Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


VOLVIO A PROMETER UN CRECIMIENTO SUPERIOR AL 5% HACIA FIN DE AÑO
Los “jóvenes miopes” examinaron a Cavallo

Las repercusiones del caso
lavado de dinero y armas, la desconfianza que provoca la canasta de monedas y las dudas sobre cuál será el motor del crecimiento después de tres años de recesión, fueron los principales temas del examen que tuvo que rendir Cavallo en conferencia telefónica con Wall Street.
Daniel Marx y Julio Dreizzen, 1 y 2 de la Secretaría de Finanzas.
También buscaron convencer a los operadores.

Por Maximiliano Montenegro

“Hay mucho ruido creado en la prensa. Pero no creo que las investigaciones de lavado de dinero y venta de armas tengan algún impacto significativo en el trabajo del sistema político argentino”, aseguró Domingo Cavallo, en un inglés tan fluido como desprolijo. Fue ayer por la mañana durante una teleconferencia organizada para los “jóvenes miopes” -en la definición que acuñó el propio ministro– que se esconden detrás de los mercados financieros. Lejos de su discurso desafiante de hace un mes, Cavallo se esmeró por contestar cada una de las preguntas de los economistas de los mayores bancos de inversión internacionales que, con sus opiniones, orientan las decisiones de sus clientes y que en las últimas semanas aconsejaron desprenderse de papeles de la deuda argentina. Las repercusiones del caso lavado de dinero y armas, la desconfianza que provoca la canasta de monedas y las dudas sobre cuál será el motor del crecimiento después de tres años de recesión, fueron los principales temas del examen que tuvo que rendir Cavallo.
Haciendo gala de un inglés refinado, el secretario de Finanzas, Daniel Marx, un viejo conocido de los yuppies de Wall Street, fue el encargado de presentar “en sociedad” a su jefe. “Asumí hace cuarenta días y desde entonces tenemos en la Argentina un clima político muy bueno para adoptar decisiones, ya contamos con el acuerdo de los gobernadores, la mayoría justicialistas”, empezó diciendo Cavallo, que en ningún momento durante la hora de teleconferencia habló de “la pulseada con los mercados”, ni amenazó con que “los especuladores que apuesten contra la Argentina van a perder mucha plata”, como solía repetir hasta antes de cerrar el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario.
El de ayer fue el “Cavallo domado” que, desde el día que anunció el último ajuste fiscal, se muestra comprensivo con las necesidades de los mercados y se esfuerza por contentarlos. Marx prometió girar a los principales bancos de inversión, vía e-mail, la Carta de Intención aprobada por el FMI el jueves por la noche. “Es la primera vez que ustedes tienen un programa económico que está asentado en el memorando firmado con el Fondo en el que todas las medidas ya fueron adoptadas”, afirmó.
Inmediatamente después dejó abierta la línea para responder al interrogatorio de los financistas.
–El objetivo de su programa puede ser el crecimiento, como usted dice. Pero no queda claro cuáles son las fuentes del crecimiento para lo que queda del año –le espetó uno.
–Va a haber simultáneamente un incremento del consumo por la mejora del humor de los consumidores y de las inversiones, como respuesta de este aumento del consumo. También esperamos una expansión por el incremento de las exportaciones, alentadas por la reducción de costos empresarios. Mis técnicos creen que hacia final del año vamos a crecer al 5 por ciento. Pero yo soy mucho más optimista y creo que vamos a crecer más. Pero no quiero transformar mi optimismo en voluntarismo, así que acepto el pronóstico del 5 por ciento.
–¿En cuánto tiempo puede estar en marcha la canasta de monedas? –preguntó otro.
–Puede ser en un año, dos años, depende de cuándo se iguale el dólar con el euro –salió del paso Cavallo.
–Es difícil argumentar que este cambio no será visto por los argentinos como una modificación del contrato de 1 peso igual a 1 dólar. ¿Qué cambios habría en contratos como los préstamos? –le replicaron del otro lado de la línea, pero con otro acento.
–No habrá cambios –aseguró el ministro. E insistió con que atar el peso a una canasta euro-dólar no implicará una devaluación.
Le preguntaron sobre el canje de deuda, “sobre el que tanto se especula en el mercado” –confesó un broker–, pero el ministro fue evasivo. Se limitó a aclarar que será voluntario (“amigable con el mercado”, caracterizó), se excusó diciendo que “no soy especialista en estascuestiones financieras”, y recomendó consultar luego a Marx sobre el punto (ver aparte). Además prometió que no volverán a utilizarse las reservas del Banco Central para financiar el Gobierno, una condición que figura explícitamente en el acuerdo con el Fondo.
–¿Cuál es el riesgo que percibe en la investigación de administración anterior sobre lavado de dinero y venta de armas, y sus consecuencias sobre su paquete de reformas? –lo sorprendió un economista de apellido español.
–No creo que las investigaciones de lavado de dinero y venta de armas tengan algún impacto significativo en el trabajo del sistema político argentino. Hay mucho ruido que ha sido creado en la prensa. Pero el sistema judicial trabajará normalmente. Todos los líderes políticos en la Argentina están hablando con una gran responsabilidad sobre estos temas -contestó Cavallo, sin mencionar que la causa de las armas puede alcanzarlo, y que él mismo un día antes había considerado conveniente que el expediente pasara a la Corte Suprema.
Pero, no satisfecho, ahondó en su argumentación: “Ustedes pueden ver que en la votación de la extensión de la ley de Convertibilidad hubo 138 votos a favor y 16 votos en contra. Estos 16 votos fueron de gente ligada al ex presidente Menem, que promueve abiertamente la dolarización en la Argentina. Entonces, ahí tiene un caso en el que la prensa decía que la investigación al ex presidente Menem iba a crear problemas para tratar esta ley. Pero eso no pasó ni pasará con ninguna otra ley por cómo está funcionado el sistema político en la Argentina”, prometió el ministro.

 

En el Fondo lo confirman

Por si hiciera falta, el Fondo Monetario Internacional confirmó ayer que llegó a un acuerdo con el gobierno argentino basado en nuevas metas de ajuste fiscal, lo que destrabar los créditos remanentes para el país tanto del FMI como del Banco Mundial y del BID. “Hay acuerdo”, ratificó el brasileño Fancisco Baker, portavoz del organismo para Latinoamérica, quien hasta última hora del jueves se resistía a pronunciar esas palabras que tanto reclamaba Domingo Cavallo desde Buenos Aires. El nuevo acuerdo fija las pautas del ajuste fiscal por casi 4000 millones de dólares que deberá implementarse para cumplir con la misma meta de déficit de 6500 millones establecida en diciembre pasado.

 

Merrill cree en el ministro

El banco de inversión Merrill Lynch que en las últimas semanas mantuvo la recomendación a sus clientes de no arriesgarse comprando títulos de la deuda argentina salió ayer a apoyar a Domingo Cavallo. En un informe, difundido por la directora de comunicaciones globales, Susan McCabe, se dice que la situación argentina “es complicada” porque “el Mercado de Valores se contrajo 4,4 por ciento durante los últimos tres días y las encuestas muestran una declinación de la confianza de los consumidores”. Pero destaca que “esta reacción es transitoria y puede explicarse por la impresión de que Cavallo está inclinándose hacia un enfoque ortodoxo, que fracasó con José Luis Machinea”. “No estamos de acuerdo con ese punto de vista. Aún creemos que el programa económico de Cavallo es básicamente de reducción de impuestos para recuperar la competitividad, mejorar la rentabilidad del sector privado e incrementar las inversiones”, afirma el documento de Merrill en un notable cambio de humor. “Continuamos mirando positivamente al diagnóstico de Cavallo. La clave es crecer y esa es su meta principal”, concluye.

 

CONTINUA LA NEGOCIACION POR EL MEGACANJE DE BONOS
Se cocina a fuego muy lento

Por Claudio Zlotnik

Los bancos creadores de mercado y funcionarios de Economía continuaban anoche las negociaciones para sacar adelante el megacanje de deuda. Una vez cerrado el acuerdo con las entidades financieras el Gobierno sentará a la mesa a las AFJP, a quienes también les propondrá sumarse a la operación. Con el diseño del plan avanzado, buena parte del equipo económico, Domingo Cavallo incluido, emprenderá viaje a Estados Unidos y Europa para explicarles a los inversores las últimas medidas tomadas, el acuerdo con el Fondo Monetario y el megacanje. En contra de la aspiración de los financistas, un alto funcionario del Palacio de Hacienda reconoció anoche que la operación “no se realizará de manera inmediata”. Ayer fue una jornada tranquila en los mercados: el riesgo país descendió 28 puntos, al situarse en los 1031, mientras que las acciones subieron 2,6 por ciento.
La discusión entre Economía y los bancos se centra en las características que tendrá el megacanje. Para los funcionarios, lo mejor sería estirar lo máximo posible la duración de los nuevos bonos a emitirse en reemplazo de los que ahora están en poder de las entidades financieras. Pero el problema radica en que cuanto más tiempo se extienda el plazo de la deuda, mayores serán los costos a afrontar. La fórmula es encontrar el equilibrio entre la tasa de interés y la disposición de los acreedores a alargar los plazos de sus bonos. Por otra parte, lo más probable es que las nuevas emisiones no devenguen intereses durante uno a tres años (éstos se capitalizarán directamente). Cavallo también pidió que algunos bonos se emitan a tasa variable porque apuesta a que la tasa bajará en el futuro.
Otro punto que se está analizando es que al canje no sólo ingresen los títulos con vencimiento hasta el 2005 ó 2006, sino también aquellos más largos pero sobre los cuales el Gobierno paga intereses y capital en forma periódica. Este mecanismo también serviría para desahogar las finanzas del Estado en el corto plazo. Y forma parte de la propuesta que se les formulará a las AFJP.
Cada año, el Estado abona unos 1000 millones de dólares a los fondos de pensión en concepto de amortizaciones de capital e intereses por los bonos que tienen en sus carteras. La idea es que parte de esos títulos, incluyendo los cupones, se sumen al megacanje. A cambio, Economía entregaría títulos de largo plazo “cupón cero”, cuya característica principal es que se cancela al vencimiento final.
Con el megacanje el Estado ahorrará dinero por los vencimientos que pateará hacia adelante. Con el desahogo, Cavallo apuesta a que baje el riesgo país y las tasas de interés. Y la economía se ponga en marcha. El aspecto negativo radica en que para seducir a los bancos, a las AFJP y a los inversores particulares, el ministro se comprometerá a dar un premio: o sea, a abonar tasas más altas en el futuro.
Por tal motivo, es muy importante el nivel de riesgo país al momento de la operación. Daniel Marx quiere aguardar a que éste disminuya para que el megacanje salga más barato. Cavallo, en cambio, prefiere apurar el trámite ya que ello aceleraría la baja del riesgo, que se encuentra por encima de los mil puntos. Por lo pronto, el hecho de que Cavallo, Marx y Julio Dreizzen (subsecretario de Finanzas), responsables del diseño de la operación, salgan de gira durante la próxima semana, hace prever que el anuncio se postergará al menos de siete a diez días.
El periplo de los funcionarios abarcará ciudades de Estados Unidos y Europa. Cavallo ya se fue a Nueva York y Washington. Mañana hará lo propio Daniel Marx, quien continuará viaje hacia Francfort, Milán y Londres, y tiene previsto regresar el viernes. El jefe de asesores Guillermo Mondino visitará San Pablo e Inglaterra y Dreizzen irá a Boston. Los funcionarios tienen agendadas reuniones con banqueros, representantes de fondos de inversiones internacionales y agencias de calificación crediticia.

 

Un Morgan al Banco Central

Tras el desplazamiento de Pedro Pou y el alejamiento del ex vice del Central, Martín Lagos, el Gobierno se apresura a ocupar los puestos vacantes en la entidad. Para vicepresidente nominó a Alfonso Prat-Gay, un economista que trabaja en el banco de inversión JP Morgan, en la filial de Londres. A su vez, como directora del organismo propuso a Amalia Isabel Martínez Christensen, una especialista en economía internacional que participó de las negociaciones del Plan Brady en la gestión anterior de Domingo Cavallo. Las propuestas del Ejecutivo deben ser analizadas y, eventualmente, aprobadas por el Senado. Por tal motivo, Fernando de la Rúa remitió anoche a la Cámara alta las solicitudes de acuerdo para ambos profesionales.

 

SUBA DE PRECIOS EN ABRIL DEL 0,7%
La vuelta de la inflación

La inflación en abril sorprendió a todos los analistas y alcanzó, después de varios meses de deflación, un 0,7 por ciento, según los datos del Indice de Precios al Consumidor (IPC) que difundió ayer el INdEC.
El valor de la indumentaria experimentó la mayor suba del mes en relación a los otros rubros de la canasta, con un incremento del 5,4 por ciento, debido un salto del 7,8 por ciento en el precio de la ropa; del 2,2, en calzado y del 0,7 en accesorios y servicios. También fue fuerte la suba en el costo de trasporte público de pasajeros, que creció en promedio 3 por ciento. Esto se debió a que entraron en vigencia incrementos en el boleto mínimo de trenes y colectivos que autorizó el Gobierno en marzo.
En tanto, el índice de la construcción de abril no registró variación respecto de marzo, mientras que los precios mayoristas presentaron una deflación del 0,1 por ciento. En otros rubros, el mes pasado Alimentos y Bebidas registró una suba del 0,6 por ciento; Vivienda, 0,2; Atención Médica y Gastos para la Salud, 0,1; Transporte y Comunicaciones, 1,1 y Educación, 0,2 por ciento.
Según los expertos, la inflación de mayo podría ser la más alta de los últimos seis años, si las empresas afectadas por el levantamiento de las exenciones impositivas trasladan a los precios de sus productos la carga impositiva que comenzó a regir este mes, además de los incrementos estacionales en los servicios de gas y electricidad. Así, se daría la paradoja, como en los años ochenta, de una economía en plena recesión que experimenta suba en los niveles de precios.

 

PRINCIPAL