Por
Luciano Monteagudo
El
padre de la criatura, Domingo Felipe Cavallo, está en el exterior,
pero igualmente hoy, a las
11 de la mañana, todas las entidades vinculadas al cine argentino
directores, actores, técnicos, productores harán
oír a voz en cuello sus reclamos frente al Ministerio de Economía,
por la generalización del impuesto al Valor Agregado, anunciada
sorpresivamente la semana pasada y que pone al borde del abismo a la producción
de cine nacional, entre otras industrias culturales. Llevaremos
un petitorio para que el ministro nos reciba ni bien regrese al país,
y para reclamar por la inmediata marcha atrás en la imposición
del IVA al cine, que significa una partida de defunción para nuestra
actividad, señaló el productor Pablo Rovito, dirigente
de una de las asociaciones convocantes, que ayer tuvieron un día
muy movido.
La gente de cine se reunió primero con José Miguel Onaindia,
director del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, quien les
aseguró que estaba de su lado y que ya le había enviado
al ministro Cavallo una nota en la que le explica por qué la aplicación
del IVA al cine atenta de manera letal contra la producción local.
De allí, Onaindia, junto a varios de los asistentes a esa primera
reunión entre ellos Rovito, Fernando Solanas y el vicedirector
del Instituto, Roberto Tato Miller partieron hacia el
Ministerio de Trabajo, donde fueron recibidos por Patricia Bullrich. La
idea era discutir el Plan de Competitividad, en el que la industria y
el INCAA veníamos trabajando hace tiempo, pero como en el medio
del proyecto apareció lo del IVA, el impuestazo se convirtió
en
tema excluyente de la reunión, precisó Rovito, quien
aseguró que el Instituto y la Secretaría de Cultura
de la Nación están en sincronía con nuestros reclamos.
Ellos son optimistas y piensan que la situación se va a revertir,
pero nosotros queremos asegurarnos de que así sea y por eso decidimos
hacernos escuchar con esta movilización.
Lo cierto es que, en el mismo momento en que Onaindia debería estar
viajando hacia el Festival de Cannes, para apoyar la participación
argentina La libertad, de Lisandro Alonso; Bolivia, de Adrián
Caetano y dar respuesta al creciente interés del circuito
de festivales y de distribuidores extranjeros por el cine local, tiene
que estar trajinando en estos mismos días por pasillos de diferentes
ministerios para evitar el aniquilamiento de su área. A su vez,
los hacedores del cine nacional alegan desigualdad ante la ley: Así
como quedó eximida del IVA la actividad teatral, por ser una industria
cultural protegida por el Estado, de la misma manera debería excluirse
al cine, por el mismo motivo, afirman.
Por su parte, la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica
(FIPRESCI), que reúne a los críticos de cine de los principales
medios gráficos, dio a conocer un comunicado en el que señala
que de implementarse esta medida la producción de cine local
corre un serio riesgo de extinción. El texto también
advierte que la aplicación del IVA puede hacer presumir que
con la excusa de no gravar al sector con una doble carga impositiva
se intente dejar sin efecto el impuesto del 10 por ciento que estipula
la Ley de Cine y que constituye la única forma de recuperar fondos
propios y genuinos para estimular la producción cinematográfica
local. Asimismo, la filial argentina de la FIPRESCI expresa su preocupación
ante la reiterada negativa de las autoridades del gobierno nacional a
recibir a los representantes del cine local, más aún considerando
que en el mismo lapso ya concedió audiencia a un representante
de la Motion Picture Association de los Estados Unidos.
OPINION
¿Un
país sin cine propio?
Por
Lita Stantic *
|
La aplicación
del IVA a la producción cinematográfica y a las entradas
de cine fue el detonante que movilizó a productores, técnicos
y actores en rechazo a una medida que decreta la desaparición
del cine nacional.
Los recursos genuinos de fomento al cine han sufrido desde el Ministerio
de Economía desde hace varios años un recorte del
50 por ciento de sus fondos, a pesar de los continuos reclamos de
una industria que ha desarrollado hasta lo increíble su imaginación
para crecer cualitativa y cuantitativamente.
La presencia del cine argentino este año en los dos festivales
más importantes del mundo (Berlín y Cannes), la elogiosa
recepción de la crítica en el reciente estreno en
Francia de Plata quemada y Mundo grúa enmarcándolas
en un contexto de resurgimiento del cine argentino y el interés
por visualizar nuestras películas más recientes por
parte de distribuidores y representantes de festivales de todo el
mundo, en los festivales de Buenos Aires y Mar del Plata, son algunos
signos de una cinematografía que empieza a ser considerada
en el exterior como un fenómeno comparable al del cine asiático
en la década del 90.
La desaparición del cine condena a 15.000 trabajadores a
quedarse sin empleo, frustra las aspiraciones de 7000 estudiantes,
pero fundamentalmente condena a la Argentina a ingresar en la lista
de países que no producen imágenes propias. Y ésta
es la pregunta que queremos formularle al señor ministro
de Economía: ¿tiene usted, señor ministro,
un proyecto de país que no contempla a la cinematografía?
Si su respuesta es negativa, los continuos recortes e impuestos
no son el camino para demostrarlo.
* Directora
y productora.
|
|