Por Santiago Rodríguez
Los políticos no siempre
dicen todo lo que piensan y muchas veces las respuestas hay que buscarlas
en lo que callan. Aníbal Ibarra lo es y, como tal, le caben las
generales de la ley. La realidad se transforma desde posiciones
de gobierno, declaró ayer a Página/12 a propósito
de Carlos Chacho Alvarez, de cuyo alejamiento de la actividad
partidaria aseguró que no le parece ni bien ni mal,
sino una posición que respeto. También sostuvo
que hay quienes prefieren la seguridad del aplauso de los cercanos
antes que la complejidad de las acciones de un gobierno, pero enseguida
aclaró que no me refiero a nadie en particular. A Alvarez
le auguró un futuro en la política, sin descartar
que sea desde otro lugar que el Frepaso. Tampoco consideró descabellado
pensar en una unión entre Chacho y Elisa Carrió, sino que
señaló que esa hipótesis no cabría para
estas elecciones porque ambos han dicho que no serán candidatos.
Darío Alessandro dijo que coincide en el diagnóstico
de Alvarez, pero que la pelea hay que darla desde adentro, ¿acuerda
con esa opinión?
Coincido en el diagnóstico porque es un dato de la realidad
que la Alianza como fuerza política está en deuda, pero
también creo que tenemos el compromiso de transformar la realidad;
eso se logra desde posiciones de gobierno y es lo que estamos haciendo
desde la Ciudad de Buenos Aires.
En otras palabras, le parece que Chacho hace mal en irse.
Ni mal ni bien; es una posición que respeto. Preferiría
que estuviera al frente del Frepaso, es uno de los dirigentes que más
le ha dado al progresismo en la Argentina.
¿Cuándo empezó el proceso que terminó
con el alejamiento de Alvarez?
Con su renuncia a la vicepresidencia. Por fuera de Chacho empezó
con la denuncia de coimas en el Senado y con cómo se manejó
la situación.
¿Sigue reivindicando la renuncia de Chacho a la vicepresidencia?
Sigo diciendo lo mismo: fue una posición ética muy
fuerte que antepuso la pelea contra la corrupción a un proyecto
político personal y que fue una renuncia que dejó en un
lugar complicado al Frepaso y a él mismo.
¿Esa renuncia no se contradice con su opinión de que
una fuerza progresista debe tener vocación de poder y trabajar
desde ese lugar?
Chacho siempre tuvo vocación de poder. Cuando digo esto no
me refiero a la actitud personal de Chacho, sino a lo que debe ser una
fuerza progresista, que debe poder llevar eso a la práctica y mejorarle
la vida a la gente. Hay quienes prefieren la seguridad del aplauso de
los cercanos antes que la complejidad de las acciones de un gobierno.
¿Eso último no es aplicable a Alvarez?
Alvarez se fue por una situación particular; lo digo en general
y no me refiero a nadie en particular.
¿Cómo sigue el Frepaso con un Alvarez, según
usted, irremplazable?
Hay que asumir esta situación. Critico a quienes empiezan
a analizar la situación con nostalgia; se trata de responsabilidades
políticas.
¿Dónde lo imagina a Alvarez en el futuro?
En la política.
Pero si se acaba de ir del Frepaso... ¿En qué lugar
lo imagina?
No lo sé, pero en la política.
¿Si la renuncia de Chacho a la vicepresidencia dejó
al Frepaso en un lugar difícil, su alejamiento del partido no lo
deja todavía peor?
Es probable, pero también atribuir todas las dificultades
a Chacho no sólo es una desmesura, sino que también es alejado
de la realidad.
¿Se ve como un reemplazante natural de Alvarez en el Frepaso?
Ni reemplazo, ni natural. Participaremos en conjunto con otros compañeros
en ámbitos de decisión de esta fuerza política.
¿No le molesta que en primera instancia Alvarez haya hablado
bien de Elisa Carrió en lugar de usted y su gestión?
No somos chicos y no andamos mirando detrás de cada línea
a ver si habla bien, más o menos o mal de uno; apuntamos bastante
más alto y comparto el reconocimiento para Lilita Carrió.
¿Le parece descabellado pensar en una unión entre
Alvarez y Carrió?
Esa hipótesis no cabría para estas elecciones porque
ambos han dicho que no serán candidatos.
A propósito de las elecciones, ¿no le parece que el
Frepaso electoralmente es una cosa con Alvarez y otra sin él?
Sin duda, pero no sólo apuntamos a resultados electorales
en tal o cual distrito. Estoy comprometido con alcanzar resultados en
las gestiones y eso va mucho más allá de un diputado más
o menos.
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