Página/12
en Perú
Por Carlos Noriega
Desde Lima
A
Vladimiro Montesinos le interesa que gane Alan García porque con
él tiene más posibilidades de impunidad, sentencia
Alejandro Toledo en un alto de una campaña electoral que comienza
a entrar en una dinámica de duros ataques entre los dos candidatos.
Toledo economista de 55 años y autoproclamado partidario
de la Tercera Vía, que él entiende como el libre mercado
con un rostro humano encabeza las encuestas con una
cómoda ventaja sobre García, pero enfrenta un amenazante
crecimiento del voto en blanco, que refleja el descontento y desconfianza
de un importante sector del electorado con ambos candidatos. Según
la última encuesta de Datum, Toledo tiene un 39 por ciento, contra
un 26 por ciento de García, mientras los votos blancos se han empinado
hasta un 35 por ciento. Haciendo un espacio entre las intensas reuniones
con sus asesores, el ir y venir de sus asistentes que preparaban la próxima
gira al interior del país, Toledo dialogó en exclusiva con
Página/12 en su agitado local de campaña sobre sus principales
propuestas, la guerra sucia de la campaña, el crecimiento del voto
en blanco, la renuncia de su asesor Alvaro Vargas Llosa, y de los escándalos
pasados y nuevos que lo persiguen.
¿El resultado de la primera vuelta fue una decepción
para usted?
Fue duro, porque me había trazado el objetivo de ganar en
primera vuelta. Pero Alan García creció y en la competencia
de la primera vuelta él y yo competíamos por el mismo mercado
electoral.
¿Qué errores cometió en la campaña de
la primera vuelta?
Yo no he encontrado algún error, eso no significa que no
haya habido.
¿No fue un error, por ejemplo, la falta de respuestas frente
a algunas denuncias, como en el caso de las revelaciones sobre una supuesta
juerga con mujeres y cocaína que pusieron en duda su versión
de un secuestro?
Bueno... creo en ese caso hubo un error de mis asesores que yo asumo.
Cuando comenzó esa conferencia de prensa debió haberse dicho
que el doctor Toledo iba a leer una declaración y no iba a responder
preguntas porque tenía que tomar un avión. De la manera
como aparecieron los hechos se dio, lo reconozco, la imagen de que me
corrí de las preguntas, pero los periodistas sabían que
tenía un avión esperándome y la mayor parte de ellos
iba a viajar conmigo.
Un escándalo que lo persigue permanentemente es la denuncia
que le han hecho por la paternidad de una niña de 13 años,
que usted asegura no es su hija; ¿por qué no se hace la
prueba de ADN y termina con ese asunto?
Porque yo no respondo a los periodistas, respondo a la ley. Quiero
ser un presidente que respeta la ley.
Pero si se hace la prueba de ADN no estaría violando ninguna
ley...
Cuando reabrieron el caso violaron todos los principios de la cosa
juzgada. Yo respeto la ley.
Insisto, ninguna ley le prohíbe hacerse la prueba de ADN.
¿Y por qué tengo que hacérmela si el juez no
me lo pide?
Para despejar las dudas que existen en la opinión pública.
Si hago eso, después también voy a tener que probar
que nunca consumí drogas y otras cosas. Se abre una compuerta y
eso es lo que quieren mis enemigos para obstaculizar mi campaña.
Ni hablar de eso.
¿Qué cree que debe hacer para ganar la segunda vuelta?
Seguir haciendo lo que estoy haciendo. Estamos realizando estudios
para detectar donde está la mente de los indecisos. Vamos a entrar
a una campaña propositiva, mirando el cambio, el futuro. Nos vamos
a basar en temas de inversión social, descentralización,
corrupción y derechos humanos.
Habla de una campaña propositiva mirando al futuro, pero
en los hechos su discurso está centrado en recordar los errores
del gobierno de Alan García ¿No hay una contradicción
ahí?
En los próximos días entramos a una etapa de hacer
más propuestas.
¿Cree que la campaña ha entrado en una guerra sucia
antes que en un debate de propuestas?
No de nuestra parte. Soy yo el que está recibiendo ataques
personales, a mi vida íntima, a mi familia. Pero no estoy haciendo
ningún ataque personal contra Alan García, yo no le digo
con quién se acostó o cuántos antidepresivos de litio
toma. Yo estoy hablando sobre el récord de su gestión como
presidente. Eso no es una guerra sucia.
¿Por qué se considera mejor candidato que Alan García?
Yo no he sido presidente y tengo la ventaja de la duda. Yo no tengo
un pasado oscuro, ni vergonzante. Yo tengo las manos limpias, nunca he
estado involucrado en un acto de corrupción, ni en ninguna violación
de los derechos humanos.
¿Quién quiere tumbar su candidatura?
Vladimiro Montesinos, porque a él le interesa más
que entre Alan García.
¿Por qué?
Porque con él tiene mayores posibilidades de impunidad.
Hablando de impunidad, en los últimos días se reveló
la existencia de transferencias bancarias por 600 mil dólares realizadas
luego de la campaña electoral del año pasado a la cuenta
que un sobrino suyo, muy allegado a su campaña. Al principio usted
dijo que transfirió el dinero desde el Banco Wiese de Lima porque
se enteró que era el banco donde Montesinos tenía su dinero,
cuando eso se sabía seis meses antes...
No, no, no. La razón para sacar el dinero del Perú
era por una medida de precaución, porque vivíamos una dictadura
feroz.
Precisamente, ¿no le pareció que fue poco inteligente
poner el dinero para financiar la lucha contra Fujimori precisamente en
el Banco que Montesinos utilizaba para mover parte de su dinero sucio?
No, porque yo no sabía que él controlaba ese Banco.
Además Montesinos ha controlado todos los bancos, pregúntele
si no a Dionisio Romero (propietario del Banco de Crédito, el más
importante del Perú y quien aparece en varios vladivideos en negociaciones
con Montesinos).
Otra explicación que dio sobre la transferencia de ese dinero
a una cuenta fuera del país fue que se trataba de un fondo de contingencia
para un eventual exilio...
Sí, claro.
¿Estaba pensando en exiliarse durante esos meses de combate
al fujimorismo?
Yo no, pero si no lográbamos tener éxito en tumbar
la dictadura, entonces terminábamos en la cárcel o en la
clandestinidad. Teníamos que prever eso.
Con esa gran cantidad de dinero iba a ser un exilio dorado.
No. Era una medida de precaución para continuar la lucha.
¿Pero por qué ese dinero estaba en una cuenta de un
familiar suyo y no era manejado por las instancias partidarias encargadas
de las finanzas?
Teníamos infiltrados en nuestro partido. Habría sido
un error manejar ese dinero de manera abierta, nos habrían cerrado
todos los caños.
¿Cuál ha sido el destino final de ese dinero que sobró
de la campaña del año pasado?
Con ese dinero vamos a pagar deudas por publicidad de 250 mil dólares
y el resto se va a usar en esta campaña para la segunda vuelta.
¿Cómo lo afectó la renuncia de Alvaro Vargas
Llosa?
Me ha golpeado a nivel personal, porque le había dado toda
mi confianza. He descubierto que tenía grandes enemigos adentro.
¿Y cómo ha golpeado a la marcha de su campaña?
En la medida que ha salido a pedir el voto en blanco, ha afectado.
Pero internamente, en la estructura partidaria, no nos ha afectado.
¿Pero no cree que justamente el alto índice de votos
en blanco le hará haría más difícil gobernar
a quien sea que gane?
Sí, y eso me preocupa. Pero todavía tenemos cuatro
semanas de campaña para revertir ese alto índice de votos
en blanco.
Hablemos de sus propuestas. Usted ha prometido bajar los impuestos
y aumentar los sueldos. ¿Cómo lo va a hacer?
He sido muy claro en decir que al concluir mi gobierno los maestros
ganarán el doble. Pero obviamente ese aumento no lo van a recibir
en el mismo período en el que se van a disminuir los ingresos fiscales
por la reducción de impuestos.
¿En qué porcentaje disminuiría el gasto militar?
No puedo hablar de porcentajes porque no sabemos cómo vamos
a recibir la caja fiscal. Lo que puedo decir es que tenemos la voluntad
política de hacer una reingeniería de la administración
pública, lo cual significa, probablemente, disminuir la compra
de armamentos. Pero eso lo tendremos que conversar con los líderes
de las Fuerzas Armadas.
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