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Por F. C.
 El paso al costado de la actividad
partidaria de Carlos “Chacho” Alvarez dejó al Frepaso
en estado de shock. Los principales dirigentes frentistas seguían
ayer con bronca por la forma inconsulta con la que su ¿ex? líder
se manejó, dejándolos un tanto descolocados con sus declaraciones
criticando al presidente Fernando de la Rúa, justo en momentos
en que habían arreglado su reincorporación a la gestión
de la Alianza. Con todo, el Frente Grande seguirá adelante con
su plan de nombrar una nueva conducción colegiada en la reunión
que mantendrá el jueves, que tendrá como primera meta contener
a la dirigencia –sobre todo del interior– y evitar un desbande
generalizado. Así piensan capear el temporal, al menos hasta que
sea el momento de definir las candidaturas para octubre, lo que los obligará
a alinearse en algún lado. Un dato no menor, dado que algún
importante referente de la fuerza comenzó a evaluar la posibilidad
de que Chacho esté pensando en unirse a Elisa Carrió para
octubre.
Dado lo complicado de la situación, el ministro de Desarrollo Social,
Juan Pablo Cafiero, debió salir a decir que el Frepaso no va a
desaparecer. Igual, admitió que el alejamiento de Alvarez de la
política “es algo que no me puedo imaginar”. Más
dura fue la ex ministra Graciela Fernández Meijide, quien sostuvo
que –a su entender– Chacho ya se equivocó, por ejemplo,
cuando renunció a la vicepresidencia. “Chacho se equivocó
en algunas cuestiones, una de ellas es la renuncia. El cree que no y es
legítimo que haya diferencias. Lamento que hoy se vaya”, sostuvo.
También en el gobierno comentaron la sorpresiva salida de Alvarez.
“Se aleja de la actividad partidaria. Lo que señala Alvarez,
con toda razón y que no se puede negar, es que la política
como actividad está en crisis y la gente mira a los políticos
con muchas críticas y muchas dudas”, opinó el secretario
general de la Presidencia, Nicolás Gallo. Desde Washington, donde
se encuentra en una reunión continuación de la reciente
cumbre de Quebec, el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini se
encargó de aclarar que la resolución de Chacho no tuvo “ninguna
repercusión” en el exterior y que “de ninguna manera”
afectará la marcha del gobierno.
En cambio, donde afectó, y mucho, la determinación que Alvarez
anunció el viernes pasado fue dentro del Frepaso. Muchos hombres
cercanos al ex vice directamente optaron por no hablar. Los dirigentes
frepasistas que aceptaron comentar lo que sucedía dentro de la
fuerza, no lo hacían en buenos términos hacia Chacho. “Fue
una falta de respeto. Sabía que nos reuníamos ese día
y nos tuvimos que enterar de lo que iba a hacer por la radio”, sostenía
ayer uno de los más importantes dirigentes partidarios. También
se sentían complicados por el perfil duramente crítico con
el gobierno de las últimas declaraciones de Alvarez, justo cuando
el Frepaso había comenzado el camino de la reinserción en
la gestión delarruista con la asunción de Cafiero y la inminente
llegada de Marcos Makón.
Ante el nuevo panorama, los frepasistas pensaban que la reunión
que realizarán el jueves tiene que servir para trazar una estrategia
que sirva para contener a los dirigentes que puedan ser tentados a buscar
cobijo en otro partido. “Ya tuvimos suficientes desgajamientos, ahora
hay que buscar contener a los dirigentes del interior que sientan que
sin Chacho ya no tienen nada que hacer dentro del Frepaso”, explicaba
ayer un miembro de la conducción del Frente.
Entre las diferentes alternativas que analizaron durante el fin de semana
–casi todas pesimistas–, una se decantaba a través de
las mismas palabras de Alvarez. Como sólo había hablado
bien de Lilita Carrió, algunos imaginaron que en la cabeza de Chacho
daría vueltas la posibilidad de presentarse en octubre como candidato
a diputado acompañando a la díscola radical que –en
esta teoría– iría como postulante a senadora en la
Capital. Una hipótesis que los intranquilizaba dado que obligaría
a replantear todo el alineamiento del Frepaso con el gobierno al que -siguiendo
el hilo– ahora habría que enfrentar. “Hay que evitar
el sálvesequien pueda. Igual, resolver este problema no va a ser
sencillo”, decía ayer uno de los frepasistas más disgustado
con su líder.
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