Por
Irina Hauser
Mientras
se abren las cajas Made in USA, un grupo de fiscales especiales ya investiga
el contenido de otras cajas Made in Argentina. La combinación de
estas dos cosas comienza a cerrar un cerco que el banquero Raúl
Moneta tal vez no pueda sortear, ni siquiera con sus caballos de exhibición.
Los investigadores locales van rumbo a verificar si tal como señaló
el subcomité del Senado norteamericano buena parte de los
millones de dólares que se giraron a través del Federal
Bank estuvieron destinados a financiar al CEI Citicorp Holdings, gran
inversor en medios de comunicación que tuvo entre sus socios a
Moneta y al Citibank. Si esta teoría se comprueba, quedaría
corroborada la tercera fase del lavado, que es la de consolidación
y blanqueo de plata sucia.
Que el Federal Bank era parte del Grupo Moneta, y que fue socio del Citi
y del banquero preferido de Carlos Menem en el CEI, fue una de las conclusiones
a las que llegó el equipo que investigó el lavado de dinero
en el país del Norte, con el senador Carl Levin a la cabeza.
Aquí en el Sur, la pesquisa de los fiscales de la Unidad Fiscal
de Control de Delitos Tributarios y Contrabando (UFITCO) comenzó
a mediados de abril, cuando recibieron una denuncia de la Sindicatura
General de la Nación (Sigen) que pedía rastrear el origen
de 400 millones de dólares que recibieron en sólo diez meses
varias empresas ligadas a Moneta, Richard Handley cabeza del CEI
y del Citibank en Argentina y Constancio Vigil, el dueño
de Editorial Atlántida. Esa fortuna les permitió, según
una auditoría de Sigen, la compra irregular de varios canales de
televisión.
La UFITCO, que conduce Maximiliano Rusconi, es el mismo organismo que
denunció por enriquecimiento ilícito al ex titular del Banco
Central Pedro Pou, acusado además de haber encubierto las operaciones
negras del Banco República de Moneta.
Estos fiscales no dudan sobre la relación de la presentación
de la Sigen con las conclusiones del Senado de Estados Unidos, que estableció
que el Banco República, a través del Federal Bank que
tenía cuenta en el Citibank de Estados Unidos hizo circular
4.500 millones de dólares entre noviembre de 1992 y mayo del 2000.
Esa cifra, escribieron los diputados Elisa Carrió y Gustavo Gutiérrez
en los fundamentos de la creación de la Comisión de Lavado
que se aprobaría el próximo miércoles, fueron
destinados a financiar las operaciones del CEI o a la expansión
de las empresas del grupo Moneta o para que este fuera adquiriendo acciones
de dicho holding hasta pasar a ser el principal accionista en el año
1998 cuando asumió la presidencia.
Los detalles de esas operaciones serán investigados por la Justicia
y por la nueva comisión. Pero ya están siendo rastreados
por la UFITCO, un cuerpo especializado en la detección de delitos
económicos, que pediría la semana próxima al Ministerio
de Justicia copia de la documentación de las famosas cajas provenientes
de Estados Unidos si la cartera o los diputados no se las entregan por
iniciativa propia.
¿Qué es lo que ya conocen la Sigen y los fiscales? La historia
es intrincada, y empezó con un expediente del Comité Federal
de Radiodifusión (COMFER). Ante ese organismo se tramitó
la aprobación del ingreso de la empresa Rader S.A de Radiodifusión
que tenía una licencia para operar el canal 5 de Rosario
a la sociedad de la Compañía de Televisión de Santa
Fe y la Compañía Inversora del Interior. Los accionistas
habían declarado un capital de 12 mil dólares el 2 de junio
de 1998. Y, sorpresa, el 23 de julio del mismo año desembolsaron
52.714.967 de dólares para adquirir Rader S.A. Pocos días
después, más sorpresas, pagaron cerca de 350 millones de
dólares para adquirir once canales de televisión.
Aquel mismo 23 de julio, la Compañía de Televisión
de Santa Fe y la Compañía Inversora del Interior, fueron
adquiridas por Atlántida Comunicaciones, que contaba con Handley
y Vigil entre sus directivos. Y aquí Moneta entra en escena porque,
simultáneamente, Atlántida recibe otro aporte de 60.000.000
por parte Telefónica Media Argentina SA, SouthtelEquity Corporation
(del CEI) y Ambit SA. Con anterioridad, el 26 de marzo del mismo del 98,
había recibido un aumento de capital 216 millones de dólares
con aportes del CEI, Telefónica Internacional de España
y Syrup Trade S.A.
¿Dónde hubo infracción? Cuando Rader S.A hizo el
trámite de traspaso de acciones el interventor del COMFER era José
Aiello, hermano de Leonardo Aiello, secretario privado del presidente
Fernando de la Rúa. En ese entonces, según la ley 22.285
de radiodifusión, las licencias eran intransferibles. Para obtener
una licencia hay que tener, entre otros requisitos, capacidad patrimonial
y poder demostrar el origen de los fondos. También hay límites
cuantitativos: no se pueden obtener más de 24 licencias, se puede
tener hasta una de radiodifusión sonora, una de televisión
y una de servicios complementarios en una misma localización.
Y se prohíbe la vinculación con empresas periodísticas
o de radiodifusión extranjeras.
El ex presidente Menem firmó un decreto de necesidad y urgencia
a medida de los deseos del CEI al eliminar el concepto de intransferibilidad
de las licencias en septiembre de 1999. O sea, el decreto aún
no había salido cuando en octubre de 1998 Rader S.A comenzó
el trámite que terminó con la fusión de una serie
de empresas donde se repetían los socios. Pero todo parece haber
estado tan preparado que en la solicitud que le presentaron a Aillo Rader
pide dar trámite para que mediante el Decreto que el Poder
Ejecutivo dictará al efecto (...) se autorice el ingreso de los
nuevos accionistas.
El mapa mediático trazado era el siguiente: Atlántida Comunicaciones,
integrada en un 40 por ciento por Ambit S.A, en un 30 por ciento por el
CEI, y en un 30 por ciento por Telefónica. A su vez, el CEI y Telefónica
eran propietarias indirectas del Telearte S.A, titular de la licencia
de Canal 9 de la ciudad de Buenos Aires y de Televisión Federal
S.A, titular de la licencia de canal 11 de la ciudad de Buenos Aires.
La auditoría de la Sigen el órgano de control interno
del Estado que dirige Rafael Bielsa advirtió que se violaron
los límites a la multiplicidad de licencias establecido
en la ley de Radiodifusión, no se registró actividad
administrativa alguna del COMFER tendiente a analizar la situación
emergente de la titularidad de las licencias de las personas físicas
y jurídicas que, como consecuencia de las sucesivas transferencias
operadas, integran sociedades presentantes. Tampoco se cumplió
con las exigencias en cuanto a los antecedentes personales, patrimoniales
y jurídicos de los socios ni está claro el origen
de los fondos con los cuales se adquieren las licencias, en referencia
a los 400 millones de pesos. También recomendó que se señalen
las responsabilidades respecto de la actitud omisiva de las autoridades
del COMFER por no rechazar un pedido basado en una norma inexistente.
En cuanto a los personajes y empresas en juego, no hay que pasar por alto
que, según publicó el diario El Mundo de España,
Telefónica de Argentina (bajo la presidencia de Juan Villalonga)
le pagó casi 6 millones de dólares a sociedades de su accionista
Moneta por supuestos trabajos de consultoría, léase, señaló
el matutino, posibles comisiones destinadas a jueces y políticos
para conseguir el rebalanceo de tarifas. Una línea de razonamiento
que abonó el contador mendocino Luis Balaguer, que colaboró
con el trabajo de los diputados Carrió y Gutiérrez, y que
podría acreditarse con parte de los datos enviados por Estados
Unidos.
Las vagas explicaciones que tiempo atrás Atlántida dio al
COMFER sobre el origen de su millonario capital, no convencieron a la
UFITCO: hablaron de créditos provenientes del exterior y misteriosos
giros. Un alto funcionario ligado al Poder Ejecutivo dijo que se podría
estar frente al primer caso de lavado documentado. La principal
hipótesis de los fiscales es que los fondos en juego podrían
provenir de dinero negro que reingresa por autopréstamos y se consolida
en muchos de los flamantes medios decomunicación que recorren el
territorio nacional. Tal vez las cajas made in Argentina sean una clave
para demostrarlo.
El
contador acusó al jefe de Gabinete, que se defiende
Balaguer:
Colombo muy comprometido
El
contador Luis Balaguer, uno de los principales colaboradores del
Senado de Estados Unidos en la investigación sobre lavado
de dinero en la Argentina, afirmó ayer que el jefe de Gabinete,
Chrystian Colombo, está muy comprometido porque las
operaciones que realizaba como directivo del Banco Macro son típicas
operaciones de lavado de dinero. Colombo salió al
cruce y aseguró: No tengo ninguna imputación,
no tengo depósitos en el exterior, así que estoy
absolutamente tranquilo. El ministro negó además
que haya querido renunciar por su presunta vinculación
en la causa.
Colombo fue durante el gobierno de Carlos Menem vicepresidente
de Macro Valores, una empresa del Banco Macro. Según los
investigadores, Macro Valores habría realizado operaciones
cruzadas con el Federal Bank, el banco cáscara del banquero
menemista Raúl Moneta que fue clausurado en medio de la
investigación. Colombo salió ayer a defenderse.
Yo agradecería que rápidamente se mire el
contenido de las cajas, estoy muy tranquilo y voy a reiterar lo
mismo que dije en febrero: esto hay que trabajarlo con mucha prudencia
porque acá está en juego la honorabilidad de muchas
personas, no se puede usar mediáticamente, dijo.
Concretamente, Colombo aseguró que no tiene depósitos
en el interior, que tiene una declaración de bienes que
es bastante parecida a la que hice en el año `83
en término de mis bienes. Dijo también que
si lo que se le imputa es haber trabajado en entidades financieras
allá iremos a defender lo que se hizo , y lo que
me parece que ahí cabe es juzgar si eso es legal, ilegal,
si se hizo bien o se hizo mal, pero lo que me parece que no cabe
es lanzar imputaciones así, libremente, en las cuales hemos
llegado a la paradoja de que un juez de la Corte Suprema (por
Enrique Petracchi) tenga que estar pidiendo su autoinvestigación.
El contador Balaguer, sin embargo, no se inquietó por paradojas.
No hay voluntad política del gobierno nacional para
avanzar en la causa, dijo ayer. La diputada Elisa Carrió
ya el viernes, cuando llegaron las 16 cajas de documentos que
envió el Senado norteamericano a Buenos Aires, aseguró
también que Colombo está comprometido en el tema.
Carrió detalló que el nombre del Jefe de Gabinete
no aparece mencionado en los cientos de documentos, pero sí
aparecen descriptas operaciones que Colombo, como parte del Macro,
no puede alegar desconocer. Las declaraciones de la legisladora
ganan peso porque el miércoles la cámara de Diputados
puede aprobar la formación de la comisión investigadora:
se descuenta que la chaqueña será quien la presida
y quien reciba oficialmente las 16 cajas de papeles norteamericanos.
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SUS
OPCIONES, ENTRE LAS CAJAS Y EL ANUNCIO DE CHACHO
Qué
busca Elisa Carrió
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Por
Martín Granovsky
Elisa
Carrió no será candidata a nada por el Chaco.
Y no será candidata a nada mientras presida la comisión
bicameral que investiga el lavado de dinero.
Página/12 recogió las dos definiciones de boca de la propia
diputada chaqueña. Pero ambas dejan un hueco.
¿Usted puede ser candidata a un cargo por la Capital Federal?
le preguntó este diario.
Voy a dedicarme con todas mis energías a la comisión
bicameral. Esa es mi prioridad. Como presidenta de la comisión,
no seré candidata a ningún cargo.
Entonces, podría ser candidata si deja el cargo, pero no
lo descarta.
La comisión es una causa nacional. Mientras sea presidenta,
me voy a meter de lleno en ella.
Más claro, imposible: la única puerta cerrada es la del
Chaco, porque la comisión bicameral no tiene plazos. El hueco que
queda abierto es la chance de una candidatura en la Capital Federal, un
territorio que sumó el viernes un nuevo protagonista, preocupado
por hacer olvidar desde el llano sus errores de cuando estaba en la cima
de la montaña. Es que el paso de Carlos Chacho Alvarez
a la oposición, aunque aparezca como el ademán de un lama
del Tibet, no significa un abandono de la política sino el gesto
de un político que conviene interpretar dentro de un nuevo teatro.
El escenario es el desgaste irremediable del Gobierno. Y el escenario
es, también, la seguridad de que cualquier repunte dejaría
fuera al propio Alvarez. Ya nada puede unirlo a Fernando de la Rúa
y Domingo Cavallo. Ni siquiera el éxito.
A la vez, las declaraciones de Alvarez cuestionando a Cavallo y rescatando
a Carrió suponen que el ex vicepresidente ha dado como ciertos
dos elementos clave:
Fuera del peronismo, los únicos
liderazgos fuertes que emergen hoy en las encuestas son los de Cavallo
y Carrió.
Chacho decidió reconocer
la cercanía con uno de ellos, el de la diputada chaqueña.
Alvarez reconoció a este diario, en un reportaje publicado un mes
atrás, que por parte suya la incorporación de Cavallo al
Gobierno fue un análisis sin estrategia. Veía
la llegada de Cavallo como inevitable, pero no jugó fuerte en público
a favor del ex ministro de Menem. Por eso, cuando Super Mingo se convirtió
en ministro de De la Rúa Alvarez no pudo capitalizar políticamente
su llegada. Su jugada del viernes, anunciando un distanciamiento del Frepaso
y del Gobierno, mala o buena, solidaria con sus amigos o no, calculada
o sincera, es, al contrario, un análisis con proyecto: revalidarse
como un tribuno de la plebe, reconociendo previamente que el puesto principal
de defensa de los ciudadanos frente al poder le pertenece hoy, en el imaginario
colectivo, a Carrió.
Hasta donde pudo determinar este diario, Chacho y Lilita no se reunieron
para coordinar planes. La diputada lo llamó hace una semana para
pedir, y recoger, un apoyo explícito a la comisión que investigará
el lavado de dinero, simbolizada en las cajas llegadas de los Estados
Unidos que aterran a la dirigencia política y económica.
El viernes, tras el anuncio de Chacho, fue tan cálida con él
como antes él con ella. Si él la había puesto como
el símbolo de la política honesta, ella le abrió
el camino de ingreso a la Causa que, para ponerlo en términos yrigoyenistas,
lucha contra el Régimen. Chaco no pero Chacho sí.
Aunque Carrió se niega a hablar de candidaturas, no ha desaprovechado
ningún escenario, ni los reportajes periodísticos ni el
Congreso, para repetir un diagnóstico. Sostiene que el Régimen
se termina, y que algo nuevo llegará. Cuando habla de Régimen
describe el actual sistemapolítico, que terminaría astillado
por la presión simultánea del descrédito entre los
votantes y la asfixia de la crisis económica.
Algunos dirigentes políticos, en especial radicales, se han llegado
para tantearla hasta su departamento con custodia de la Policía
Federal. El método es antiguo: una figura popular por arriba, dirigentes
acumulando poder por abajo, gracias a la estrella que los inunda con su
luz de votos. Varios de sus interlocutores comentaron que la respuesta
de Carrió en privado es la misma que dio a Página/12: mientras
haya comisión, nada. Pero el cuadro que puede trazarse a partir
de sus afirmaciones públicas, de sus definiciones privadas y de
la misma realidad es mucho más complejo.
Si está en juego algo tan grande como la implosión de un
sistema político, que podría desmoronarse después
de tantos años como el Albergue Warnes, ¿qué sentido
tiene discutir algo que suena hoy tan pequeño como una candidatura
por la Capital Federal?
Al mismo tiempo, la popularidad de Carrió crece. Las encuestas
de Capital y Gran Buenos Aires le otorgan el primer lugar en los índices
de popularidad, hasta bordear el 50 por ciento, y se advierte un crecimiento
en el interior. Si esta tendencia se profundiza sin haber lanzado ninguna
candidatura, sino simplemente por ocupar el espacio de la crítica
a la política desde la propia política, ¿por qué
trenzarse en una rosca electoral ya mismo cuando se puede tejer, o esquivar,
una candidatura a último momento?
Si la Argentina de la recesión y la tristeza, país-Pantagruel,
deglute liderazgos, presidentes, ministros, partidos y alianzas enteras
en un segundo, ¿para qué avanzar en precisiones electorales
si hasta las elecciones faltan exactamente cinco siglos?
¿Y si todo resulta aún peor y el Gobierno no aguanta? ¿Si
hubiera elecciones anticipadas? ¿Si desdichadamente la Argentina
se acerca más al default? ¿Si las cajas permiten descubrir,
como en la operación Mani pulite italiana, nuevas conexiones entre
algunos políticos, algunos empresarios y algunos banqueros?
Este diario preguntó a tres de los últimos interlocutores
de Carrió si la vieron mística. No, reza más
como una forma de defensa, y dice que la oración le sirve para
preservar su interioridad, pero no es Sor Juana Inés de la Cruz,
fue la respuesta. ¿La vieron mesiánica? Tampoco,
contestó uno de ellos. No explica su propio avance por un
mandato de Dios sino por una lectura sociológica: dice que muchos
argentinos siguen buscando identificarse con una idea de y regeneración
política, van eligiendo distintos líderes y ahora le tocó
a ella.
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