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LA PELEA DE LA SIDE CON SUS EX AGENTES TESTAFERROS
Parodia de los edificios

La SIDE está en juicio con ex agentes por la propiedad de
25 inmuebles. La AFIP reclama impuestos. Los espías contraatacan.

Apriete: Los ex agentes harán hoy una denuncia por asociación ilícita contra el ex titular de la SIDE, Fernando de Santibañes,
y su contador, Gallea.

Por Raúl Kollmann e Irina Hauser

La insólita pelea entre la SIDE y sus ex agentes, en relación con la propiedad de 25 edificios, produjo este jueves otro episodio que sería desopilante si no fuera porque se trata de acusaciones cruzadas entre espías y funcionarios del Estado argentino. Las 25 propiedades estaban a nombre de una sociedad de cobertura llamada Osgra, integrada por cuatro agentes de la SIDE. El problema fue que los despidieron y, además, apareció la viuda de uno reclamando parte de los edificios y la ex esposa de otro haciendo lo propio. Lo que ocurrió el jueves es que se pretendió hacer una asamblea de socios de Osgra –al final, no hubo quórum de espías–, pero lo más significativo es que estuvo presente la AFIP que les reclama a los agentes despedidos que paguen unos 500.000 pesos de impuestos por Osgra. El obstáculo es que Osgra es de la SIDE. El lío parece no tener fin: los agentes dicen que a ellos los metieron en esa sociedad de cobertura que era ilegal, porque el Estado no puede crear empresas privadas que no tienen control alguno, y encima ahora les quieren cobrar impuestos. En la SIDE sostienen que los ex agentes se quieren quedar con los edificios y consiguieron un fallo categórico de la Cámara Federal procesándolos por estafa procesal. Los ex espías presentarán hoy una denuncia por asociación ilícita contra los ex titulares de la SIDE, mientras que la central de espías ya consiguió una condena de los agentes por tentativa de estafa.
El escándalo de los edificios de la SIDE se destapó el año pasado. Entre los 25 inmuebles están, por ejemplo, once pisos en 25 de Mayo 35 –o sea, parte del cuartel central de la Secretaría–, una propiedad en la avenida Coronel Díaz 2079 y casas o departamentos en casi todas las capitales del interior del país. Los ex agentes señalan que en algunas de estas propiedades funcionaron prostíbulos y que todo el armado de sociedades privadas no sólo era ilegal sino que tenía como objetivo manejar dinero y operaciones sin control alguno.
La asamblea de Osgra no se pudo hacer, en realidad, porque los ex agentes también están peleados entre ellos. Por ello, hasta el Hotel Colón, sede del encuentro, sólo llegaron dos: Eduardo Peña y Angélica de Isnaldi, la viuda del agente fallecido. Estuvieron ausentes los otros dos supuestos dueños de Osgra, Miguel Mentasti –que según parece sigue en la SIDE– y José Salinardi, que tendría vinculaciones con la central de espías. Los que sí estuvieron fueron los delegados de la Sindicatura General de la Nación, que controla los organismos del Estado, aunque tienen el problema que Osgra es de la SIDE, pero al mismo tiempo supuestamente es privada. También llegaron los hombres de la AFIP que notificaron allí mismo que Osgra debe pagar 109.000 pesos en concepto de impuestos por el año 2001 y que además existe una deuda por un total de 500.000 pesos.
Todo esto es lo que motivará a los ex agentes a hacer la denuncia por asociación ilícita –una banda que supuestamente arma empresas privadas con dinero del Estado– contra el ex titular de la SIDE, Fernando De Santibañes, contra el responsable de finanzas de la Central, Juan José Gallea, y contra los integrantes del estudio jurídico Archimbal, Brissoni, Carcavallo, en cuya dirección funciona otra sociedad, Tiumayo S.A., a la que la SIDE le transfirió todos los edificios. La transferencia se hizo con un poder entregado por uno de los socios de Osgra, pero obviamente se trata de un movimiento ilegal ya que un socio no puede transferir todos los edificios.
La SIDE, por su parte, eligió el camino de la confrontación con los ex espías. Los denunció por intento de estafa y la jueza María Servini de Cubría efectivamente procesó a los agentes por ese delito. La Sala II de la Cámara Federal confirmó ese procesamiento en un fallo lapidario del 19de abril pasado, es decir consideró que existe una movida de los ex agentes, la viuda de uno y la ex esposa de otro para quedarse con los edificios que ellos sabían que eran de la SIDE. Ni la jueza ni la Cámara se metieron a considerar si todo el armado de la sociedad de cobertura era legal o una maniobra de ex titulares de la SIDE para mover fondos sin control de ningún tipo.
Con todas las ideas y vueltas, este escandaloso conflicto queda en el siguiente estado:
Los ex espías denuncian a jefes de la SIDE.
La justicia avanza hacia un juicio oral contra los ex agentes por tratar de quedarse con los edificios.
Los edificios se sacaron de una sociedad y se metieron en otra, mediante un procedimiento ilegal.
La sociedad que ahora tiene los edificios, Tiumayu, sigue siendo dudosa: es privada y la constituyen supuestos testaferros de la SIDE.
Por ahora nadie investigó por qué la SIDE mantenía –y mantiene– edificios de esa forma, sin ponerlos a su nombre, más aún teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos no se usan para acciones secretas, sino como oficinas centrales en la provincias. Es más, debería investigarse si en alguna de esas propiedades funcionaron o no prostíbulos, como dicen los ex agentes.

 

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