Por Emanuel Respighi
Aquellos que hacen el cine argentino,
en sus diversas facetas, se reunieron ayer en una asamblea abierta para
repudiar la aplicación del IVA a la entrada de los espectáculos
cinematográficos, en el marco del paquete de medidas económicas
anunciadas la última semana por el Ministro de Economía,
Domingo Cavallo. Bajo el lema No al IVA al cine y la cultura,
asistieron a la reunión numerosos directores, guionistas, productores,
distribuidores y técnicos de la industria Cinematográfica,
quienes no dudaron en declarar a la medida como la aniquilación
total de la industria cinematográfica nacional. Con pocos
actores, el encuentro contó con la presencia de la diputada nacional
Silvia Vázquez, quien anunció la única medida concreta:
la creación de un foro de defensa del cine en la página
de Internet www.congresoagora.gob.ar
La reunión, convocada por diversas organizaciones del cine nucleadas
en el Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina, se llevó
a cabo en el cine Cosmos con la participación primaria, casi excluyente,
de los directores Fernando Solanas, Luis Puenzo, Juan Bautista Stagnaro,
Alberto Lecchi, Pablo Trapero, Juan José Jusid, Daniel Burman,
Alejandro Doria y Carlos Galletini, quienes manifestaron un enérgico
rechazo a la extensión del IVA al cine.
Pino Solanas fue el encargado de abrir el debate con la lectura de un
comunicado de prensa en el que se manifiesta que la aplicación
del IVA está absolutamente a contramano de la ley de Competitividad,
anulará los esfuerzos asociativos que son la columna vertebral
del cine independiente, generará un encarecimiento del costo de
la entrada que disminuirá la asistencia del público y el
crecimiento de los costos de las películas argentinas, haciendo
imposible la supervivencia de la producción nacional.
Según Pablo Rovito, presidente de la Asociación de Productores
Independientes de Medios Audiovisuales (Apima), este impuesto provocará
un aumento de la entrada de cine, que alejará a los espectadores
del cine. Y dificultará las realizaciones de productos nacionales.
Este hecho aumenta su relevancia si se tiene en cuenta que, según
datos precisos, la venta de localidades de cine en el primer trimestre
del año cayó un 37 por ciento en comparación al mismo
período del año 2000. Pero el debate no se circunscribió
sólo al tema de la exención del IVA al cine, ya que también
se planteó la necesidad de constituir una verdadera cultura nacional.
Tener o no una industria del cine nacional depende del proyecto
de país de toda una comunidad, pero principalmente los que tienen
poder de decisión, quieren, sostuvo Puenzo. Lamentablemente,
en el proyecto de país que se tiene desde hace tres décadas,
el cine no es necesario y todo un país lo paga. Por eso creo que
es muy mezquino pelear por un impuesto. Debemos replantear el modelo cultural
de país que se quiere tener, juntar a todos los sectores de la
cultura e imponer un verdadero proyecto cultural.
Otro de los que no ocultó su malestar con la clase política
fue Solanas, un veterano en este tipo de jornadas de lucha, quien visiblemente
molesto, sostuvo que la defensa del cine nacional está hoy,
más que nunca, en las manos del cine mismo. Hay que salir a la
calle, ya que el cine goza de la simpatía de la gente y de la clase
dirigente. Y está en un momento excelente, en el que se constituyó
como la principal industria cinematográfica de toda Latinoamérica.
Tenemos que movilizarnos y plantarnos ante los gobernantes hasta que se
pronuncien a favor del cine. Porque el cine es la síntesis de la
cultura nacional. Es el espejo de una comunidad, de un país, en
este caso Argentina. Entonces habría que preguntarle a nuestros
dirigentes si realmente quieren la destrucción o no del cine.
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