Por Emanuel Respighi
Con el alma de Homero lidiando
entre las puertas de entrada al cielo y las que lo conducen hacia el infierno,
con Lisa y Bart a punto de ser calcinados en el horno de una bruja fantástica,
con una feroz escuadrilla de delfines que intentan adueñarse de
la extravagante ciudad de Springfield comenzará mañana,
a las 20.30 por Fox, una nueva temporada de Los Simpsons,
la serie animada más famosa de la historia de la televisión.
Pero la ya mítica familia de Springfield no será el único
título de la señal que iniciará una nueva temporada
en la tarde del domingo: Futurama (a las 20) empezará
su tercer año, Los reyes de la colina (a las 19) irá
por el quinto y Malcom (a las 19.30) arrancará su segunda
temporada.
La creación de Matt Groening, diseñada inicialmente en 1987
como spots para la serie The Tracey Ullman Show, se convirtió
en la última década en uno de los ciclos más críticos
del estilo de vida estadounidense. Con un humor ácido y filoso
que no perdió encanto a lo largo de su vida, Los Simpsons
cosechó numerosos premios internacionales (entre ellos diez premios
Emmy, el más importante de la TV del norte), que la convirtió
en la serie animada más exitosa del mundo. Y a la familia Simpson
(y a sus amigos y enemigos) en estrellas.
El capítulo que abrirá esta temporada es un especial del
día de Halloween titulado La casa del árbol del terror
XI, en el que convergen tres historias al parecer desconectadas
entre sí, pero con el denominador común de un horror de
tinte oscuro y sangriento. Para dejar en claro que las dosis de fiereza
de su sátira no se aplacan con el correr de los años. El
fantasma de papá, la primera de las historias, comienza con
Homero leyendo en su horóscopo que va a morir ese día. Homero
se burla de la predicción, aunque una serie de sucesos (la caída
de un cartel sobre su auto, la mordedura de una serpiente o un pico que
se le incrusta en su cabeza) le hacen ver que la muerte anda tras sus
pasos. Inesperadamente, será una insípida pieza de brócoli
la que ocasionará su muerte. Antes de entrar al cielo, San Pedro
le dice al alma de Homero que para entrar debe hacer una buena acción
en las siguientes 24 horas. En la Tierra, Homero intentará cumplir
el pacto, para terminar chocando con su habitual torpeza. A un minuto
de que se venza el plazo, Homero salva a un bebé de ser atropellado.
Pero al volver al cielo, Homero descubre que San Pedro estaba distraído,
por lo que lo manda a las entrañas del infierno.
La segunda historia, Los cuentos de brujas pueden hacerse realidad,
tiene como protagonistas a Bart y Lisa, perdidos en un bosque encantado
con diversos cuentos de hadas. Por suerte, Lisa tiene un libro que los
ayuda a anticipar los peligros. Pero al llegar a una casa de caramelo,
Lisa y Bart (al estilo de Hansel y Gretel) son tentados por
una bruja... y Bart se deja llevar por la tentación.
La noche del delfín, en tanto, comienza con un show
de delfines que los Simpsons disfrutan en un parque acuático. Lisa,
quien denomina al lugar como un campo de concentración para
delfines, decide en una parodia de Liberen a Willy liberar
a Snorky, el delfín estrella. Pero esta liberación desembocará
en una revuelta de los delfines, quienes intentarán recuperar la
tierra de la que, según ellos, los humanos los desterraron hace
millones de años. Así comenzará una increíble
invasión asesina de los delfines por Springfield, en la que no
faltará la resistencia de los avispados habitantes
de la ciudad. Que, obviamente, terminarán flotando en el mar.
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