saviola que quedó débil
y un toque sutil de Ortega que pegó en el travesaño con
el arquero ya jugado. En seguida Gallego terminó de hacer los cambios
que le permitieron cuidar el resultado –ya había salido Cardetti,
salió entonces Ortega– y llegó a un final feliz sin
demasiados sobresaltos en un partido feo, con muchos amonestados y un
resultado que le permite al equipo argentino adjudicarse el Grupo. No
mucho más –ni menos– que eso.
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Lo que River dice
que debe
Para salir al cruce de informaciones difundidas en estos días
que hacían referencia a otros montos mayores, que llegaban
a los 12 millones de dólares, River envió ayer una
comunicación a la AFA con copias a los medios periodísticos,
informando del monto exacto que le debe a su plantel profesional:
algo más de 5,2 millones. Esta cifra se desglosa en tres
items. El club atribuye la mayor parte de lo adeudado al rubro “primas
devengadas al 30 de abril de 2001”, por unos 3,8 millones de
dólares. El segundo ítem son “premios devengados
de la temporada 2000/01”, con algo más de 1,1 millones
de dólares, mientras que el resto –poco más de
200.000 dólares– son sueldos de abril de 2001 y premios
del partido ante Newell’s Old Boys por el torneo Clausura,
disputado el domingo pasado. Tal es la posición oficial de
River Plate.
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PERDIO
EL SEGUNDO LUGAR POR DIFERENCIA DE GOL
San Lorenzo se quedó afuera
San Lorenzo pagó con
la eliminación de la Copa Libertadores de América la impotencia
futbolística que padeció anoche, de local ante un disminuido
y desmotivado Nacional de Montevideo –ya clasificado y saturado de
suplentes– al que no pudo vencer. Pero lo peor fue que, sin embargo,
estuvo hasta el último instante oscilando entre quedar afuera o
adentro, ya que dependía de un segundo resultado. En Concepción,
Chile, los locales del Atlético, hasta anoche últimos en
el grupo, vencieron en el último minuto 3-0 al Jorge Wilstermann
boliviano, que era el rival potencial de San Lorenzo y, con ese resultado,
llegaron también a los siete puntos pero sin diferencia de gol,
mientras los de Boedo quedaron con -1.
Triste y melancólico final de una serie a la que no que faltó
nada negativo para los de Pellegrini: poco fútbol, lesionados múltiples
y el bochorno de la violencia que lo llenó de suspendidos.
Anoche, San Lorenzo no supo cómo resolver el simple esquema que
le presentó el conjunto tricolor y penó toda la noche por
errores propios.
Tanta fue la falta de contundencia que exhibió el San Lorenzo que
fue necesario que el defensor de Nacional Alvaro Meneses concretara un
gol en contra para permitir el empate azulgrana al equipo azulgrana a
los 67m, tras tener que remontar la desventaja de 1-0 tras un gol, de
contraataque y de buena factura, de Pablo Islas a los 36m.
Lo de San Lorenzo, que sin Romeo ni Estévez fue absolutamente inofensivo
ante el fracaso de Quinteros y sus sucesivo compañeros de ataque,
abre un interrogante muy grande respecto de su capacidad de reacción.
Ahora –como hace un mes atrás pronosticara Carlos Bianchi–
sólo deberá abocarse al Clausura, donde está primero
con River y tiene posibilidad de dedicación exclusiva, convirtiéndose
en candidato. ¿Estará a la altura?
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