Una
vez más, la falta de fútbol volvió a causar preocupación
en el gobierno nacional. Por ello, luego de que los jugadores determinaran
el viernes por la noche que no se jueguen los partidos este fin de semana,
los políticos comenzaron a moverse para tratar de destrabar el
conflicto. El jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, anunció ayer
que esta semana mantendrá una reunión con las autoridades
de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), para intentar
que la actividad pueda desarrollarse en forma normal. La gente de
la AFA me pidió una entrevista para la semana que viene, cosa que
he accedido a dar, señaló Colombo ayer por la mañana.
La urgencia de alcanzar la solución es tan grande, que inclusive
la reunión podría tener lugar esta tarde.
El jefe de ministros reconoció que el gobierno está analizando
seriamente la posibilidad de que los clubes puedan convertirse, en el
corto plazo, en sociedades anónimas. En ese sentido, Colombo dijo
que la ministra de Trabajo (Patricia Bullrich) está trabajando
en ese tema, al igual que el presidente de la Comisión de Deportes
de la Cámara de Diputados (Daniel Scioli), quien ha acercado algunas
ideas al respecto. Y agregó: Hay un conjunto de gente
trabajando en ver cómo se puede mejorar el fútbol. No soy
un experto en esto, pero la estrategia adoptada por muchos países
ha sido la de transformar a los clubes en sociedades anónimas,
en generar toda una política de espectáculo a través
del fútbol y que le ha hecho muy bien a los equipos. Y esto se
está estudiando acá.
No ha sido la única intervención política en el conflicto.
Ayer, el diputado radical Carlos Iparaguirre propuso implementar desde
el Gobierno y desde el Congreso, una serie de medidas que forman parte
de un Plan de Saneamiento Integral del fútbol profesional, que
surgirán de una ronda de consultas con todos los sectores involucrados,
y que serán elaboradas por diputados nacionales y autoridades del
Poder Ejecutivo. La situación del fútbol no es el
problema más importante de la Argentina de hoy, plagada de conflictos
sociales y necesidades, pero nadie puede negar que, más allá
del aspecto deportivo, el fútbol genera un movimiento económico
de relevancia tal, que el gobierno no puede hacerse el desentendido,
expresó Iparaguirre.
Mientras, el presidente de la AFA, Julio Grondona, designó el viernes
una Comisión Negociadora, para que puedan llevar adelante las negociaciones
con los representantes de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA). El
comité está integrado por el tesorero de la AFA, Héctor
Domínguez (presidente de Gimnasia); el secretario administrativo,
José Luis Meiszner (ex titular de Quilmes), y el secretario de
asuntos legales, Julio Alegre (directivo de Estudiantes). Luego de la
decisión de los futbolistas de no jugar, la reunión de Comité
Ejecutivo que estaba programa para el martes, se adelantó para
mañana a las 18.
El secretario gremial de FAA, Jorge Domínguez, indicó, luego
de la asamblea del viernes, que el diálogo con la AFA está
abierto, inclusive durante todo el fin de semana. La intención
de las partes es tratar de acelerar los tiempos para que la solución
esté más cerca.
El gobierno intentó destrabar el conflicto el último miércoles,
cuando Bullrich recibió en la sede del Ministerio de Trabajo a
representantes de la AFA y de Agremiados, e intercedió para acercar
a los dos sectores. Ese día, la AFA presentó una propuesta
para el pago de la deuda que los clubes mantienen con los jugadores, pero
el viernes Agremiados ratificó la medida de fuerza, exigiendo un
marco legal para el ofrecimiento.
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