Por Alfredo Zaiat
El viernes a la mañana,
Domingo Cavallo defraudó las expectativas depositadas por los principales
bancos de inversión que se colgaron de la conferencia telefónica
del ministro. Esperaban definiciones del megacanje. Y Cavallo no dijo
nada al respecto ni brindó pistas de cómo se instrumentará
esa operación. En esa comunicación, tampoco fue muy locuaz
el secretario de Finanzas, Daniel Marx. Enterados de la evaluación
negativa sobre esa estrategia de seducción a los mercados, Cavallo-Marx
apelaron a un recurso de apuro para tranquilizar a los operadores, esperando
así una positiva apertura de negocios para hoy. Informaron anteayer
que se había constituido el sindicato de bancos para llevar adelante
el megacanje, instancia de esa transacción que es irrelevante para
evaluar cómo será el resultado de esa operación.
Incluso Página/12 había adelantado en la edición
del viernes pasado los bancos que iban a integrar ese pool.
De todos modos, el denominado mercado necesitaba algo más
del megacanje, como señaló ayer a este diario el analista
de uno de los bancos de inversión más importantes del mundo.
Ese algo más fue el comunicado del sábado al
mediodía exagerando que se había llegado a un acuerdo para
refinanciar la deuda, ganando así los titulares del domingo. El
mercado financiero está llenó de historias de que se otorgan
mandatos a bancos para la colocación de deuda y luego no se llegan
a concretar por diferentes circunstancias. Varias empresas argentinas
tienen experiencias para contar de esos intentos fallidos.
Hasta ahora sólo está claro que se definió el negocio
para los bancos. Los integrantes del sindicato y cuánto van a cobrar,
comisión que se pactó en el exorbitante 0,55 por ciento
para una operación que puede superar los 20 mil millones de dólares.
Ese nivel de retribución implica que el piso a repartir entre las
entidades colocadoras alcanzará a 110 millones de dólares.
En los mercados internacionales, cuando se trata de transacciones por
montos multimillonarios, la comisión no supera el 0,2 por ciento.
Del megacanje que el Gobierno salió a publicitar que ya está
cerrado faltan algunos detalles, que no son menores:
Cuáles son los bonos
en circulación que ingresarán en el trueque.
Cuál será el
plazo de los nuevos bonos.
En qué moneda se emitirán,
si serán sólo en dólares o también se sumarán
en pesos o en euros.
Cuál será la
tasa de interés que devengarán esos papeles de deuda.
Recién cuando se difundan esas condiciones faltará el aspecto
más importante para saber si, finalmente, hubo un acuerdo para
facilitar el pago de la deuda: a cuánto ascenderá el monto
involucrado en el megacanje. O sea, el éxito o fracaso de esa operación
que busca alejar a Argentina del borde del abismo de la cesación
de pagos.
Puede ser que sea por los bancos que se ocuparán del trueque (Credit
Suisse-First Boston, JP Morgan y Salomon Smith Barney banco de inversión
controlado por el Citi, en el tramo internacional, y el Galicia,
RíoSantander, BBVA-Francés y HSBC, en el segmento local),
en Economía confían en que recibirán muchas ofertas.
Pero tanto esos bancos como Cavallo saben que en las actuales condiciones
del mercado financiero es imposible que se puede llevar a cabo el megacanje.
Mientras el riesgo país se ubique por encima de los 1000 puntos
la operación seguirá en suspenso. Recién cuando ese
indicador se ubique en niveles de 750-800 puntos, el canje podrá
empezar a instrumentarse para que el saldo para el país no sea
ruinoso. Aunque, de todos modos, ese nivel de tasas implicará patear
para adelante el problema de la deuda con una pesada mochila de una tasa
de interés igualmente muy elevada. En todo caso, Cavallo pensará,
que llegado ese momento, puede ser convocado nuevamente para refinanciar
la deuda. Y para ello también tendrá a mano a su amigo David
Mulford, del CSFB, para cerrar el negocio.
Riesgo país
en 700 puntos
La Fundación Capital, bajo el timonel del economista Martín
Redrado, sostuvo ayer que están dadas las condiciones para
que se logre una reducción del riesgo país en el corto
plazo y afirmó que la recuperación monetaria y la
reducción de los intereses en la Argentina estará
sujeta a la credibilidad que genere en el mercado los últimos
anuncios económicos promovidos por el Gobierno. Para la FC,
el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y el megacanje
de deuda pública posibilitaría retomar los niveles
de riesgo país previos a la crisis de marzo pasado, cuando
promediaba los 700 y 750 puntos básicos. El viernes
ese indicador cerró a 1031 puntos. Más allá
de la capacidad del nuevo ajuste fiscal para mejorar las expectativas
de los inversores en el mediano plazo, están apareciendo
importantes factores para impulsar una baja del riesgo país
a corto plazo, explicó la entidad en su informe semanal.
Sostuvo que la recuperación monetaria y la baja en
la tasa de interés durante las próximas semanas, quedará
sujeta a la aceptación y credibilidad que genere en los mercados
este nuevo ajuste en las cuentas públicas, junto al anuncio
del nuevo acuerdo con el FMI y la suerte que tenga el megacanje
de deuda programado. La FC afirmó que con el régimen
de Convertibilidad la flexibilidad monetaria es estrecha
y calificó como positivas las medidas adoptadas
por el Gobierno para mejorar la liquidez del sistema financiero
y el financiamiento del sector público en un momento
crítico.
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Meteorología
de la city
El economista jefe para mercados emergentes del ABN AMRO Bank,
Arturo Porcecansky, consideró ayer que si la operación
de megacanje de títulos públicos resulta exitosa se
despejarán muchas nubes del horizonte financiero argentino.
En declaraciones desde Estados Unidos a radio América, Porcecansky
estimó que se han tomado una serie de medidas para
corregir el déficit fiscal, pero todavía queda el
meollo de la cuestión, que es el servicio de la deuda de
este año y los que vienen. Ahí es donde
viene este canje de bonos de la deuda, que si es muy exitoso va
a despejar muchas nubes del horizonte financiero de Argentina,
pronosticó.
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Estamos en cero
En este gobierno Nicolás Gallo se caracterizó por
mantener siempre una visión optimista de los hechos, incluso
cuando no había motivo para ello. En esta oportunidad, desplegó
esa virtud con las proyecciones de crecimiento económico.
Ayer sostuvo que se podrá lograr un crecimiento del 5 por
ciento al finalizar el 2001 y alcanzar así a cerrar
el año con un repunte del 2,5 por ciento en la economía.
Por supuesto, es posible, llegar a esos niveles, afirmó
el secretario general de la Presidencia. El funcionario sostuvo
que se ha llegado a esta conclusión, al evaluar
los efectos del plan procompetitividad para varios sectores y a
la futura baja de la tasa de interés. Estamos en cero:
Cuando se pone las cuentas en orden, se atiende la deuda e inyecta
reactivación en determinados sectores de altísimo
potencial de actividad económica, fundamentalmente dedicados
a la exportación, es posible llegar a un crecimiento
del cinco por ciento en el último trimestre del año,
explicó Gallo.
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Del IVAazo al igualazo
El secretario de Ingresos Públicos, José María
Farré, afirmó ayer que con la generalización
del IVA no se produjo un impuestazo, sino que, en realidad, se trató
de un igualazo. La eliminación de exenciones
no busca recaudación, es un igualazo, definió
el funcionario en declaraciones al diario La Voz del Interior. Yo
me levanto, prendo la luz y pago IVA; desayuno, y pago IVA; tomo
un colectivo para ir a trabajar, no pago IVA; Voy a estudiar, no
pago; estoy enfermo y voy a la obra social, no pago, mencionó
como ejemplo el funcionario. Pero si voy al cine, leo el diario
o voy a la cancha, ¿por qué no voy a pagar?, denme
una razón, planteó Farré. El funcionario
remarcó que el reciente paquete de medidas anunciado por
Domingo Cavallo, no busca recaudar más, sino reactivar
la economía y crear puestos de trabajo, y exhortó
a que cada argentino se convierta en un controlador fiscal. Si
en Argentina toda la gente pidiera la factura, ¿sabe como
mejoraríamos?, aconsejó.
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