Por José Natanson

Nunca como ayer fue tan evidente el espacio que Carlos “Chacho” Alvarez ha dejado en el Frepaso. Shockeados por las declaraciones del ex vice, que por la mañana había anunciado su retiro de la “actividad partidaria”, los frentistas se reunieron durante seis horas para el primer gran encuentro de la era post Chacho. Fue una especie de catarsis: hubo una larguísima serie de exposiciones, que dejaron entrever las posturas disímiles que conviven en el partido. Tan sorprendidos estaban que al final no alcanzó el tiempo para cumplir el objetivo original –definir la nueva conducción– y el tema pasó para el jueves que viene.
La jornada comenzó bien temprano, cuando Chacho atendió a tres radios porteñas después de un mes de mutismo: reconoció una serie de “errores” que cometió luego de su renuncia a la vicepresidencia, dijo que el Frepaso se debía una “autocrítica” y anunció su retiro de la actividad partidaria (ver páginas 2 y 3).
Ni sus hombres de mayor confianza sabían que, el mismo día de la reunión convocada para analizar el futuro del Frepaso, tenía previsto pronunciar declaraciones de este tenor. “El alejamiento de Chacho se viene procesando desde hace tiempo, pero nunca nos imaginamos que iba a salir tan fuerte”, reconocía ayer un importante diputado.
La reunión, convocada hace un par de días, se realizó en la Casa del Frente y contó con un quórum inédito. Estaba el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, la ex ministra Graciela Fernández Meijide, los diputados más cercanos a Chacho –Darío Alessandro, Rodolfo Rodil y José Vitar–, el ministro Juan Pablo Cafiero, el titular de la Fundación Auyero, Ricardo Mitre, y los cuatro intendentes frepasistas del Conurbano. Había también unos cuantos representantes del interior: el vicegobernador de Mendoza, Juan González Gaviola, jefes de distrito como Rafael Flores, de Santa Cruz, y Oscar Massei, de Neuquén, e intendentes como Julio Arriaga, de Cipolletti.
El shock por las declaraciones de Alvarez era tal que fueron pocos los que, una vez comenzada la reunión, se refirieron al tema. Sin embargo, todos se anotaron para expresar su opinión sobre la situación del Frepaso: el número y la calidad de los dirigentes permitió un panorama bastante completo sobre la posición de cada uno de los actores principales.
Hay quienes creen que, a partir de la renuncia de Alvarez, la integración del Frepaso en el Gobierno era el único camino posible, que la designación de Domingo Cavallo era inevitable y que no queda otra que acompañar a la gestión aliancista. Así piensan algunos diputados de la Capital, los funcionarios –como Horacio Viqueira y Marcos Makón– y los ex funcionarios, como Fernández Meijide. Ayer, el encargado de expresar esta postura fue Rodolfo Rodil. “Lo que hay que entender es que nuestra suerte está atada a la suerte del Gobierno”, aseguró el diputado.
Otros son más críticos. En el encuentro de ayer, uno de los más claros fue Rafael Flores: “Hay que hacer una profunda autocrítica”, dijo, utilizando la misma expresión que había elegido Chacho por la mañana. “Tenemos que recuperar el perfil del Frepaso, los valores de nuestra fuerza”, agregó. La mayoría de los representantes del interior, algunos hombres cercanos al ex vice –como José Vitar– y la mujer de Chacho, Liliana Chiernajowsky, comparten esta opinión.
Entre las dos posiciones se ubican algunos dirigentes claves. Aníbal Ibarra debe equilibrar la necesidad de mantener viva la Alianza en su distrito con algunos gestos de diferenciación respecto del Gobierno nacional. Alessandro está convencido de que la sociedad con la UCR tiene que continuar y al mismo tiempo debe lidiar con las rebeldías de los frepasistas en el bloque de diputados. Juan Pablo Cafiero tiene que compatibilizar sus posturas críticas con su nueva función.
“Antes, Chacho fijaba las posiciones, pero ahora tenemos que hacernos cargo nosotros”, explicaba ayer uno de los principales dirigentes delFrepaso. Y –como primer ejemplo de esta nueva realidad– mencionaba el documento que se difundió luego de la reunión, en el que el Frepaso critica a Cavallo por su posición en la causa de las armas (ver aparte).
Los frentistas intentarán, entonces, construir algún ámbito de conducción que reemplace a Chacho. Ayer, cuando finalmente surgió el tema, uno de los frepasistas sugirió la conveniencia de designar un “referente” que cumpla este rol, pero casi todos se opusieron al encumbramiento de una sola persona. “Sería reemplazar a Chacho y un liderazgo no es algo que se construya en un solo día”, dijeron.
No hubo tiempo para terminar de definir quiénes integrarán la nueva conducción, ya que había que tratar otros temas, como la situación interna de Mendoza. De todas formas, la idea es que a los cuatro hombres que ya vienen cumpliendo esta función –Alessandro, Cafiero, Rodil y Vitar– se sume Ibarra, uno de los intendentes del Conurbano y un par de representantes del interior, posiblemente Oscar Massei.
En cualquier caso, ayer los frepasistas estaban demasiado sorprendidos y desorientados como para terminar de cerrar este tema. Por primera vez en su breve historia, el Frepaso deberá empezar a caminar solo, sin la guía -enérgica, muchas veces criticada, pero siempre presente– de Chacho Alvarez. Por eso, cuando Vitar propuso un cuarto intermedio, todos estuvieron de acuerdo en seguir el próximo jueves, en la segunda reunión de la era post Chacho.

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