Por Maximiliano Montenegro
Hay mucho ruido creado
en la prensa. Pero no creo que las investigaciones de lavado de dinero
y venta de armas tengan algún impacto significativo en el trabajo
del sistema político argentino, aseguró Domingo Cavallo,
en un inglés tan fluido como desprolijo. Fue ayer por la mañana
durante una teleconferencia organizada para los jóvenes miopes
-en la definición que acuñó el propio ministro
que se esconden detrás de los mercados financieros. Lejos de su
discurso desafiante de hace un mes, Cavallo se esmeró por contestar
cada una de las preguntas de los economistas de los mayores bancos de
inversión internacionales que, con sus opiniones, orientan las
decisiones de sus clientes y que en las últimas semanas aconsejaron
desprenderse de papeles de la deuda argentina. Las repercusiones del caso
lavado de dinero y armas, la desconfianza que provoca la canasta de monedas
y las dudas sobre cuál será el motor del crecimiento después
de tres años de recesión, fueron los principales temas del
examen que tuvo que rendir Cavallo.
Haciendo gala de un inglés refinado, el secretario de Finanzas,
Daniel Marx, un viejo conocido de los yuppies de Wall Street, fue el encargado
de presentar en sociedad a su jefe. Asumí hace
cuarenta días y desde entonces tenemos en la Argentina un clima
político muy bueno para adoptar decisiones, ya contamos con el
acuerdo de los gobernadores, la mayoría justicialistas, empezó
diciendo Cavallo, que en ningún momento durante la hora de teleconferencia
habló de la pulseada con los mercados, ni amenazó
con que los especuladores que apuesten contra la Argentina van a
perder mucha plata, como solía repetir hasta antes de cerrar
el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario.
El de ayer fue el Cavallo domado que, desde el día
que anunció el último ajuste fiscal, se muestra comprensivo
con las necesidades de los mercados y se esfuerza por contentarlos. Marx
prometió girar a los principales bancos de inversión, vía
e-mail, la Carta de Intención aprobada por el FMI el jueves por
la noche. Es la primera vez que ustedes tienen un programa económico
que está asentado en el memorando firmado con el Fondo en el que
todas las medidas ya fueron adoptadas, afirmó.
Inmediatamente después dejó abierta la línea para
responder al interrogatorio de los financistas.
El objetivo de su programa puede ser el crecimiento, como usted
dice. Pero no queda claro cuáles son las fuentes del crecimiento
para lo que queda del año le espetó uno.
Va a haber simultáneamente un incremento del consumo por
la mejora del humor de los consumidores y de las inversiones, como respuesta
de este aumento del consumo. También esperamos una expansión
por el incremento de las exportaciones, alentadas por la reducción
de costos empresarios. Mis técnicos creen que hacia final del año
vamos a crecer al 5 por ciento. Pero yo soy mucho más optimista
y creo que vamos a crecer más. Pero no quiero transformar mi optimismo
en voluntarismo, así que acepto el pronóstico del 5 por
ciento.
¿En cuánto tiempo puede estar en marcha la canasta
de monedas? preguntó otro.
Puede ser en un año, dos años, depende de cuándo
se iguale el dólar con el euro salió del paso Cavallo.
Es difícil argumentar que este cambio no será visto
por los argentinos como una modificación del contrato de 1 peso
igual a 1 dólar. ¿Qué cambios habría en contratos
como los préstamos? le replicaron del otro lado de la línea,
pero con otro acento.
No habrá cambios aseguró el ministro. E insistió
con que atar el peso a una canasta euro-dólar no implicará
una devaluación.
Le preguntaron sobre el canje de deuda, sobre el que tanto se especula
en el mercado confesó un broker, pero el ministro
fue evasivo. Se limitó a aclarar que será voluntario (amigable
con el mercado, caracterizó), se excusó diciendo que
no soy especialista en estascuestiones financieras, y recomendó
consultar luego a Marx sobre el punto (ver aparte). Además prometió
que no volverán a utilizarse las reservas del Banco Central para
financiar el Gobierno, una condición que figura explícitamente
en el acuerdo con el Fondo.
¿Cuál es el riesgo que percibe en la investigación
de administración anterior sobre lavado de dinero y venta de armas,
y sus consecuencias sobre su paquete de reformas? lo sorprendió
un economista de apellido español.
No creo que las investigaciones de lavado de dinero y venta de armas
tengan algún impacto significativo en el trabajo del sistema político
argentino. Hay mucho ruido que ha sido creado en la prensa. Pero el sistema
judicial trabajará normalmente. Todos los líderes políticos
en la Argentina están hablando con una gran responsabilidad sobre
estos temas -contestó Cavallo, sin mencionar que la causa de las
armas puede alcanzarlo, y que él mismo un día antes había
considerado conveniente que el expediente pasara a la Corte Suprema.
Pero, no satisfecho, ahondó en su argumentación: Ustedes
pueden ver que en la votación de la extensión de la ley
de Convertibilidad hubo 138 votos a favor y 16 votos en contra. Estos
16 votos fueron de gente ligada al ex presidente Menem, que promueve abiertamente
la dolarización en la Argentina. Entonces, ahí tiene un
caso en el que la prensa decía que la investigación al ex
presidente Menem iba a crear problemas para tratar esta ley. Pero eso
no pasó ni pasará con ninguna otra ley por cómo está
funcionado el sistema político en la Argentina, prometió
el ministro.
En el Fondo lo confirman
Por si hiciera falta, el Fondo Monetario Internacional confirmó
ayer que llegó a un acuerdo con el gobierno argentino basado
en nuevas metas de ajuste fiscal, lo que destrabar los créditos
remanentes para el país tanto del FMI como del Banco Mundial
y del BID. Hay acuerdo, ratificó el brasileño
Fancisco Baker, portavoz del organismo para Latinoamérica,
quien hasta última hora del jueves se resistía a pronunciar
esas palabras que tanto reclamaba Domingo Cavallo desde Buenos Aires.
El nuevo acuerdo fija las pautas del ajuste fiscal por casi 4000
millones de dólares que deberá implementarse para
cumplir con la misma meta de déficit de 6500 millones establecida
en diciembre pasado.
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Merrill cree en el
ministro
El banco de inversión Merrill Lynch que en las últimas
semanas mantuvo la recomendación a sus clientes de no arriesgarse
comprando títulos de la deuda argentina salió ayer
a apoyar a Domingo Cavallo. En un informe, difundido por la directora
de comunicaciones globales, Susan McCabe, se dice que la situación
argentina es complicada porque el Mercado de Valores
se contrajo 4,4 por ciento durante los últimos tres días
y las encuestas muestran una declinación de la confianza
de los consumidores. Pero destaca que esta reacción
es transitoria y puede explicarse por la impresión de que
Cavallo está inclinándose hacia un enfoque ortodoxo,
que fracasó con José Luis Machinea. No
estamos de acuerdo con ese punto de vista. Aún creemos que
el programa económico de Cavallo es básicamente de
reducción de impuestos para recuperar la competitividad,
mejorar la rentabilidad del sector privado e incrementar las inversiones,
afirma el documento de Merrill en un notable cambio de humor. Continuamos
mirando positivamente al diagnóstico de Cavallo. La clave
es crecer y esa es su meta principal, concluye.
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CONTINUA
LA NEGOCIACION POR EL MEGACANJE DE BONOS
Se cocina a fuego muy lento
Por Claudio Zlotnik
Los bancos creadores de mercado
y funcionarios de Economía continuaban anoche las negociaciones
para sacar adelante el megacanje de deuda. Una vez cerrado el acuerdo
con las entidades financieras el Gobierno sentará a la mesa a las
AFJP, a quienes también les propondrá sumarse a la operación.
Con el diseño del plan avanzado, buena parte del equipo económico,
Domingo Cavallo incluido, emprenderá viaje a Estados Unidos y Europa
para explicarles a los inversores las últimas medidas tomadas,
el acuerdo con el Fondo Monetario y el megacanje. En contra de la aspiración
de los financistas, un alto funcionario del Palacio de Hacienda reconoció
anoche que la operación no se realizará de manera
inmediata. Ayer fue una jornada tranquila en los mercados: el riesgo
país descendió 28 puntos, al situarse en los 1031, mientras
que las acciones subieron 2,6 por ciento.
La discusión entre Economía y los bancos se centra en las
características que tendrá el megacanje. Para los funcionarios,
lo mejor sería estirar lo máximo posible la duración
de los nuevos bonos a emitirse en reemplazo de los que ahora están
en poder de las entidades financieras. Pero el problema radica en que
cuanto más tiempo se extienda el plazo de la deuda, mayores serán
los costos a afrontar. La fórmula es encontrar el equilibrio entre
la tasa de interés y la disposición de los acreedores a
alargar los plazos de sus bonos. Por otra parte, lo más probable
es que las nuevas emisiones no devenguen intereses durante uno a tres
años (éstos se capitalizarán directamente). Cavallo
también pidió que algunos bonos se emitan a tasa variable
porque apuesta a que la tasa bajará en el futuro.
Otro punto que se está analizando es que al canje no sólo
ingresen los títulos con vencimiento hasta el 2005 ó 2006,
sino también aquellos más largos pero sobre los cuales el
Gobierno paga intereses y capital en forma periódica. Este mecanismo
también serviría para desahogar las finanzas del Estado
en el corto plazo. Y forma parte de la propuesta que se les formulará
a las AFJP.
Cada año, el Estado abona unos 1000 millones de dólares
a los fondos de pensión en concepto de amortizaciones de capital
e intereses por los bonos que tienen en sus carteras. La idea es que parte
de esos títulos, incluyendo los cupones, se sumen al megacanje.
A cambio, Economía entregaría títulos de largo plazo
cupón cero, cuya característica principal es
que se cancela al vencimiento final.
Con el megacanje el Estado ahorrará dinero por los vencimientos
que pateará hacia adelante. Con el desahogo, Cavallo apuesta a
que baje el riesgo país y las tasas de interés. Y la economía
se ponga en marcha. El aspecto negativo radica en que para seducir a los
bancos, a las AFJP y a los inversores particulares, el ministro se comprometerá
a dar un premio: o sea, a abonar tasas más altas en el futuro.
Por tal motivo, es muy importante el nivel de riesgo país al momento
de la operación. Daniel Marx quiere aguardar a que éste
disminuya para que el megacanje salga más barato. Cavallo, en cambio,
prefiere apurar el trámite ya que ello aceleraría la baja
del riesgo, que se encuentra por encima de los mil puntos. Por lo pronto,
el hecho de que Cavallo, Marx y Julio Dreizzen (subsecretario de Finanzas),
responsables del diseño de la operación, salgan de gira
durante la próxima semana, hace prever que el anuncio se postergará
al menos de siete a diez días.
El periplo de los funcionarios abarcará ciudades de Estados Unidos
y Europa. Cavallo ya se fue a Nueva York y Washington. Mañana hará
lo propio Daniel Marx, quien continuará viaje hacia Francfort,
Milán y Londres, y tiene previsto regresar el viernes. El jefe
de asesores Guillermo Mondino visitará San Pablo e Inglaterra y
Dreizzen irá a Boston. Los funcionarios tienen agendadas reuniones
con banqueros, representantes de fondos de inversiones internacionales
y agencias de calificación crediticia.
Un Morgan al Banco
Central
Tras el desplazamiento de Pedro Pou y el alejamiento del ex vice
del Central, Martín Lagos, el Gobierno se apresura a ocupar
los puestos vacantes en la entidad. Para vicepresidente nominó
a Alfonso Prat-Gay, un economista que trabaja en el banco de inversión
JP Morgan, en la filial de Londres. A su vez, como directora del
organismo propuso a Amalia Isabel Martínez Christensen, una
especialista en economía internacional que participó
de las negociaciones del Plan Brady en la gestión anterior
de Domingo Cavallo. Las propuestas del Ejecutivo deben ser analizadas
y, eventualmente, aprobadas por el Senado. Por tal motivo, Fernando
de la Rúa remitió anoche a la Cámara alta las
solicitudes de acuerdo para ambos profesionales.
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SUBA
DE PRECIOS EN ABRIL DEL 0,7%
La vuelta de la inflación
La inflación
en abril sorprendió a todos los analistas y alcanzó, después
de varios meses de deflación, un 0,7 por ciento, según los
datos del Indice de Precios al Consumidor (IPC) que difundió ayer
el INdEC.
El valor de la indumentaria experimentó la mayor suba del mes en
relación a los otros rubros de la canasta, con un incremento del
5,4 por ciento, debido un salto del 7,8 por ciento en el precio de la
ropa; del 2,2, en calzado y del 0,7 en accesorios y servicios. También
fue fuerte la suba en el costo de trasporte público de pasajeros,
que creció en promedio 3 por ciento. Esto se debió a que
entraron en vigencia incrementos en el boleto mínimo de trenes
y colectivos que autorizó el Gobierno en marzo.
En tanto, el índice de la construcción de abril no registró
variación respecto de marzo, mientras que los precios mayoristas
presentaron una deflación del 0,1 por ciento. En otros rubros,
el mes pasado Alimentos y Bebidas registró una suba del 0,6 por
ciento; Vivienda, 0,2; Atención Médica y Gastos para la
Salud, 0,1; Transporte y Comunicaciones, 1,1 y Educación, 0,2 por
ciento.
Según los expertos, la inflación de mayo podría ser
la más alta de los últimos seis años, si las empresas
afectadas por el levantamiento de las exenciones impositivas trasladan
a los precios de sus productos la carga impositiva que comenzó
a regir este mes, además de los incrementos estacionales en los
servicios de gas y electricidad. Así, se daría la paradoja,
como en los años ochenta, de una economía en plena recesión
que experimenta suba en los niveles de precios.
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