Llegó
el día. La Justicia italiana decidió ayer enviar a juicio
al volante argentino del Lazio Juan Sebastián Verón y al
presidente del club, Sergio Cragnotti, bajo la acusación de falsificación
de documentos y falso testimonio en la obtención del pasaporte
italiano del futbolista. La determinación la tomó el juez
del Tribunal de Roma Claudio Tortora. En el proceso, que comenzará
el próximo 11 de octubre, junto a Verón y Cragnotti, serán
juzgadas otras siete personas, entre ellas el empresario y representante
del volante, Gustavo Mascardi, tal como lo pidió el fiscal Silverio
Piro. De ser hallado culpable, Verón podría ser obligado
a abandonar ese país.
El futbolista argentino se convirtió ayer en el primer jugador
procesado en Italia por el asunto de los denominados pasaportes falsos.
Junto a Verón y Cragnotti, presidente y accionista mayoritario
del Lazio, irán a juicio Felice Pulici y Nello Governato (directores
deportivos del Lazio), la traductora argentina María Elena Tedaldi
y su compañero Ilario Camaiani (ambos del estudio Alvarez), y los
intermediarios argentinos Mascardi y Francisco Hidalgo, y Gianfranco Orsomarso,
el empleado del registro civil de la ciudad calabresa de Fagnano Castello,
donde se expidieron los certificados de nacimiento del presunto tatarabuelo
de Verón, Giuseppe Antonio Porcella.
La disputa legal se inició el pasado 18 de octubre, cuando la Fiscalía
de Roma solicitó el enjuiciamiento de los nueve implicados por
el presunto delito de alteración parcial de seis documentos públicos.
Para el fiscal romano, Piro, quien durante más de un año
se encargó del caso, habría varios documentos falsos o alterados
en los papeles utilizados por Verón para la obtención de
la ciudadanía italiana. Verón adquirió dicho status,
que le sirvió para jugar como comunitario el 9 de septiembre de
1999, tres meses después de llegar a Lazio procedente del Parma.
El juez Tortora rechazó ayer la cuestión planteada por los
abogados de la defensa, sobre la incompetencia territorial del tribunal
romano, ya que los presuntos delitos imputados se cometieron en la región
de Cosenza, en el sur de Italia.
La decisión del juez Tortora llegó tras cinco audiencias,
que se dilataron por el retraso en la traducción del español
al italiano del interrogatorio efectuado por el fiscal Piro en su viaje
a Argentina, donde recopiló documentación y tomó
declaración a varios de los implicados. Durante las audiencias,
el juez interrogó a parte de los implicados, entre ellos Verón
y Cragnotti.
Ante el magistrado, Verón se declaró inocente y dijo no
haber tenido en ningún momento intención de convertirse
en comunitario para poder jugar ya que él siempre se
desempeñó en su condición de argentino
y como tal sigue siendo solicitado por varios clubes de Europa. Cragnotti,
por su parte, defendió a su club y declaró que no tenía
nada que ver en la adquisición de la ciudadanía italiana
de Verón, trámites que se iniciaron cuando el volante jugaba
para el Parma.
Es inútil esconder nuestra desilusión, porque algunos
de los imputados esperaban una salida distinta de esta situación
y no fue así, dijo Franco Coppi, uno de los abogados defensores
de Cragnotti. Mientras que el abogado del Lazio, Ugo Longo, comentó:
El juez resolvió enviar a proceso a todos los imputados,
porque es tan compleja la situación que sólo puede ser resuelta
en un juzgado. Lazio enfrentará el proceso con serenidad.
Por su parte, el presidente del Lazio dijo que su club había sido
engañado por otras personas e, incluso, que denunciaría
por ello a varios de los implicados.
La investigación sobre el pasaporte de Verón, que fue emitido
por la comuna de Roma el 9 de setiembre de 1999, fue pedida a la justicia
romanaen la primavera de 2000 por un informe enviado desde la sede diplomática
italiana de la ciudad de La Plata, donde nació el jugador.
En su defensa, Verón dijo siempre que sabía que tenía
antepasados italianos, que realmente existen, pero de parte materna. Lazio,
por su parte, se declaró siempre como parte dañada y acusó
directamente al estudio Alvarez, que gestionó los trámites.
El fiscal Piro, que viajó a Buenos Aires para investigar el caso,
acusó a la traductora Tedaldi (de ese estudio) de haber inventado
el nombre de Giuseppe Portella como falso bisabuelo de Verón y
de retirar personalmente en Fagnano Castello los documentos presuntamente
falsos.
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