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Por Fernando Cibeira
 La reunión de ayer de
la conducción del Partido Socialista Popular (PSP) –socio
del Frente Grande en el Frepaso– terminó convirtiéndose
en una reivindicación de la Alianza original contra la nueva Alianza
que podría forjarse para octubre, la de un sector del radicalismo
con el cavallismo. “Ratificamos a la Alianza como herramienta fundamental
para el país frente a la alianza que se pueda dar en el terreno
de la derecha”, dijo el titular de la UCR, Raúl Alfonsín,
uno de los dos invitados especiales que tuvo el encuentro. El otro fue
el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, quien asumió
como propia la labor de evitar la dispersión total del Frepaso
a partir del anuncio de Carlos “Chacho” Alvarez de retirarse
de la actividad partidaria. Como síntesis, el PSP emitió
un comunicado en el que reclamó la necesidad de crear una mesa
de partidos de la coalición y coordinar acciones con los sectores
progresistas de la UCR y el FG.
El PSP se reunió en la sede que tiene sobre Entre Ríos,
casi Carlos Calvo. Es una casa sin carteles identificatorios ni comodidades
como para conferencias de prensa, así que las declaraciones los
dirigentes las hicieron alrededor de la misma mesa larga en la que estuvieron
reunidos a puertas cerradas. La conducción socialista estuvo encabezada
por el diputado Rubén Giustiniani, el intendente de Rosario, Hermes
Binner, y la legisladora porteña, Clori Yelicic. El encuentro estaba
convocado para analizar la posición que adoptaría la fuerza
a partir del alejamiento anunciado por Chacho Alvarez, y su virtual pase
a posturas opositoras. En un primer momento, se dijo que podría
decidirse la “independencia” del Frepaso y de la Alianza, pero
luego se adoptó una postura más moderada, aunque beligerante
con la Rosada.
“La crisis político institucional generada a partir de la
renuncia del vicepresidente Carlos Alvarez y la incorporación de
Domingo Cavallo al gobierno nacional muestran hoy un gobierno que no representa
a la Alianza como fuerza progresista. Por ello, desde el PSP proponemos
la coordinación de acciones de acciones con los sectores progresistas
del radicalismo y el Frente Grande”, señaló Giustiniani,
quien se sentó en la punta de la mesa en la que había repartidos
varios termos con café y agua para el mate.
Hubo diferencias con los invitados, quienes no se cruzaron. A Alfonsín
lo llamaron, mientras que Ibarra pidió ir. La llegada del ex presidente,
además, sirvió para intensificar el perfil anticavallista
del encuentro. Primero, Alfonsín se agarró de la intención
de Cavallo de buscar un acuerdo bilateral con el ALCA para criticarlo.
“Es una decisión del Presidente negociar el ingreso al ALCA
a través del Mercosur. Por eso es impertinente la declaración
de cualquier ministro de realizar negociaciones bilaterales”, sostuvo
el ex presidente. Alfonsín reiteró que no será candidato
si en octubre lo obligan a compartir listas con Acción por la República.
En este punto Ibarra fue más cauto. Apuntó que las alianzas
son decisiones que debe tomar cada distrito y que, por ejemplo, en el
caso de Alfonsín, hablaba de la provincia de Buenos Aires. “No
hay ninguna determinación a nivel nacional”, remarcó.
Lo que sí, Ibarra reivindicó la continuidad de la Alianza
“tal como salió del voto popular”. Con la visita de ayer,
el jefe de gobierno se mostró por primera vez como el virtual reemplazo
de Alvarez como principal referente frepasista. Otro de los invitados,
el jefe del bloque de diputados de la Alianza, Darío Alessandro,
se excusó por los problemas que tuvo ayer en la bancada.
LOS
DIPUTADOS DEL FREPASO DEBATEN EL FUTURO
La ruptura en la agenda
Por F.Y.
La desvinculación de
Carlos “Chacho” Alvarez del Frepaso abrió un debate interno
que se expande por toda la fuerza política. Anoche, al cierre de
esta edición, el bloque de diputados frepasistas analizaba las
consecuencias de la crisis desatada. Para superarla evaluaban la posibilidad
de promover un bloque autónomo de la Alianza que permitiría
detener las deserciones y, de paso, tener un margen de maniobra que les
permitiera asumir posiciones críticas con respecto a la políticas
que impulsa el Gobierno.
A la reunión de bloque, los legisladores llegaron envueltos en
rumores sobre la posibilidad de que Marcela Bordenave, Jorge Giles, María
América González, José Luis Lanza, Federico Soñez
y Humberto Volando anuncien su separación de la bancada. Varios
de ellos intentaron tibiamente negar la especie y sostenían que
“era preciso debatir en profundidad la crisis que vivía el
Frepaso”. Trascendió, sin embargo, que la posible separación
del bloque “puede ocurrir de un momento a otro”, lo que resta
discutir –y que no es poco– es a dónde iría este
nuevo desgranamiento del Frepaso. Hay algunos legisladores que sostienen,
en riguroso off the record, que no les disgustaría confluir al
bloque del ARI que integran Elisa Carrió con los socialistas democráticos.
Pero dos hechos limitaron la pretendida discusión de este grupo
rebelde. El primero de ellos ocurrió cuando el socialista popular,
Gustavo Galland, anunció su separación del bloque. El bonaerense
destacó la imposibilidad que sostener la figura de Domingo Cavallo
en el gobierno: “Acá se legitima a los usurpadores y a los
leales se los desplaza”, fue la queja del socialista. Por ahora,
la decisión de Galland no fue acompañada por los otros representantes
del PSP, María Barbagelatta y Rubén Giustiniani, quienes
todavía no resolvieron una postura definitiva.
El segundo fue la propuesta del santacruceño Rafael Flores. Este
planteó la necesidad de que el Frepaso funcione como un bloque
autónomo que le permita debatir libremente sobre las políticas
de gobierno. En ese sentido, Flores señaló la inconveniencia
de que Darío Alessandro continúe presidiendo el bloque oficialista
y que en todo caso presida la representación frepasista.
“Es imprescindible que nuestra fuerza recupere su autonomía
legislativa y coordine las políticas con el bloque radical como
sucedía antes de asumir el gobierno y como sucede en muchas legislaturas
provinciales”, sostuvo el santacruceño poco antes de ingresar
a la reunión del bloque. Anoche, los frepasitas continuaban debatiendo.
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