Luis Sarlenga se sentó ayer otra vez frente al juez federal Jorge
Urso y declaró durante nueve horas. El ex interventor de Fabricaciones
Militares (FM) aportó datos sobre transferencias de dinero desde
ese organismo, presentó documentación, y fue interrogado
sobre algunos detalles de la declaración del ex ministro Antonio
Erman González. También le pidieron precisiones orientadas
a reconstruir el circuito de las comisiones cobradas en el caso y sobre
el rol que habrían cumplido en el escándalo funcionarios
de la administración de Carlos Menem. Los funcionarios judiciales
que participaron de la audiencia se mantuvieron herméticos en cuanto
a su contenido. Este silencio sumado a la espectacularidad del traslado
de Sarlenga, que salió de Comodoro Py con un chaleco antibalas
en una caravana integrada por varios patrulleros, indicarían que
Sarlenga proporcionó datos de importancia que podrían derivar
en medidas concretas, tal como ocurrió con su confesión
que llevó a la cárcel a Emir Yoma y potenció la dinámica
de la investigación hasta el llamado a indagatoria del ex presidente
Menem.
La diligencia judicial comenzó antes del mediodía y terminó
a las 19.50, con un breve intermedio a las 15. Además del fiscal
Carlos Stornelli estuvo presente la defensora oficial Perla Martínez
de Buck. Esta vez Sarlenga llegó y se retiró sin esposas.
El juez decidió volver a interrogarlo para profundizar algunos
tramos de su anterior declaración, con vistas a las próximas
audiencias donde deberán dar explicaciones el ex presidente Menem
y varios de sus ex colaboradores.
Sarlenga fue interrogado, entre otros puntos, sobre el nombramiento y
su relación con el riojano Jorge Ramón Alcalde, ex funcionario
de FM. Alcalde asumió como subinterventor el 2 de marzo de 1992,
días antes de la llegada de Sarlenga, y ocupó esa función
hasta el 8 de setiembre de 1993. Además, los investigadores confrontaron
las explicaciones de Sarlenga con las que brindó el viernes pasado
el ex ministro de Defensa, Antonio Erman González.
Sarlenga había sido indagado el 6 de abril. En aquel momento confesó
ante el juez su participación en las maniobras con armamento y
acusó abiertamente al empresario Emir Yoma y a otros ex colaboradores
del Gobierno del ex presidente Menem. Horas después de aquella
audiencia, en la madrugada del 7 de abril, Urso ordenó el arresto
de Yoma, a quien luego procesó e impuso prisión preventiva
como presunto organizador de una asociación ilícita
que habría traficado armamento a Ecuador y Croacia mediante negociaciones
que ejecutó FM.
El ex interventor de FM contó que Emir lo había convencido
de participar en las maniobras para la venta ilegal de armas y que el
producto de ese negocio estaba destinado a las arcas del Partido Justicialista.
Afirmó que los 400 mil dólares pagados en comisión
a Palleros en la cuenta Daforel del MTB Bank eran, en realidad, para Yoma
y que las ventas clandestinas a Croacia se hacían por pedido de
los Estados Unidos. Además, precisó que la idea de enviar
cañones a Croacia fue de Palleros pero como era ilegal Emir consiguió
un proyecto de decreto con destino a Venezuela. Sarlenga mencionó,
además, a varios de los ex funcionarios imputados pero sus palabras
afectaron más al ex jefe del Ejército, general Martín
Balza, al ex embajador James Cheek y al embajador Guillermo González.
Según su relato, Camilión y Di Tella estaban al tanto de
la operación.
Después de dos años y medio detenido en dependencias de
Gendarmería Nacional, Sarlenga recuperó la libertad tras
cumplir con la fianza de 150 mil pesos que le había impuesto el
Tribunal Oral en lo Penal Económico que lo enjuiciará por
el contrabando de armas y pólvora a Croacia. Urso lo procesó
como supuesto integrante de una asociación ilícita que habría
malversado efectos del Estado, falsificado el contenido de decretos del
Poder Ejecutivo y firmado convenios apócrifos para el envío
ilegal de armas a países en guerra. También está
procesado en otros tres expedientes abiertos aquí y en Córdoba
por el contrabando de armamento. La Cámara Federal porteña,
que confirmó los procesamientos de los ex ministros y el ex jefe
del Ejército Martín Balza, había ordenado a Urso
indagar a Sarlenga como posible organizador de la banda que habría
planificado y concretado las operaciones ilegales. Y esta medida precipitó
la aceleración del caso. Los camaristas Horacio Cattani, Martín
Irurzun y Eduardo Luraschi consideraron preponderante la relación
de Sarlenga con el prófugo traficante de armas Diego Palleros.
El respeto de Menem
El ex presidente Carlos Menem dijo ayer que respeta
tanto al juez Jorge Urso como al fiscal Carlos Stornelli, quienes
le tomarán declaración indagatoria en la causa por
la venta de armas. Lo de la asociación ilícita,
falsedad ideológica, es una vergüenza, respondió
Menem a la agencia DyN. Fíjese lo que dice el fiscal
a quien respeto, y lo mismo el juez, que nos atribuyen sospechas.
Todos saben que en el derecho penal no se mueven por sospecha, el
derecho penal tiene que ir a la verdad real.
Ahora ya tiene fecha para declarar ante el juez Urso por el
caso de la venta de armas ¿Qué dice de eso? le
preguntaron.
Míreme a los ojos, mi seguridad es total y absoluta,
creo en la limpieza de todo lo que hicimos. Como no defraudé,
no voy a defraudar en esta oportunidad, va a pasar el temporal y
va a empezar a brillar el sol. No va a pasar nada, está todo
en el expediente. Vamos a ir, por supuesto, no me voy a ir del país
como dijeron. Por favor, se ve que no me conocen.
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