Los submarinos están ahí, a la vista de cualquier paseante
que camina por Puerto Madero, y cambian un poco el horizonte de grandes
docks con restaurantes, bares y coquetas oficinas. Pero no están
allí porque hayan surgido de las profundidades: forman parte de
una obra artística expuesta en el marco de un espacio de arte instalado
por una fundación, que tiene por objetivo promover creaciones de
distintos artistas argentinos. Sus colores estridentes llaman la atención,
tanto como la estructura hecha con enormes y antiguas balanzas, caños
y piezas de máquinas en desuso encontradas en un corralón.
Su creador, el reconocido arquitecto y artista Clorindo Testa, explicó
a Página/12 el porqué de su obra: Cuando me pidieron
una escultura para exponer al aire libre, me vino a la memoria un film
que vi en 1933, donde el héroe comandaba un submarino. En aquellos
tiempos, junto con mis amigos construimos uno con maderas y hierros viejos,
y me divirtió la idea de reconstruirlo 70 años después.
Submarino de guerra del 14-Recuerdo de infancia es el título que
Testa le puso a su última obra. La originalidad del emprendimiento,
más allá de la creación en sí misma, es que
hasta el día 7 de mayo, en que la obra será inaugurada oficialmente,
es posible asistir a su proceso creativo. Esto significa que se puede
ver cómo la obra va tomando forma hasta su resolución final,
y estará expuesta hasta el 3 de agosto en la avenida Moreau de
Justo 750.
La obra está emplazada en el espacio de arte instalado por la Fundación
Andreani, en Puerto Madero, y cuenta con el auspicio del Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires y del Museo Nacional de Bellas Artes. María
Fernanda Trebol, vocera de la fundación, explicó que se
eligió a Clorindo Testa porque la idea es convocar a artistas
argentinos consagrados en el mundo. En el mismo espacio, inaugurado
en julio del año pasado, se exhibieron anteriormente obras de Gastón
Díaz.
Este diario recorrió los dos submarinos con Clorindo Testa, que
fue contando los detalles de la creación, desde su origen: La
historia se remonta a los comienzos de la década del 30, cuando
con un grupo de chicos fuimos al cine a ver un film sobre la Primera Guerra
Mundial, en el que había un submarino. No recuerdo el título,
pero el protagonista era Jimmy Durante. En el Discóbolo,
un club de tenis de Haedo continúa Testa, construimos
un submarino con maderas y hierros, y utilizamos como torre la silla alta
que usaba el árbitro. Me pareció divertida la idea de reconstruir
el submarino. Los materiales utilizados por el Clorindo Testa de
hoy, rememorando los viejos juegos de la infancia del pequeño Clorindo
de entonces, fueron encontrados en un corralón: balanzas viejas,
caños, piezas de máquinas fuera de uso.
Me gusta tener una obra en la calle fuera del ámbito de un
museo y que esté al alcance de todo el mundo apuntó
Testa, aunque esto no modifica la idea de la obra realizada. Lo
que ocurre es que se completa de otra manera por parte de quien la está
viendo, ya que el ámbito influye en la percepción,
detalló el artista.
Clorindo Testa es un reconocido arquitecto, y algunos de los edificios
que realizó ya forman parte indiscutible de la identidad urbanística
de Buenos Aires: entre sus obras más conocidas están el
edificio de la Biblioteca Nacional y el Centro Cultural Recoleta. Más
allá de su tarea como arquitecto, también realizó
numerosas exposiciones de dibujos, pinturas y esculturas, y obtuvo importantes
premios y distinciones: Arquitecto de América, en 1987;
Doctor Honoris Causa de la UBA, en 1992, y el Arlequín de Oro de
la Fundación Pettoruti, en 1999, entre otros.
Para Testa, entre su profesión de arquitecto y sus creaciones artísticas
no hay diferencias: Pienso de la misma manera frente a una instalación
que frente a una obra de arte. El mecanismo es el mismo: estar sentado
atrás de un escritorio, y así nace un edificio, una pintura
o una escultura. Todo está pensado antes de actuar.
Producción: Hernán Fluk.
MAS
DE 170 ARTISTAS ABREN SUS ESTUDIOS AL PUBLICO
A recorrer el Palermo oculto
Esta vez les toca el turno a
los artistas de Palermo: entre el sábado y el domingo, pintores,
escultores, músicos y diseñadores abrirán las puertas
de sus estudios para que el público pueda ver la cocina
de sus creaciones. La ambiciosa propuesta, organizada por la Secretaría
de Cultura porteña, se denomina Palermo Estudio Abierto. Comprende
más de 150 actividades programadas, en las que participarán
más de 170 artistas.
La actividad comienza esta mañana a las 10 y se desarrollará
en distintos puntos del barrio hasta el domingo a la medianoche. La jornada
finalizará con un recital del cubano Ibrahim Ferrer (hijo) y una
sorpresa a cargo del Grupo Doma. Entre los artistas involucrados se encuentran
además los actores Alicia Zanca y Roberto Castro, el Grupo Periférico
de Objetos (artes escénicas), el acróbata Gerardo Hochman
y los músicos Celeste Carballo y Súper Ratones.
Los estudios y las salas de Palermo estarán abiertos, tal como
sugiere la consigna, pero para realizar las visitas o participar de las
actividades los interesados deben inscribirse llamando al 0800-333-7283,
donde también se brindarán informes. Hay designados otros
seis puestos fijos de información: en las plazas Cortázar
(Honduras y Borges) y Palermo Viejo (Costa Rica y Armenia), en el Galpón
Estudio Abierto (Uriarte 1885), en Pasaje Santa Rosa y Gurruchaga, y en
Plaza Italia. Hasta el mediodía de hoy, en Alto Palermo, habrá
otro puesto. Por la tarde habrá otro en Córdoba y Armenia.
El ciclo fue proyectado como continuación del realizado el año
pasado en San Telmo, donde 200 artistas de distintas disciplinas interactuaron
con las más de 9 mil personas que se acercaron al casco histórico
en un fin de semana. Esta vez, en Palermo la cita será con quienes
viven y trabajan en el barrio. Unos 60 artistas plásticos abrirán
sus talleres para mostrar la fábrica de armado de sus obras. Este
circuito permitirá, además, ir accediendo a las zonas menos
accesibles del barrio, como galerías, patios, casas y talleres
de fotógrafos y diseñadores.
Amadeo Paso es uno de los artistas del lugar dueño de la experiencia
del Festival Buen Día, editada durante tres años en Palermo
Viejo. Algo más de 75 mil personas formaron parte de lo que Paso
define como uno de los primeros ensayos del Palermo real.
Nos sumamos ahora explicó a Página/12
porque creemos que es un modo de institucionalizar esto que no sé
si sirve, pero nos gusta porque llega directamente al lugar donde se está
creando la obra.
Cuando a las cinco de la tarde en la Plaza de Palermo Viejo se abra la
Feria de revistas literarias y editoriales independientes, Armando Paso
presentará en Santa Rosa y Gurruchaga, los Días de la Revolución,
organizada por su productora. Habrá instalaciones de locales de
objetos de la Escuela de Diseño Carolina Aubele, DJs y música
electrónica con desfiles.
Una hoja de ruta, entregada en los puestos de información, facilitará
el acceso a los lugares y actividades. Habrá degustaciones de comidas
regionales, teatro para chicos, paseos y coreografías, entre las
muchísimas actividades programadas. Entre ellas, hoy a las once
habrá un recorrido histórico por los eternautas,
en Borges y Santa Fe; una clase abierta de técnica moderna cubana
a cargo de Gabily Anadón, a las 13 en Laura Preguerman Espacio
y otra de clown para adultos, en el Galpón Estudio Abierto a cargo
de Marcelo Katz, a las 13.30. A las cuatro de la tarde, Gerardo Hochman
abrirá el show escuela de Circo La Arena, que continuará
mañana en su estudio. Mañana, en cambio, Adrián Valansi
dará una clase de arte marcial japonés en el estudio Ana
Rosembert a las 15; a esa misma hora, en Sonoridad Amarilla, Manuel Navarro
de la Fuente comenzará una clínica sobre técnica
de calotipo que se extenderá hasta las 19.
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