Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


“Ahora, Argentina tiene chances
de salir de la crisis financiera”

La economista para la
región de la consultora EIU del conservador semanario británico �The Economist� se entusiasmó con el trueque de bonos. Dice que será la señal de largada para el crecimiento de Argentina.

“El megacanje dará respiro para poner en marcha el crecimiento”, apuntó Justine Thody, del EIU.

Por Marcelo Justo
Desde Londres

“La posibilidad de un megacanje de bonos daría a Argentina el respiro que necesita para poner en marcha su plan económico de crecimiento”, indicó a Página/12 la economista senior para América latina de la consultora EIU (Economist Inteligent Unit) de The Economist, Justine Thody. Según la especialista, con el megacanje se aliviaría la situación durante dos años y se generaría la confianza que necesita Argentina para empezar a crecer. “Ahora, Argentina tiene chances de salir de la crisis financiera. Si con el megacanje consigue un colchón, podría instalar la posibilidad de un círculo virtuoso: confianza de los inversores, descenso del riesgo país y mejoramiento de la posición fiscal”, señaló.
–¿Qué pasaría si este megacanje no tuviera el éxito esperado?, preguntó este diario.
–En ese caso, dependerá de que la economía dé signos de un mejoramiento, no que crezca de golpe, pero que empiece a dar indicaciones de que crecerá.
–¿Sin un buen resultado en el megacanje, Argentina camina a la cesación de pagos?
–En los próximos meses Argentina está cubierta. El problema es si podrá ir después a los mercados para obtener el financiamiento que necesita si no tiene un exito rotundo el megacanje.
–¿Con el canje de bonos se despeja el horizonte económico para Argentina?
–Esa operación es una medida drástica ante los problemas de Argentina para acceder al mercado voluntario de crédito. La reestructuración de la deuda no soluciona el problema del crecimiento económico, que es la clave para Argentina, concluyó Justine Thody.
Pese a ese optimismo cauteloso, las predicciones económicas para Argentina de la consultora EIU del The Economist traen noticias mixtas. En su informe anual para el año 2001-2002, EIU aumentó el grado de riesgo país subiendo de la categoría C (riesgo medio) a D (alto). Al mismo tiempo predice un crecimiento del 1,9 por ciento para este año y un 2,9 para el próximo, insuficientes para remontar la recesión, pero que constituyen un pequeño respiro respecto a los resultados negativos del año pasado y el anterior. El problema es que este más que módico crecimiento depende de otro pronóstico incierto: que la economía estadounidense no caiga en recesión y que el mundo en su conjunto crezca un 3 por ciento este año y un 3,9 el próximo. Y aún en caso que esta hipótesis optimista sea acertada, el crecimiento argentino “será gradual”, según EIU.
En un reciente informe, titulado con dramatismo “Risk Alert”, EIU sostenía que pese al desembarco de Domingo Cavallo en el Gobierno mantenía la posición de subir la calificación de riesgo de Argentina de la escala C a la D. “La crisis política y la fuerte pérdida de confianza en el gobierno” eran las razones de la posible reevaluación. El actual informe para el 2001.2002 considera que la crisis política ha sido parcialmente superada y que Cavallo “está en los hechos a cargo del gobierno”. Según EIU, su nombramiento como ministro de economía “le dio rumbo a un gobierno que parecía a punto de perder el control” y los superpoderes que le concedió el Congreso “deberían aliviar considerablemente los problemas de gobernabilidad”.
“La recesión fue deteriorando el ratio PBI/deuda. Como este deterioro se ha profundizado, Argentina descendió al anteúltimo lugar, a la categoría D”, explicó a Página/12 Justine Thody.
Según el informe de EIU para el 2001-2002, el paquete procompetitividad de Cavallo significa que el actual ministro optó por un camino distinto al adoptado por José Luis Machinea y Ricardo López Murphy. “El señor Cavallo no ignora la necesidad de un ajuste fiscal y por eso se ha comprometido a cumplir con la meta de 6500 millones de dólares de déficit fiscal anualacordado con el FMI, pero su prioridad es restaurar el crecimiento y la competitividad”, puntualizó el informe.
En ese marco, EIU opinó que el ministro de Economía tiene un menú de posibilidades “limitado” y destaca las medidas arancelarias que se aplicaron para los bienes de consumo y de capital. “La eliminación del arancel para bienes de capital reducirá el costo de nuevas plantas, suministrando un estímulo a la inversión. El gobierno también tendrá un importante estímulo con los 20.000 millones de dólares de presupuesto del 2001-2005 para obras públicas”, se resalta en el informe.
El EIU calcula que el escenario mundial será relativamente favorable y que la desaceleración económica estadounidense se parecerá más a un aterrizaje suave (soft landing) que a una abrupta caída en recesión. “Estados Unidos crecerá un 1,3 por ciento este año, antes de aumentar a 2,8 por ciento el próximo. Este pronóstico depende en gran medida de la profundidad de los desequilibrios de la economía estadounidense, en especial en lo que concierne al sobrevalorado mercado de acciones, al gran déficit de cuenta corriente y la baja tasa de ahorro”, alerta el informe. A este panorama incierto, se suma una predicción optimista. “La recuperación económica del Brasil, que crecerá un 3,5 por ciento este año, ayudará a que haya una expansión en las exportaciones argentinas”, predice el EIU.
El gran enigma es si aún con estas condiciones el país retornará a la senda del crecimiento. Según el EIU el factor fundamental no es el programa de medidas adoptadas por Cavallo sino un descenso del riesgo país y una mayor liquidez del sistema, mediante una estabilización de los depósitos. “A partir de ahí se puede generar un círculo virtuoso, en el que el crecimiento aumenta la recaudación fiscal y alivia la preocupación sobre la solvencia del país”, señala el informe. Por el momento la falta de confianza en la economía argentina atenta contra esta posibilidad. “La pérdida de confianza tuvo como consecuencia un marcado declive en la liquidez del sistema financiero, a pesar de la tendencia a la baja que experimentó la tasa de interés estadounidense. En marzo los depósitos bancarios bajaron un 5,3 por ciento mientras que las reservas descendieron un 11,3 por ciento”. En cuanto al impacto que un programa exitoso tendrá en el bienestar de la mayoría de los argentinos, el EIU no pronostica ninguna panacea: “Aún si Cavallo tuviera éxito, la demanda continuaría deprimida y los salarios mantendría su tendencia a la baja debido a que los productores intentarían compensar la sobrevaloración del peso suprimiendo costos”, remata el EIU.

 

Críticas a la canasta

El EIU califica la propuesta de crear una canasta con el dólar y el euro de “polémica”. “El objetivo de la propuesta es proteger a la economía de las fluctuaciones de las monedas mundiales. La ley no tendrá ningún impacto sobre la competitividad del país a corto plazo y crea una incertidumbre adicional en momentos en que los mercados se encuentran en un alto estado de volatilidad”. La consultora del semanario británico The Economist estima que a largo plazo la canasta puede resolver el problema de la paridad fija, pero que tiene una serie de desventajas. “La principal es que los inversores argentinos y extranjeros temen que se trate de una devaluación encubierta, justo cuando Argentina necesita recobrar su confianza. La segunda es que no sólo no mejore la competitividad a corto plazo, sino que pueda exacerbar la sobrevaluación del peso, cuando el euro se aprecie en relación al dólar. Tercero, que la canasta no tiene la transparencia de la paridad con una sola moneda, una virtud que no debería ser subestimada. Cuarto, que el sistema volverá más difícil la adopción de la dolarización, que era una opción alternativa para evitar una devaluación. Por último, que la propuesta es tan polémica que podría socavar el apoyo político al programa de Cavallo”, opina el EIU.

 

PRINCIPAL